Manifestaciones clínicas de la sarna

por Homo medicus · 13 de abril de 2024

Las manifestaciones clínicas de la sarna son diversas y pueden variar en su presentación según la etapa de la infestación y las características individuales del paciente. La característica más común y distintiva de la sarna es la picazón intensa, que casi siempre está presente y puede ser grave, lo que puede llevar a un deterioro significativo en la calidad de vida del paciente.

Signos y síntomas

Las lesiones cutáneas asociadas con la sarna pueden presentarse en diferentes formas y localizaciones en el cuerpo. Entre estas manifestaciones se incluyen:

Excoriaciones Generalizadas: Son áreas de la piel rascada o irritada debido a la picazón persistente.
Pequeñas Vesículas Pruríticas y Pústulas: Estas son pequeñas ampollas llenas de líquido o pústulas llenas de pus que pueden formarse en la piel, especialmente en áreas donde el ácaro ha causado irritación.
“Cuebros” en Espacios Interdigitales, Talones de las Manos, Muñecas, Codos, Ombligo, Axilas, Areolas, y Genitales: Estas son áreas comúnmente afectadas por la sarna y donde las lesiones pueden ser especialmente prominentes.
Madrigueras: Son marcas irregulares cortas en la piel, típicamente de 2-3 mm de largo y del ancho de un pelo, causadas por los túneles que los ácaros excavan debajo de la piel.
Lesiones Nodulares: Caracterizadas por bultos o nódulos en el escroto, el pene y a lo largo de la línea axilar posterior.
Sarna Hiperqueratótica o con Costra: Se presenta como una escala de descamación gruesa en la piel. Estas áreas suelen contener una gran cantidad de ácaros y los pacientes pueden ser altamente infecciosos. A menudo, el prurito está ausente en estas áreas, lo que puede dificultar el diagnóstico.
Ahorro de la Cabeza y el Cuello: Aunque menos común, la sarna puede afectar estas áreas, especialmente en bebés, adultos mayores y pacientes con SIDA.

Las complicaciones asociadas con la sarna, como la sobreinfección bacteriana por Staphylococcus aureus, son especialmente preocupantes en casos de sarna hiperqueratótica o con costra. Esta sobreinfección puede progresar a sepsis si no se trata adecuadamente.

La sarna de costras es una causa importante de brotes de sarna en instituciones, lo que subraya la importancia de la detección temprana, el tratamiento adecuado y las medidas de control de infecciones en entornos colectivos para prevenir la propagación de la infestación.

Hallazgos de laboratorio

El diagnóstico preciso de la sarna es fundamental para garantizar un tratamiento efectivo y prevenir la propagación de la infestación. Aunque los signos clínicos pueden sugerir la presencia de la enfermedad, el diagnóstico definitivo debe confirmarse mediante pruebas microscópicas específicas del organismo, los óvulos o las heces del ácaro.

La demostración microscópica del organismo, los óvulos o las heces se realiza mejor en una muestra montada y examinada con agua del grifo, aceite mineral o hidróxido de potasio (KOH). Estos medios de montaje facilitan la visualización de los ácaros y sus productos, lo que ayuda a confirmar el diagnóstico de manera precisa.

Para obtener los mejores resultados en el diagnóstico de la sarna, se recomienda raspar múltiples lesiones cutáneas. Se prefieren las lesiones no excoriadas de áreas específicas del cuerpo donde los ácaros tienden a habitar con mayor frecuencia, como las redes interdigitales, las muñecas, los codos o los pies. El uso de una cuchilla N.º 15 para raspar cada lesión hasta que esté plana ayuda a recoger una muestra adecuada para el examen microscópico.

Es importante destacar que los pacientes con sarna hiperqueratótica o con costras pueden requerir una evaluación adicional para detectar la presencia de inmunosupresión, especialmente si no hay una causa evidente de inmunosupresión. En tales casos, se deben considerar pruebas para infecciones como el VIH y el HTLV-1, ya que la inmunosupresión aumenta el riesgo de complicaciones graves asociadas con la sarna.

Además, los pacientes con sarna hiperqueratótica y superinfección bacteriana pueden presentar hallazgos de laboratorio consistentes con la infección y, en casos graves, pueden desarrollar sepsis. Por lo tanto, el manejo adecuado de estos pacientes requiere una evaluación integral que incluya pruebas de laboratorio pertinentes y un tratamiento multidisciplinario para abordar tanto la infestación por ácaros como las complicaciones asociadas.

Diagnóstico diferencial

El diagnóstico diferencial de la sarna es crucial debido a que sus manifestaciones clínicas pueden ser similares a otras afecciones de la piel que causan picazón, como la pediculosis (infestación de piojos), las picaduras de chinches y pulgas, así como otras causas de prurito.

Pediculosis: La sarna debe distinguirse de la pediculosis del cuerpo (causada por los piojos del cuerpo, Pediculus humanus corporis) y de la pediculosis del pubis (causada por los piojos del pubis, Pthirus pubis). Aunque ambas pueden causar picazón intensa y lesiones en la piel debido al rascado, las características específicas de las lesiones y la localización pueden ayudar a diferenciar entre estas condiciones. Por ejemplo, la sarna tiende a afectar áreas interdigitales, muñecas, codos y genitales, mientras que los piojos tienden a alojarse en el cabello y otras áreas pilosas del cuerpo.
Picaduras de Chinches y Pulgas: Las picaduras de chinches y pulgas pueden provocar picazón y lesiones cutáneas similares a las de la sarna. Sin embargo, la distribución de las lesiones y la presencia de otros signos, como la presencia de chinches o pulgas en el entorno del paciente, pueden ayudar a distinguir estas causas de prurito de la sarna.
Otras Causas de Prurito: Además, es importante considerar otras causas de prurito, como alergias cutáneas, dermatitis de contacto, dermatitis atópica, infecciones fúngicas de la piel (como la tiña), infecciones bacterianas de la piel (como el impétigo), entre otras. El historial clínico del paciente, los síntomas asociados y la evaluación de las lesiones cutáneas son fundamentales para realizar un diagnóstico diferencial preciso.