Enfermedad ósea metabólica
Enfermedad ósea metabólica

Enfermedad ósea metabólica

La absorciometría dual de rayos X, conocida como DXA (por sus siglas en inglés), es una técnica de imagen que permite medir con precisión la densidad mineral ósea, especialmente en el hueso cortical. Esta densidad se expresa típicamente en gramos por centímetro cuadrado (g/cm²), una unidad que representa la cantidad de mineral óseo presente en un área específica del hueso. Cabe destacar que existen rangos normales distintos para cada hueso del cuerpo, así como para cada tipo de equipo DXA, debido a variaciones técnicas entre las diferentes máquinas utilizadas en la práctica clínica.

Para interpretar los resultados de la densidad mineral ósea, se utilizan dos tipos principales de puntuaciones estandarizadas: la puntuación Z y la puntuación T. La puntuación Z compara la densidad mineral ósea de un individuo con la media correspondiente a personas de la misma edad y sexo. Esta puntuación se expresa como el número de desviaciones estándar respecto a dicha media poblacional. Es particularmente útil en la evaluación del riesgo de fractura en mujeres premenopáusicas, hombres menores de 50 años y en niños. Una puntuación Z inferior a –2.0 sugiere una densidad ósea significativamente más baja de lo esperado para la edad y el sexo del individuo, y requiere una evaluación clínica adicional para identificar posibles causas subyacentes.

Por otro lado, la puntuación T compara la densidad mineral ósea de un individuo con la media de adultos jóvenes sanos del mismo sexo. Este parámetro es fundamental en la evaluación diagnóstica de enfermedades óseas en adultos mayores. Una puntuación T reducida indica pérdida ósea y se emplea para clasificar a los pacientes en tres categorías principales según los criterios establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS): un valor de T igual o superior a –1.0 se considera normal; entre –1.0 y –2.5 se diagnostica osteopenia, también conocida como baja densidad ósea; y un valor inferior a –2.5 indica osteoporosis. Cuando una puntuación T menor de –2.5 se asocia con la presencia de una fractura por fragilidad, se clasifica como osteoporosis severa.

Es importante señalar que un T-score bajo, aunque indica osteoporosis u osteopenia, no excluye la presencia de osteomalacia, una enfermedad caracterizada por la mineralización inadecuada del hueso. Además, el riesgo de fractura ósea se duplica aproximadamente por cada disminución de una desviación estándar en la densidad mineral ósea, lo que subraya la importancia clínica de esta medida en la prevención y el manejo de las fracturas por fragilidad.

La herramienta de evaluación del riesgo de fractura, conocida como FRAX por sus siglas en inglés (Fracture Risk Assessment Tool), es un instrumento clínico diseñado para estimar la probabilidad que tiene un individuo de sufrir una fractura osteoporótica mayor, incluida la fractura de cadera, en un horizonte temporal de diez años. Este modelo predictivo se ha convertido en un componente fundamental en la toma de decisiones terapéuticas, especialmente en pacientes que presentan osteopenia, es decir, una densidad mineral ósea reducida que no alcanza los umbrales diagnósticos de osteoporosis.

La utilidad clínica de FRAX radica en su capacidad para integrar múltiples factores de riesgo en un solo cálculo cuantitativo. Entre los parámetros que considera se incluyen la edad del paciente, el sexo, la densidad mineral ósea del cuello femoral (expresada mediante la puntuación T), el índice de masa corporal, antecedentes personales o familiares de fracturas, el consumo de tabaco, la ingesta crónica de alcohol, la presencia de enfermedades reumatológicas como la artritis reumatoide, y la exposición previa a glucocorticoides. Este enfoque multifactorial permite una evaluación más precisa del riesgo de fractura que la densidad ósea aislada.

Según las recomendaciones de la Fundación Nacional de Osteoporosis de los Estados Unidos, el tratamiento farmacológico debe considerarse en personas con osteopenia —definida por una puntuación T entre –1.0 y –2.5— si el riesgo calculado a diez años de sufrir una fractura de cadera es igual o superior al tres por ciento, o si el riesgo de sufrir cualquier fractura osteoporótica mayor (como las de columna vertebral, húmero proximal o muñeca) alcanza o supera el veinte por ciento. Estas cifras permiten estratificar el riesgo de manera objetiva y orientar la indicación de terapias antifractura en pacientes que, por criterios densitométricos, aún no tienen osteoporosis franca.

No obstante, el modelo FRAX presenta limitaciones importantes que deben ser tenidas en cuenta en la práctica clínica. En primer lugar, la herramienta se basa exclusivamente en la densidad mineral ósea del cuello femoral, sin incluir las mediciones de la columna vertebral, que son igualmente relevantes en la evaluación del riesgo óseo, especialmente en mujeres posmenopáusicas. En segundo lugar, FRAX no incorpora el riesgo de caídas, un determinante crucial del riesgo de fractura, particularmente en adultos mayores. Asimismo, el modelo no ajusta adecuadamente el riesgo según el grupo étnico o racial del paciente en todas las poblaciones, lo que puede reducir su precisión en contextos demográficos diversos. Tampoco considera la dosis acumulativa de glucocorticoides, lo que limita su aplicabilidad en pacientes con enfermedades inflamatorias crónicas tratadas con corticoides.

Por estas razones, aunque FRAX representa una herramienta valiosa para apoyar la toma de decisiones clínicas, sus resultados deben interpretarse en el contexto de una evaluación médica integral. La decisión de iniciar tratamiento debe ser siempre individualizada, considerando no solo los resultados del FRAX, sino también factores clínicos adicionales, las preferencias del paciente y la posibilidad de otros métodos diagnósticos complementarios. La herramienta FRAX está disponible en línea, de forma gratuita, en la siguiente dirección: https://frax.shef.ac.uk/FRAX/tool.aspx?country=9.

 

 

 

 

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Fuente y lecturas recomendadas:
  1. Carey JJ et al. Risk assessment tools for osteoporosis and fractures. Best Pract Res Clin Rheumatol. 2022;36:101775. [PMID: 36050210]
  2. Yu JS et al. ACR appropriateness criteria osteoporosis and bone mineral density: 2022 update. J Am Coll Radiol. 2022;19:S417. [PMID: 36436967]
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