¿Qué son los glucocorticoides?
Los glucocorticoides introducidos por primera vez en la práctica clínica a comienzos de los años cincuenta, siguen siendo el grupo de medicamentos más frecuentemente prescritos en todo el mundo, principalmente debido a sus propiedades inmunodepresoras y antiinflamatorias, extremadamente potentes.
Los glucocorticoides endógenos se forman a partir del colesterol en la corteza suprarrenal. Estas hormonas envían su señal a través de los receptores de glucocorticoides.
El gen del receptor de glucocorticoides humano (NR3C1) codifica la proteína principal GRα de 795 aminoácidos, responsable de la mayoría de las actividades de los glucocorticoides. Tras la activación por su ligando hormonal endógeno o sintético, el receptor de glucocorticoides unido a la proteína de shock térmico citoplásmica sufre cambios estructurales y translocación al núcleo celular donde se une directamente al ADN, o bien se fija al ADN a través de proteínas. En ambos casos, GR puede activar o inhibir la transcripción.
Las propiedades antiinflamatorias e inmunodepresoras de los glucocorticoides derivan de la activación directa de los genes antiinflamatorios y de la represión de los genes proinflamatorios.
Las consecuencias extremadamente amplias de las acciones de los glucocorticoides derivan del hecho de que la proteína receptor de glucocorticoides se expresa esencialmente en todos los tipos celulares del organismo.
El efecto mejor conocido de los glucocorticoides, que constituye la base de su frecuente uso, es la inhibición de la inflamación. Ello deriva de la reducción espectacular de las cantidades de
- citocinas inflamatorias (TNF, IL-1α, IL-1β, IL-12p40, IL-6).
- quimiocinas (Cxcl10, Ccl2, Ccl3, Ccl4, Ccl5).
- moléculas de adhesión celular (ICAM, ELAM).
- otros mediadores de la inflamación (como los producidos a través de la actividad de la ciclooxigenasa 2 y la fosfolipasa A2: prostaglandinas, leucotrienos y metabolitos del ácido araquidónico) que son producidos por los macrófagos, las células endoteliales, los fibroblastos y otros tipos celulares.
Los cambios de transcripción proporcionan un entorno menos inflamatorio, reduciendo la circulación de leucocitos y linfocitos y su número debido a la reducción de la proliferación y el aumento de la apoptosis de ciertos subgrupos de células.
Debe señalarse que la apoptosis mediada por el receptor de glucocorticoides específicamente la de linfocitos inmaduros y transformados, hace de los glucocorticoides los fármacos de elección para numerosas neoplasias malignas hematológicas.
En condiciones fisiológicas, la producción de GC en la inflamación se desencadena a través de la activación del eje hipotalámico-hipofisario-suprarrenal (HHS)3 mediante las señales de las citocinas inflamatorias cuando los mecanismos locales que controlan la inflamación son insuficientes. La administración prolongada o con altas dosis de glucocorticoides no es susceptible de inhibición mediada por el eje HHS, y produce inmunodepresión y aumento de la susceptibilidad a infecciones.
Los glucocorticoides se han aprobado para su empleo en una gran variedad de trastornos inflamatorios con diversas dosis y con distinta duración. Pueden utilizarse para el tratamiento a corto plazo de brotes agudos de enfermedades, como asma, gota, artritis reumatoide, artritis inflamatoria juvenil o artritis psoriásica, y en reacciones alérgicas agudas, mientras que en otros trastornos se requieren para mantener la remisión de la enfermedad, en casos como los de sarcoidosis, colitis ulcerosa, eccemas, glomerulonefritis de cambios mínimos, lupus eritematoso sistémico, dermatomiositis, arteritis temporal y polimialgia reumática.
Los glucocorticoides inhalados pueden utilizarse para el tratamiento del asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, y los glucocorticoides intraarticulares se usan para controlar los síntomas articulares localizados en pacientes con artritis y artrosis inflamatoria.
Anatomía del hígado
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