La hiperglucemia crónica, es decir, niveles elevados de glucosa en sangre durante un período prolongado, puede tener efectos devastadores en varios sistemas del cuerpo, incluyendo los nervios, los vasos sanguíneos pequeños y órganos importantes como los ojos y los riñones.
- Nervios (Neuropatía):La hiperglucemia sostenida puede afectar los nervios de varias maneras:
- Daño a los vasos sanguíneos: Los altos niveles de glucosa en sangre pueden dañar los pequeños vasos sanguíneos que irrigan los nervios. Esto conduce a una disminución del flujo sanguíneo y, como resultado, los nervios no reciben suficiente oxígeno y nutrientes.
- Acumulación de productos finales de glicación avanzada (AGEs): La glucosa en exceso puede reaccionar con proteínas y lípidos en el cuerpo para formar AGEs. Estos productos pueden acumularse en los nervios, causando estrés oxidativo y daño celular.
- Inflamación y respuestas inmunológicas anormales: La hiperglucemia puede desencadenar respuestas inflamatorias anormales y alterar la función de las células inmunitarias. Esto puede llevar a la inflamación de los nervios y daño adicional.
- Disfunción metabólica: Los altos niveles de glucosa también pueden alterar la función metabólica de las células nerviosas, lo que dificulta la transmisión de señales nerviosas y la función normal de los nervios.
En conjunto, estos procesos pueden causar síntomas como dolor, entumecimiento, debilidad muscular y problemas de coordinación, que son características de la neuropatía diabética.
- Retina (Retinopatía):La retina es la capa sensible a la luz en el fondo del ojo y es esencial para la visión. La hiperglucemia a largo plazo puede dañar los vasos sanguíneos de la retina de varias maneras:
- Isquemia retiniana: La disminución del flujo sanguíneo debido al daño vascular puede llevar a la falta de oxígeno en la retina, lo que se conoce como isquemia retiniana. Esto puede provocar el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos anormales que pueden sangrar y causar cicatrices en la retina.
- Acumulación de fluido: La permeabilidad aumentada de los vasos sanguíneos retinianos dañados puede resultar en la acumulación de líquido en la retina, afectando la visión.
- Hemorragias: La fragilidad de los vasos sanguíneos dañados puede provocar hemorragias en la retina, lo que puede oscurecer o distorsionar la visión.
La retinopatía diabética es una complicación grave que, si no se trata adecuadamente, puede llevar a la pérdida de la visión.
- Glomérulos renales (Nefropatía):Los glomérulos son pequeños filtros en los riñones que eliminan los desechos y el exceso de líquido de la sangre. La hiperglucemia a largo plazo puede dañar los glomérulos de la siguiente manera:
- Aumento de la presión arterial: El daño a los vasos sanguíneos de los riñones puede llevar a un aumento de la presión arterial, lo que ejerce presión adicional sobre los glomérulos.
- Filtración anormal: Los altos niveles de glucosa pueden hacer que los glomérulos filtren sustancias de manera anormal, permitiendo que proteínas importantes se filtren en la orina.
- Inflamación y fibrosis: La inflamación crónica y la fibrosis en los riñones pueden dañar aún más los glomérulos y reducir su capacidad de filtración.
La nefropatía diabética es una complicación grave que puede conducir a la insuficiencia renal y la necesidad de diálisis o trasplante renal.

Originally posted on 1 de octubre de 2023 @ 8:08 PM

