La trombocitopenia, que es la disminución en el número de plaquetas en la sangre, puede ser causada por una serie de trastornos que involucran la infiltración de la médula ósea por células malignas o infecciosas. En particular, condiciones como leucemia, mieloma múltiple, linfoma, tumores no hematológicos y infecciones (como la enfermedad micobacteriana o la ehrlichiosis) son capaces de reemplazar los elementos normales de la médula ósea por células anormales, lo que interfiere con la producción normal de plaquetas y otras células sanguíneas. Sin embargo, en estos casos, las anomalías en otras líneas celulares sanguíneas (glóbulos rojos y glóbulos blancos) también son comúnmente evidentes, lo que ayuda a diferenciar estas condiciones de aquellas en las que solo está involucrada la producción de plaquetas.
Mecanismo de la infiltración de la médula ósea
En condiciones como la leucemia o el mieloma múltiple, las células malignas invaden y reemplazan a las células hematopoyéticas normales dentro de la médula ósea, un proceso que se conoce como infiltración medular. Este reemplazo puede llevar a una reducción significativa de la capacidad de la médula para producir células sanguíneas normales, incluidas las plaquetas, lo que resulta en trombocitopenia. De manera similar, el linfoma o los tumores sólidos no hematológicos pueden metastatizar y afectar la médula ósea, interfiriendo con la hematopoyesis. Las infecciones, como la enfermedad micobacteriana o ehrlichiosis, también pueden inducir infiltración medular, y las células infectadas pueden alterar la producción normal de células sanguíneas.
En todos estos casos, no solo las plaquetas se ven afectadas; es frecuente que otras líneas celulares también presenten anomalías. Por ejemplo, pueden observarse glóbulos rojos nucleados (células precursoras de glóbulos rojos) o células mieloides inmaduras (células precursoras de los glóbulos blancos) en la circulación, lo que refleja un proceso disfuncional en la médula ósea.
Diagnóstico
El diagnóstico de trombocitopenia asociada a infiltración de la médula ósea se basa principalmente en el examen de la biopsia y el aspirado de médula ósea. La biopsia de médula ósea permite observar la infiltración de células anormales, ya sean células leucémicas, plasmocitos malignos o células tumorales no hematológicas, y ayuda a identificar la causa subyacente del reemplazo medular. Además, en el caso de infecciones, es posible realizar cultivos o pruebas específicas para identificar el agente infeccioso en muestras obtenidas por aspirado medular o mediante otras técnicas de diagnóstico microbiológico.
Un hallazgo común en la muestra de sangre periférica de estos pacientes es la presencia de un frotis leucocitario o leucoeritroblástico, caracterizado por glóbulos rojos nucleados, células mieloides inmaduras (células de la línea mieloide en diferentes etapas de maduración) y glóbulos rojos en forma de lágrima. Este patrón es indicativo de un proceso que interfiere con la maduración y liberación normal de las células sanguíneas desde la médula ósea hacia la circulación. La presencia de glóbulos rojos nucleados y células mieloides inmaduras indica que la médula ósea está sobrecargada y no puede liberar células sanguíneas maduras de manera eficiente, un fenómeno que se observa comúnmente en casos de infiltración medular.
Tratamiento de la trombocitopenia
El tratamiento de la trombocitopenia en estos contextos se enfoca principalmente en el manejo de la enfermedad subyacente que está causando la infiltración de la médula ósea. Esto puede implicar el tratamiento de la leucemia con quimioterapia, de mieloma múltiple con terapia dirigida o quimioterapia, o de un linfoma o un tumor sólido con cirugía, radioterapia o tratamientos oncológicos específicos. En los casos de infección, el tratamiento adecuado de la enfermedad micobacteriana o ehrlichiosis con antibióticos es crucial para erradicar el agente infeccioso y permitir la recuperación de la función medular.
Sin embargo, el tratamiento de la trombocitopenia también puede requerir medidas adicionales para prevenir o tratar las complicaciones hemorrágicas. Las transfusiones de plaquetas son a menudo necesarias en situaciones de sangrado clínicamente significativo o cuando el riesgo de sangrado es elevado. Las transfusiones de plaquetas ayudan a restaurar los niveles de plaquetas en la sangre y reducir el riesgo de hemorragias graves, pero no resuelven el problema subyacente de la médula ósea infiltrada. Por lo tanto, las transfusiones son un tratamiento paliativo que se utiliza mientras se trata la condición principal.

Fuente y lecturas recomendadas:
- Goldman, L., & Schafer, A. I. (Eds.). (2020). Goldman-Cecil Medicine (26th ed.). Elsevier.
- Loscalzo, J., Fauci, A. S., Kasper, D. L., Hauser, S. L., Longo, D. L., & Jameson, J. L. (Eds.). (2022). Harrison. Principios de medicina interna (21.ª ed.). McGraw-Hill Education.
- Papadakis, M. A., McPhee, S. J., Rabow, M. W., & McQuaid, K. R. (Eds.). (2024). Diagnóstico clínico y tratamiento 2025. McGraw Hill.
Originally posted on 23 de noviembre de 2024 @ 12:10 AM