Factores que importan para aprender más rápido y eficiente.
Aprender es adquirir conocimiento de forma competente. Ese conocimiento es lo que nos ayudará a desarrollar el tipo de vida y profesión que deseamos. La mejora del estilo de aprendizaje y estudio requiere esfuerzos en el día a día a corto, mediano y largo plazo.
El aprendizaje es algo que se da en todas las etapas, experiencias e interacciones del desarrollo. Los estudiantes actualmente disponen de ilimitadas fuentes de información y experiencias, por lo que el aprendizaje ya no puede cuantificarse, encerrarse en un espacio físico, concretarse en un simple listado, ni temporalizarse de forma simple.
Los alumnos ya no son solo receptores de información y conocimientos, son también productores, agentes activos en su propio aprendizaje y en el de otras personas. Actualmente el tiempo de aprendizaje y estudio es ilimitado. El concepto aprendizaje durante toda la vida es un hecho que va más allá del periodo oficial de escolaridad.
Las buenas condiciones de descanso y sueño son imprescindibles para el aprendizaje pues permiten que los procesos cognitivos se desarrollen adecuadamente. Propiciar unos buenos hábitos de descanso y sueño determinarán nuestra salud y motivación en relación al trabajo intelectual.
Existen alimentos específicos, como las nueces, que favorecen el trabajo intelectual. Los cereales y las frutas mejoran la memoria, favorecen la concentración e incrementan la velocidad de procesamiento de la información.
La práctica regular de ejercicio entre moderado a intenso aumenta el rendimiento académico, al activar sustancias en nuestro cerebro relacionadas con la planificación, concentración, procesamiento de la información, memoria y aprendizaje. El ejercicio físico ayuda a relajarse al descargar nuestras tensiones antes y después del estudio, y predispone positivamente a nuestro cerebro para el aprendizaje.
Una baja autoestima académica y/o personal puede estar impidiendo un correcto progreso académico.
Cuanto más tiempo permanezca la información en la memoria a corto plazo, más probable es que sea transferida a la memoria a largo plazo. El nivel de ansiedad aumenta por el miedo al fracaso surgiendo pensamientos negativos, de esta manera se activa un círculo vicioso qué impide la recuperación de los contenidos almacenados en la memoria. Para poder atender y memorizar adecuadamente, elimine aquello que pueda distraerle y lea y estudie en un lugar tranquilo, exento de ruido u otras personas alrededor.
Su memoria mejorará si logra identificar bien las ideas importantes de lo que lee, las subraya y se concentra en ellas. La organización es otra de las claves para una recuperación eficaz de la información almacenada en la memoria. Revise la organización y estructura de los apuntes o capítulos que deba leer y estudiar.
Pueden ser de utilidad las reglas nemotécnicas, que son aquellas estrategias que ayudan a memorizar los contenidos. Una regla nemotécnica puede ser aprenderse palabras o datos con rimas, hacer una palabra con las iniciales de las palabras a recordar, dibujar caras divertidas con nombres para recordar, asociar lo que deseamos aprender con una imagen, palabra o letra, etc.
Además de la atención y memoria, otros procesos cognitivos como el pensamiento y lenguaje juegan un papel fundamental en las técnicas de estudio.
Es importante ser realista, calcular la fecha de un examen y dividir las materias en el tiempo disponible. Mientras algunas personas optan por prepararse solo parte del temario a consciencia, otras prefieren estudiarlo todo aunque no sea con tanta profundidad.
Anatomía del hígado
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