Las complicaciones neurológicas asociadas con la enfermedad renal crónica (ERC) avanzada son comunes y pueden manifestarse en diversas formas, afectando tanto el sistema nervioso periférico como el central, así como otras funciones autónomas. Estas complicaciones no siempre responden favorablemente a la terapia de diálisis, lo que refleja la complejidad de los trastornos neurológicos que pueden ocurrir en la ERC.
Encefalopatía urémica
La encefalopatía urémica es una complicación neurológica grave que resulta de la acumulación de toxinas urémicas en el organismo, lo que ocurre típicamente cuando la tasa de filtración glomerular (TFG) disminuye por debajo de 5-10 mL/min/1.73 m², una etapa avanzada de la insuficiencia renal. A medida que los riñones pierden su capacidad para filtrar y eliminar desechos metabólicos, estos productos tóxicos se acumulan en el torrente sanguíneo, afectando diversos sistemas del cuerpo, incluido el sistema nervioso central. La encefalopatía urémica se caracteriza por una serie de manifestaciones clínicas que evolucionan a medida que la insuficiencia renal se agrava.
Los síntomas iniciales de la encefalopatía urémica suelen ser leves y se manifiestan como dificultad para concentrarse y una disminución en la capacidad cognitiva. A medida que la acumulación de toxinas urémicas empeora, estos síntomas pueden progresar hacia estados más graves, como letargo, confusión, convulsiones y, en casos extremos, coma. Esta progresión de los síntomas refleja el impacto neurotóxico de las toxinas urémicas sobre el cerebro, afectando funciones cerebrales cruciales como la atención, la memoria y la capacidad de respuesta.
Desde el punto de vista físico, la encefalopatía urémica se puede manifestar mediante alteraciones en el estado mental, debilidad generalizada y un signo característico conocido como asterixis, que es un temblor involuntario de las extremidades, especialmente visible cuando el paciente mantiene las manos extendidas. Asterixis se debe a la disfunción neuromuscular causada por el desequilibrio en los metabolitos y electrolitos, y es un hallazgo frecuente en los pacientes con encefalopatía urémica.
Es importante destacar que la encefalopatía urémica es reversible en gran medida con el tratamiento adecuado, principalmente con diálisis. La diálisis es un procedimiento que permite eliminar las toxinas acumuladas en el cuerpo, restaurando parcialmente la función renal y aliviando los síntomas neurológicos. A través de este tratamiento, los niveles de urea y otras sustancias tóxicas en sangre disminuyen significativamente, lo que conduce a una mejoría notable en el estado mental del paciente y la resolución de los síntomas de encefalopatía. Este proceso subraya la importancia de la intervención terapéutica temprana y eficaz en pacientes con insuficiencia renal crónica avanzada, ya que la diálisis no solo mejora la función renal, sino que también reduce el riesgo de complicaciones neurológicas graves como la encefalopatía urémica.
Neuropatías periféricas
Una de las complicaciones más frecuentes en la ERC avanzada es la neuropatía periférica, que puede presentarse bajo diferentes formas. La forma más común es la neuropatía de tipo «calcetín-guante» (también conocida como neuropatía simétrica distal), donde los pacientes experimentan sensaciones de entumecimiento, hormigueo, dolor o debilidad en las extremidades inferiores y superiores, de manera similar a como se usarían un calcetín o un guante. Este tipo de neuropatía es consecuencia de la acumulación de toxinas urémicas en el cuerpo, que afectan las fibras nerviosas periféricas, interfiriendo en la conducción normal de los impulsos eléctricos. Además, pueden presentarse mononeuropatías aisladas, como la neuropatía del nervio mediano o del nervio cubital, que afectan un solo nervio de manera localizada y pueden causar dolor, debilidad o pérdida de función en áreas específicas.
Disfunción eréctil
La disfunción eréctil es otra complicación neurológica común en los pacientes con insuficiencia renal crónica avanzada. Está asociada con alteraciones en la función nerviosa autónoma, el sistema hormonal y la vasculatura, todos ellos comprometidos por la acumulación de toxinas urémicas. La disfunción eréctil no siempre mejora con la diálisis, ya que no solo depende de la eliminación de toxinas, sino también de factores complejos relacionados con el sistema nervioso autónomo y la circulación sanguínea. Además, la disfunción eréctil puede estar exacerbada por otros factores asociados a la insuficiencia renal crónica, como la hipertensión, la diabetes y el uso de medicamentos.
Disfunción autonómica
La disfunción autonómica es otro trastorno importante que puede desarrollarse en pacientes con enfermedad renal crónica avanzada. El sistema nervioso autónomo regula funciones vitales involuntarias, como la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la digestión y la sudoración. En la ERC, la acumulación de toxinas urémicas puede afectar los nervios que controlan estas funciones, resultando en síntomas como variabilidad de la presión arterial, dificultad para mantener la presión arterial en posiciones de pie (hipotensión ortostática), trastornos del ritmo cardíaco y alteraciones en la motilidad gastrointestinal. La disfunción autonómica es difícil de tratar y a menudo no mejora significativamente con la diálisis, ya que está relacionada con daños crónicos en los nervios autónomos que no se pueden revertir completamente mediante la eliminación de toxinas.
Síndrome de piernas inquietas
El síndrome de piernas inquietas es un trastorno neurológico que provoca una necesidad irresistible de mover las piernas, acompañado de sensaciones incómodas o desagradables en las extremidades inferiores, como hormigueo, picazón o dolor. Este síndrome es común en los pacientes con insuficiencia renal crónica y puede empeorar durante la noche, afectando el sueño. Aunque los mecanismos exactos del síndrome de piernas inquietas en la enfermedad renal crónica no están completamente esclarecidos, se cree que la acumulación de toxinas urémicas y los desequilibrios en los niveles de dopamina en el cerebro juegan un papel importante. A pesar de la diálisis, muchos pacientes continúan experimentando síntomas de piernas inquietas, ya que la mejora de la función renal mediante diálisis no siempre alivia este trastorno.
Prurito
El prurito, o picazón crónica, es otro síntoma frecuente en la ERC avanzada. Se ha asociado con la acumulación de productos urémicos en la piel, aunque también puede estar relacionado con alteraciones en el metabolismo de las sales biliares, los desequilibrios de calcio y fósforo, y la desregulación del sistema nervioso. El prurito puede ser debilitante y afectar gravemente la calidad de vida del paciente. En muchos casos, este síntoma no mejora con la diálisis, ya que aunque el tratamiento de diálisis ayuda a eliminar algunas toxinas, no siempre logra resolver completamente el prurito. El tratamiento es sintomático y puede incluir el uso de antihistamínicos, agentes tópicos, o terapias que modifiquen el metabolismo de las toxinas, pero los resultados varían considerablemente entre los pacientes.

Fuente y lecturas recomendadas:
- Kalantar-Zadeh K et al. Patient-centred approaches for the management of unpleasant symptoms in kidney disease. Nat Rev Nephrol. 2022;18:185. [PMID: 34980890]
- Molina P et al. Etiopathogenesis of chronic kidney diseaseassociated pruritus: putting the pieces of the puzzle together. Nefrologia. 2023;43:48. [PMID: 37173258]
- Rosner MH et al. Uremic encephalopathy. Kidney Int. 2022;101:227. [PMID: 34736971]