Entropión y Ectropión

El entropión es una condición en la que el párpado, generalmente el inferior, se voltea hacia adentro, lo que puede causar que las pestañas rocen contra el ojo. Suele ocurrir debido a la degeneración de los tejidos perioculares con la edad o a la cicatrización extensa. Por otro lado, el ectropión es cuando el párpado, especialmente el inferior, se voltea hacia afuera, dejando expuesta la superficie interna del párpado y la conjuntiva.

Entropión

El entropion es una condición oftalmológica en la cual el párpado, típicamente el inferior, se voltea hacia adentro, haciendo que las pestañas rocen contra la córnea y la superficie del ojo. Esto puede causar irritación, enrojecimiento, lagrimeo excesivo e incluso abrasiones en la córnea si no se trata adecuadamente. Si bien puede ocurrir en personas de cualquier edad, es más común en personas mayores, y esto puede atribuirse a una serie de factores relacionados con el envejecimiento y la degeneración de los tejidos perioculares.

Uno de los principales factores detrás del entropion en personas mayores es la degeneración de la fascia del párpado. La fascia es un tejido conectivo que proporciona soporte y estructura a los músculos y tejidos circundantes. Con el envejecimiento, la fascia tiende a debilitarse y perder su elasticidad, lo que puede provocar que el párpado se voltee hacia adentro de manera involuntaria. Esta debilidad de la fascia puede deberse a una combinación de factores, incluida la pérdida de colágeno y elastina en la piel relacionada con el envejecimiento, así como la acumulación de daño celular y cambios en la composición de los tejidos.

Además, el entropion puede ser causado por una extensa cicatrización de la conjuntiva y el tarso. La conjuntiva es la membrana delgada y transparente que recubre la superficie interna del párpado y la parte blanca del ojo, mientras que el tarso es el tejido cartilaginoso que proporciona estructura al párpado. Cuando hay cicatrices extensas en estas áreas debido a lesiones, infecciones o cirugías previas, puede provocar un cambio en la anatomía normal del párpado, lo que lleva al entropion.

La corrección del entropion suele ser necesaria cuando las pestañas comienzan a rozar la córnea, lo que puede causar molestias y daños en la superficie del ojo. La cirugía es el tratamiento principal y consiste en reposicionar el párpado para que se vuelva a colocar correctamente. Esto puede implicar fortalecer los tejidos debilitados, eliminar las cicatrices que están causando el problema o ajustar la anatomía del párpado mediante técnicas quirúrgicas específicas.

En casos de entropion involucional del párpado inferior en personas mayores, donde la cirugía puede no ser una opción viable debido a la fragilidad de los tejidos o a otras condiciones médicas, las inyecciones de toxina botulínica pueden ofrecer una solución temporal. La toxina botulínica, como el Botox, se puede inyectar en los músculos alrededor del ojo para relajarlos temporalmente, lo que puede ayudar a prevenir que el párpado se voltee hacia adentro. Aunque esta no es una solución permanente, puede proporcionar alivio a corto plazo mientras se consideran otras opciones de tratamiento.

Ectropión

El ectropión es una condición oftalmológica en la cual el párpado, principalmente el inferior, se voltea hacia afuera, alejándose del globo ocular. Esta inversión del párpado puede dejar expuesta la superficie interna del párpado y la conjuntiva, lo que puede causar irritación, sequedad ocular, enrojecimiento y sensación de arenilla en el ojo. Aunque puede afectar a personas de todas las edades, es más común en individuos de edad avanzada, y esto se debe a una serie de factores asociados con el proceso natural de envejecimiento y los cambios en la anatomía del párpado.

Una de las razones principales por las cuales el ectropión es más común en personas mayores es la laxitud de los tejidos perioculares. Con el envejecimiento, la piel y los tejidos que sostienen los párpados tienden a perder elasticidad y tono muscular. Esto puede llevar a una disminución en la capacidad de los músculos y ligamentos del párpado para mantener su posición normal, lo que facilita que el párpado se voltee hacia afuera de manera involuntaria.

Además, otros factores asociados con el envejecimiento pueden contribuir al desarrollo del ectropión. Por ejemplo, la pérdida de grasa subcutánea alrededor del área de los ojos y la cara puede disminuir el soporte estructural del párpado, lo que aumenta la probabilidad de que se invierta hacia afuera. Además, la degeneración del colágeno y la elastina en la piel puede hacer que sea menos resistente a la tensión y la distensión, lo que contribuye a la laxitud de los tejidos y aumenta la probabilidad de ectropión.

Otro factor que puede contribuir al ectropión en personas mayores es la presencia de cicatrices o cambios en la anatomía del párpado debido a cirugías o lesiones previas. Las cicatrices pueden alterar la estructura normal del párpado y afectar su capacidad para mantener su posición correcta, lo que puede provocar que se voltee hacia afuera.

La corrección del ectropión puede ser necesaria si causa síntomas como desgarros excesivos, exposición a la queratitis (inflamación de la córnea debido a la exposición) o problemas estéticos significativos. La cirugía es el tratamiento principal y generalmente implica reposicionar el párpado para que vuelva a su posición normal. Esto puede lograrse mediante diferentes técnicas quirúrgicas, como la eliminación del exceso de tejido, el refuerzo de los ligamentos del párpado y la reconstrucción de la anatomía del párpado.

Homo medicus

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