Tratamiento de la sarna
El tratamiento de la sarna tiene como objetivo principal la erradicación de los ácaros responsables de la infestación, así como el control de la dermatitis asociada, la cual puede persistir durante meses después de la eliminación efectiva de los ácaros. Se emplean diferentes medicamentos tópicos para lograr este fin, entre ellos la permetrina tópica al 5%, el lindano al 1%, la crema de azufre al 5% y la administración oral de ivermectina. Estos agentes se aplican en todo el cuerpo, desde el cuello hacia abajo, siguiendo las indicaciones específicas del médico. En algunos casos, puede ser necesario repetir el tratamiento después de una semana para asegurar la completa erradicación de los ácaros.
Además del tratamiento dirigido a los ácaros, se requiere controlar la dermatitis asociada a la sarna. Para aliviar los síntomas de picazón y reducir la inflamación, se pueden recetar corticosteroides tópicos o antihistamínicos. Es fundamental seguir las indicaciones del médico respecto al uso adecuado de estos medicamentos y evitar el rascado excesivo, lo cual podría predisponer a infecciones secundarias.
Para prevenir la reinfestación y garantizar una recuperación completa, se deben tomar medidas adicionales. Esto incluye el lavado minucioso de toda la ropa de cama, la ropa y los artículos personales en contacto con la piel infectada. Se recomienda lavar la ropa con agua caliente a una temperatura mínima de 60°C o colocarla en bolsas de plástico selladas durante al menos 14 días para asegurar la destrucción de cualquier ácaro residual.
Es crucial tratar a todas las personas infectadas en un entorno familiar o institucionalizado para prevenir la propagación de la infestación y evitar reinfestaciones. Esto es particularmente importante en grupos de alto riesgo, como residentes de hogares de ancianos, pacientes institucionalizados o con discapacidad mental, y pacientes con VIH/SIDA, donde el control de la sarna puede ser especialmente desafiante debido a la proximidad y la dificultad para mantener una adecuada higiene.
En cuanto al pronóstico, la mayoría de los casos de sarna responden bien al tratamiento adecuado y oportuno. Sin embargo, el control de la dermatitis persistente y la prevención de futuras reinfestaciones pueden requerir un manejo a largo plazo y medidas preventivas continuas. Es esencial seguir las recomendaciones del médico y mantener una estricta higiene personal y del entorno para evitar recurrencias.
Tratamiento con crema al 5% de permetrina
El tratamiento con crema al 5% de permetrina es altamente efectivo y seguro en el manejo de la sarna. Consiste en aplicar una única aplicación de la crema desde el cuello hacia abajo durante un período de 8 a 12 horas, luego se lava y se repite el proceso después de una semana. La permetrina es un agente que ha demostrado ser altamente efectivo en la eliminación de los ácaros responsables de la infestación de sarna, y su aplicación única simplifica el tratamiento para los pacientes.
Es importante tener en cuenta que, a pesar del tratamiento efectivo, los pacientes a menudo continúan experimentando picazón durante varias semanas después del tratamiento. Para aliviar los síntomas de la dermatitis persistente, se puede recetar una crema de triamcinolona al 0,1%, que ayuda a resolver la inflamación de la piel.
En el caso de pacientes embarazadas, el tratamiento con permetrina debe reservarse únicamente si se ha documentado la presencia de sarna, ya que la seguridad del medicamento durante el embarazo no está completamente establecida. Sin embargo, si el tratamiento es necesario, se puede considerar el uso de permetrina al 5% durante 12 horas o de una pomada al 5% o 6% de azufre en vaselina, aplicada todas las noches durante 3 noches, desde el cuello hacia abajo.
En los casos de fracasos terapéuticos, especialmente en personas sanas, las causas suelen estar relacionadas con el uso incorrecto o el tratamiento incompleto del entorno habitacional. En estos casos, se recomienda repetir el tratamiento con permetrina una vez a la semana durante 2 semanas, junto con una reeducación sobre el método y la extensión de la aplicación. Esto ayuda a asegurar una erradicación completa de los ácaros y prevenir reinfestaciones.
Tratamiento con ivermectina
La ivermectina es un fármaco utilizado en el tratamiento de la sarna debido a su eficacia y seguridad demostradas. En individuos inmunocompetentes, se ha observado que una dosis oral de 200 mcg/kg es efectiva en aproximadamente el 75% de los casos con una sola administración y en el 95% de los casos con dos dosis administradas con un intervalo de 2 semanas. Esta segunda dosis se administra teóricamente para abordar la posible eclosión de huevos luego de la primera dosis, ya que la ivermectina no posee acción ovicida.
Es común su combinación con permetrina tópica para maximizar la eficacia del tratamiento, actuando en conjunto para eliminar tanto los ácaros adultos como los huevos. En individuos inmunosuprimidos o con sarna hiperqueratótica, donde la sarna se presenta de manera más grave, puede ser necesario administrar múltiples dosis de ivermectina junto con tratamiento tópico con permetrina. En casos de sarna hiperqueratótica, se recomienda el uso de un queratolítico tópico, como la urea, para facilitar la eliminación de las escamas cutáneas y así mejorar la eficacia del tratamiento.
La ivermectina también se ha utilizado en programas de tratamiento masivo en áreas endémicas para controlar la propagación de la enfermedad. Esta estrategia de tratamiento a gran escala ha demostrado ser efectiva para controlar tanto la sarna como las infecciones bacterianas secundarias asociadas, como las infecciones estafilocócicas.
Además, la ivermectina puede ser útil en el tratamiento de complicaciones y secuelas de la sarna, como la superinfección bacteriana y las lesiones cutáneas persistentes. Para estas últimas, se pueden emplear corticosteroides tópicos o triamcinolona acetonida intralesional para aliviar los síntomas.
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