Los inhibidores de SGLT-2, como la dapagliflozina y la empagliflozina, han emergido como tratamientos innovadores en el manejo de la insuficiencia cardíaca, mostrando un impacto significativo en la reducción del riesgo de muerte cardiovascular y de hospitalización por insuficiencia cardíaca. Este efecto benéfico se ha observado tanto en pacientes con fracción de eyección del ventrículo izquierdo reducida como en aquellos con fracción de eyección preservada, independientemente de la presencia de diabetes.
El mecanismo de acción de los inhibidores de SGLT-2 se basa en la inhibición del cotransportador sodio-glucosa tipo 2, que se encuentra predominantemente en los túbulos proximales del riñón. Al bloquear este transportador, se reduce la reabsorción de glucosa y sodio, lo que resulta en un aumento en la excreción urinaria de glucosa y, por ende, en una disminución de la glucemia. Este efecto es especialmente relevante para los pacientes diabéticos, pero también proporciona beneficios en aquellos sin diabetes.
La reducción en la reabsorción de sodio contribuye a un efecto diurético, lo que ayuda a disminuir la sobrecarga de volumen, un problema común en la insuficiencia cardíaca. Al promover la eliminación de líquidos, los inhibidores de SGLT-2 pueden aliviar los síntomas congestivos, como la dificultad para respirar y la hinchazón en las extremidades. Este alivio sintomático se traduce en una mejora en la calidad de vida de los pacientes y puede contribuir a la reducción en la necesidad de hospitalización.
Además de sus efectos diuréticos, los inhibidores de SGLT-2 tienen propiedades cardioprotectoras. Estos medicamentos pueden mejorar la función del miocardio y reducir el estrés hemodinámico en el corazón, lo que contribuye a disminuir el riesgo de eventos adversos cardiovasculares. Este efecto ha sido respaldado por múltiples ensayos clínicos que han demostrado una reducción significativa en la mortalidad cardiovascular entre los pacientes tratados con dapagliflozina y empagliflozina.
Otro aspecto importante es la tolerancia de estos fármacos. Se utilizan en una dosis única de 10 miligramos al día, y los estudios han mostrado que generan beneficios rápidos, evidentes dentro de las primeras dos semanas de tratamiento. Además, los inhibidores de SGLT-2 han demostrado ser bien tolerados en términos de sus efectos sobre la presión arterial y la función renal. De hecho, en estudios se ha observado que pueden incluso tener un efecto protector sobre la función renal, lo que es particularmente relevante en la población con insuficiencia cardíaca, donde la función renal a menudo está comprometida.
Es notable que se han incluido en los ensayos clínicos a pacientes con una tasa de filtración glomerular estimada de 20 mililitros por minuto por 1.73 metros cuadrados, lo que indica que los inhibidores de SGLT-2 pueden ser efectivos y seguros incluso en etapas avanzadas de la enfermedad renal. Este hallazgo amplía las opciones terapéuticas disponibles para pacientes con insuficiencia cardíaca y enfermedad renal, dos condiciones que a menudo coexisten y complican el manejo clínico.

Fuente y lecturas recomendadas:
- Packer M et al. Cardiovascular and renal outcomes with empagliflozin in heart failure. N Engl J Med. 2020;383:1413. [PMID: 32865377]
- Solomon SD et al; DELIVER Trial Committees and Investigators. Dapagliflozin in heart failure with mildly reduced or preserved ejection fraction. N Engl J Med. 2022;387:1089. [PMID: 36027570]
Originally posted on 9 de octubre de 2024 @ 5:11 PM