Trastornos de la marcha en ancianos
Los trastornos de la marcha y el equilibrio son comunes en los ancianos y pueden contribuir al riesgo de caídas y lesiones. Con el envejecimiento, se producen cambios en el sistema nervioso central, el sistema vestibular y el sistema músculo-esquelético que pueden afectar la capacidad de una persona para mantener el equilibrio y caminar con seguridad.
Trastornos de la marcha en ancianos
Los ancianos pueden experimentar cambios en la visión, la audición y la percepción sensorial, lo que puede dificultar aún más la capacidad de mantener el equilibrio y la coordinación. Las enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión arterial y las enfermedades neurológicas también pueden contribuir a los trastornos de la marcha y el equilibrio en los ancianos.
Es importante que los ancianos se sometan a evaluaciones regulares de la marcha y el equilibrio, especialmente si han experimentado caídas previas o tienen antecedentes de enfermedades crónicas que puedan afectar su capacidad para caminar y mantener el equilibrio. Los médicos pueden realizar pruebas específicas para evaluar la fuerza muscular, la flexibilidad, la coordinación y la capacidad de mantener el equilibrio en los ancianos, y pueden recomendar ejercicios de fortalecimiento y equilibrio para mejorar la función física y reducir el riesgo de caídas y lesiones.
Se han descrito trastornos de la marcha en 15% de los individuos de más de 65 años. Hacia los 80 años de edad, una persona de cada cuatro utilizará un dispositivo mecánico para auxiliarse en la ambulación. Entre los que tienen 85 años o más, la preva lencia de anormalidades en la marcha se acerca a 40%.
Se ha identificado que los trastornos de la marcha son un factor de riesgo importante para caídas y lesiones. Las caídas son una de las principales causas de lesiones y discapacidad en los ancianos, y los trastornos de la marcha son un factor de riesgo importante para caídas y lesiones en este grupo de edad. Los ancianos con trastornos de la marcha tienen un mayor riesgo de sufrir fracturas de cadera.
Trastornos de la marcha en ancianos
Es importante evaluar regularmente la marcha y el equilibrio de los ancianos y tomen medidas para reducir el riesgo de caídas y lesiones. Esto puede incluir recomendaciones para hacer modificaciones en el hogar para mejorar la seguridad, como la instalación de barras de agarre y la eliminación de obstáculos, así como la prescripción de ejercicios específicos de fortalecimiento y equilibrio. También pueden ser necesarias intervenciones farmacológicas para tratar afecciones médicas subyacentes que pueden estar contribuyendo a los trastornos de la marcha y el equilibrio.
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