La alergia al veneno es una reacción alérgica sistemática que ocurre como respuesta a la picadura de ciertos insectos. Las picaduras de insectos que más comúnmente desencadenan estas reacciones alérgicas son las de abejas melíferas, vespidos (como avispas, avispas de chaqueta amarilla y hornets) y hormigas de fuego. Estas picaduras pueden inducir reacciones alérgicas graves, siendo las más severas las reacciones anafilácticas, que son potencialmente mortales. Estas reacciones pueden ocurrir en cualquier etapa de la vida, independientemente de la edad, y pueden desarrollarse tras una sola picadura o una exposición repetida.
Las reacciones anafilácticas son particularmente comunes en pacientes que tienen un historial previo de reacciones alérgicas severas a picaduras de insectos, o que han tenido reacciones alérgicas recientes. En estos pacientes, el riesgo de desarrollar una reacción sistémica grave aumenta significativamente si se exponen nuevamente al veneno de estos insectos. Sin embargo, el riesgo de una reacción alérgica sistémica disminuye con el tiempo desde la última picadura, es decir, si ha transcurrido un largo período desde el evento alérgico previo, las probabilidades de una nueva reacción grave disminuyen.
Los síntomas típicos de una reacción alérgica sistémica a picaduras de insectos incluyen urticaria generalizada, anafilaxis, angioedema (hinchazón profunda de los tejidos, generalmente en áreas como los labios, los ojos y la garganta), sibilancias o dificultad para respirar, y en ocasiones diarrea. Si un paciente presenta cualquiera de estos síntomas tras una picadura de insecto, se debe considerar la posibilidad de una alergia sistémica al veneno, y se recomienda la remisión a un alergólogo para una evaluación confirmatoria a través de pruebas de alergia al veneno. Estas pruebas incluyen la determinación de anticuerpos IgE específicos contra los venenos de los insectos responsables de la picadura, lo que puede confirmar la alergia y orientar el tratamiento adecuado.
En cuanto al tratamiento, la inmunoterapia con veneno es una opción comúnmente recomendada para pacientes diagnosticados con alergia al veneno, ya que este tratamiento tiene como objetivo desensibilizar al paciente al veneno a lo largo del tiempo, reduciendo así la gravedad de las reacciones alérgicas ante futuras picaduras. Esta terapia consiste en la administración regular de dosis controladas del veneno del insecto, de manera gradual, para ayudar a que el sistema inmunológico del paciente tolere el veneno y evite la reacción anafiláctica en el futuro.
Mientras se espera la consulta con el alergólogo o la implementación de la inmunoterapia, es crucial que los pacientes en riesgo de sufrir reacciones anafilácticas reciban un autoinyector de epinefrina. La epinefrina es un tratamiento de emergencia que puede revertir rápidamente los efectos de una reacción anafiláctica al actuar sobre los vasos sanguíneos y las vías respiratorias. Los pacientes deben ser instruidos para autoadministrarse epinefrina en caso de exposición continua al veneno, especialmente si se encuentran en un entorno donde las picaduras de insectos son comunes.

Fuente y lecturas recomendadas:
- Golden DB et al. Stinging insect hypersensitivity: a practice parameter update 2016. Ann Allergy Asthma Immunol. 2017;118:28. [PMID: 28007086]