El síndrome de la costilla cervical es un trastorno neurológico que ocurre como resultado de la compresión de las raíces nerviosas C8 y T1 o del tronco inferior del plexo braquial, causada por una costilla cervical o una banda fibrosa anómala que se origina en la séptima vértebra cervical. Esta estructura anómala puede ejercer presión directa sobre las estructuras nerviosas, alterando la transmisión normal de los impulsos y provocando una serie de manifestaciones clínicas características.
La compresión nerviosa en esta región afecta particularmente a las fibras motoras y sensitivas que inervan la mano. Como consecuencia, se observa debilidad progresiva y atrofia muscular, sobre todo en los músculos intrínsecos de la mano, siendo especialmente evidente en la eminencia tenar, región que alberga los músculos encargados de los movimientos del pulgar. Esta atrofia muscular compromete la destreza manual fina y puede dificultar actividades cotidianas como escribir, abotonarse una camisa o sujetar objetos pequeños.
En paralelo, los pacientes suelen referir dolor, parestesias (sensación de hormigueo) y entumecimiento que afecta los dos últimos dedos de la mano (anular y meñique), así como el borde cubital (interno) de la mano y el antebrazo. Estas manifestaciones sensitivas se deben a la afectación de fibras nerviosas que recorren este trayecto anatómico, típicamente inervadas por el nervio cubital, el cual deriva del tronco inferior del plexo braquial.
Para confirmar el diagnóstico, se recurre a estudios electrofisiológicos como la electromiografía, los estudios de conducción nerviosa y los potenciales evocados somatosensoriales, los cuales permiten evaluar la integridad funcional de los nervios afectados. Estos exámenes pueden evidenciar signos de denervación, conducción nerviosa lenta o bloqueos de conducción, confirmando la disfunción neuromuscular.
En cuanto a la evaluación anatómica, la resonancia magnética es particularmente útil, ya que permite visualizar las estructuras blandas y detectar la presencia de una banda fibrosa o costilla cervical que esté comprimiendo el plexo braquial. Las radiografías simples o la tomografía computarizada (TAC) pueden mostrar la existencia de una costilla cervical o de una apófisis transversa anormalmente larga en la séptima vértebra cervical. Sin embargo, es importante destacar que la ausencia de hallazgos en estas imágenes no excluye la presencia de una banda fibrosa, que puede ser de difícil detección mediante estas técnicas.
El tratamiento definitivo de este síndrome es quirúrgico, y consiste en la resección de la costilla cervical o de la banda fibrosa compresiva, con el objetivo de liberar el plexo braquial y restaurar la función nerviosa. La intervención temprana puede prevenir la progresión del daño neurológico y mejorar significativamente la calidad de vida del paciente.

Fuente y lecturas recomendadas:
- Goldman, L., & Schafer, A. I. (Eds.). (2020). Goldman-Cecil Medicine (26th ed.). Elsevier.
- Loscalzo, J., Fauci, A. S., Kasper, D. L., Hauser, S. L., Longo, D. L., & Jameson, J. L. (Eds.). (2022). Harrison. Principios de medicina interna (21.ª ed.). McGraw-Hill Education.
- Papadakis, M. A., McPhee, S. J., Rabow, M. W., & McQuaid, K. R. (Eds.). (2024). Diagnóstico clínico y tratamiento 2025. McGraw Hill.
- Rozman, C., & Cardellach López, F. (Eds.). (2024). Medicina interna (20.ª ed.). Elsevier España.