¿Qué efectos puede causar la suplementación excesiva con yodo?
La importancia del yodo en el correcto funcionamiento de la glándula tiroides es innegable. Esta glándula, vital para la regulación del metabolismo y el crecimiento, utiliza el yodo para sintetizar hormonas tiroideas, como la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3). Sin embargo, una suplementación dietética inadecuada puede desequilibrar el delicado sistema de regulación tiroidea y provocar disfunciones que van desde el hipotiroidismo hasta el hipertiroidismo.
Cuando se introduce yodo en exceso en el organismo a través de suplementos dietéticos, se pueden desencadenar varias respuestas adversas en la glándula tiroides. Uno de los mecanismos principales detrás de esto es el fenómeno conocido como “efecto Wolff-Chaikoff”. Este efecto se produce cuando se administran grandes cantidades de yodo, lo que inhibe temporalmente la síntesis de hormonas tiroideas. Aunque este mecanismo es una respuesta de protección del cuerpo contra la sobrecarga de yodo, en algunas personas puede desencadenar una disfunción tiroidea autoinmune.
La disfunción tiroidea autoinmune implica que el sistema inmunitario ataca por error a la glándula tiroides, lo que puede resultar en enfermedades como la enfermedad de Graves (hipertiroidismo) o la tiroiditis de Hashimoto (hipotiroidismo). La introducción de grandes cantidades de yodo puede actuar como un desencadenante en individuos genéticamente predispuestos a estas condiciones autoinmunes.
Además, la suplementación de yodo en dosis altas puede ser particularmente peligrosa en individuos con trastornos tiroideos preexistentes, como bocio nodular o enfermedad de Graves. En estos casos, la administración de yodo adicional puede exacerbar los síntomas y precipitar una condición conocida como tirotoxicosis, caracterizada por un exceso de hormonas tiroideas en el torrente sanguíneo.
Anatomía del hígado
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