¿Cuáles son las principales funciones de las hormonas tiroideas?

Más del 99% de la T4 y la T3 presentes en el plasma están unidas a proteínas transportadoras y sólo el 0.1% circula en forma libre. Las proteínas que transportan las hormonas tiroideas en la sangre son la TBG, globulina ligadora de tiroxina, la prealbúmina ligadora de tiroxina o transtirretina y la albúmina.
Las proteínas ligadoras de hormonas tiroideas sirven como amortiguadores de los cambios bruscos de las hormonas tiroideas libres y actúan como reservorio circulante de estas, garantizando así una distribución uniforme dentro de un determinado tejido.
La T3 y la T4 tienen la capacidad de entrar directamente en las células diana, llegando hasta el receptor localizado en el núcleo celular. La interacción entre hormonas tiroideas y sus receptores pone en marcha una serie de pasos intermedios que van a conducir a su acción biológica.
El receptor es específico para la T3 al que se une con una afinidad 10 veces superior a la T4. El receptor nuclear una vez unido a la T3, forma un complejo que se une al ADN poniendo en marcha sus acciones biológicas, que se extienden prácticamente a todos los órganos y tejidos.
Las hormonas tiroideas tienen una amplio abanico de acciones biológicas que incluyen efectos morfogénicos, de crecimiento, diferenciación, desarrollo y regulan numerosos procesos metabólicos como el consumo de oxígeno, la termogénesis, el balance mineral y la síntesis y degradación de proteínas, lípidos y carbohidratos.
Las hormonas tiroideas son esenciales para la vida pero no existen tejidos diana específicos ya que prácticamente todos son afectados por ellas. Sin embargo existen grandes diferencias de sensibilidad a las hormonas tiroideas entre los distintos tipos de tejidos.
El efecto de las hormonas tiroideas durante el periodo prenatal y neonatal es predominantemente sobre el desarrollo del sistema nervioso central. Para el desarrollo correcto de todas las estructuras del sistema nervioso central y para su funcionamiento adecuado, se necesitan las hormonas tiroideas. En ausencia de ellas, el feto sufrirá graves trastornos neurológicos que se harán evidentes tras el nacimiento y que son además irreversibles como es el caso de la disminución del coeficiente intelectual.
Después del nacimiento los efectos de las hormonas tiroideas son reversibles, en donde predominan los efectos metabólicos sobre distintos tejidos y donde las hormonas tiroideas estimularán sobre todo el metabolismo basal y el consumo de oxígeno, además de estimular la síntesis de muchas proteínas estructurales.
El papel de las hormonas tiroideas en el crecimiento consiste fundamentalmente en estimular la expresión del gen de la hormona de crecimiento, aumentar la síntesis proteica y acelerar la proliferación del cartílago de conjunción.