Tratamiento de pacientes con tos

Tratamiento de pacientes con tos
Tratamiento de pacientes con tos

La tos puede ser extremadamente molesta y puede afectar la calidad de vida del paciente. El tratamiento busca aliviar esta molestia y mejorar el bienestar general del individuo. En algunos casos, la tos puede ser un síntoma de una afección subyacente más grave, como una infección respiratoria o una enfermedad pulmonar. Tratar la tos puede ayudar a prevenir complicaciones relacionadas con estas condiciones subyacentes.

 

Tosa aguda

El tratamiento de la tos aguda aborda múltiples aspectos, desde la causa subyacente de la enfermedad hasta los síntomas mismos y los factores que puedan agravarla. La tos aguda, generalmente de corta duración (1 a 3 semanas), puede ser causada por una variedad de afecciones, desde infecciones virales como la gripe hasta irritantes ambientales o alergias.

Uno de los enfoques terapéuticos implica tratar la causa subyacente de la tos. Por ejemplo, si se diagnostica influenza, se pueden recetar medicamentos antivirales como el oseltamivir, zanamivir o peramivir para reducir la duración de la enfermedad, especialmente si se administran dentro de las primeras 30-48 horas del inicio de los síntomas.

En el caso de infecciones bacterianas como Chlamydophila o Mycoplasma, se pueden recetar antibióticos como la eritromicina o la doxiciclina. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los antibióticos no son eficaces para todas las causas de tos aguda, como en el caso de la bronquitis aguda no complicada.

Para aliviar los síntomas de la tos, se pueden usar diferentes enfoques. Por ejemplo, los beta2-agonistas inhalados pueden ser útiles en pacientes con bronquitis y sibilancias, ya que pueden reducir la gravedad y la duración de la tos. Además, el tratamiento del goteo posnasal con antihistamínicos, descongestionantes, irrigación nasal con solución salina o corticosteroides nasales puede proporcionar alivio en pacientes con tos aguda.

Respecto a los medicamentos para la tos, los estudios han demostrado resultados variados. El dextrometorfano puede tener un beneficio modesto, mientras que la miel ha demostrado proporcionar cierto alivio sintomático. Sin embargo, la codeína no parece ser más efectiva que un placebo para reducir los síntomas de la tos aguda.

 

Tos persistente o crónica

La evaluación y el manejo de la tos persistente son procesos complejos que pueden implicar múltiples visitas médicas y ensayos terapéuticos debido a varias razones. La tos persistente puede ser un síntoma de una amplia gama de condiciones subyacentes, desde infecciones respiratorias hasta enfermedades crónicas como el asma o el reflujo gastroesofágico. Por lo tanto, identificar la causa exacta de la tos puede requerir pruebas diagnósticas adicionales y la evaluación de múltiples posibilidades, lo que a su vez puede llevar tiempo y requerir varias visitas médicas.

Además, el tratamiento de la tos persistente puede ser desafiante debido a la falta de evidencia clara sobre qué enfoques terapéuticos son más efectivos en diferentes situaciones. Por ejemplo, en el caso de la tos ferina, el tratamiento con antibióticos puede ser adecuado al principio de la infección para reducir la eliminación del organismo y prevenir la transmisión a otras personas. Sin embargo, una vez que la tos ferina ha durado más de una semana o dos, el tratamiento con antibióticos puede no afectar la duración de la tos, que puede persistir durante meses.

Para otras causas de tos persistente, como el goteo posnasal, el asma o el reflujo gastroesofágico, la evidencia sobre la eficacia de diferentes tratamientos puede ser limitada o contradictoria. Esto puede llevar a la necesidad de ensayos terapéuticos para determinar qué enfoque es más efectivo para un paciente en particular.

En cuanto a la terapia con corticosteroides inhalados, aunque a menudo se utiliza en el tratamiento del asma, los estudios han encontrado resultados inconsistentes en adultos con tos persistente, lo que resalta la necesidad de una evaluación individualizada y un enfoque personalizado para el tratamiento.

El tratamiento de la tos crónica idiopática, es decir, de origen desconocido, representa un desafío clínico debido a la complejidad y diversidad de posibles causas subyacentes. En este contexto, es crucial que estos pacientes sean evaluados por especialistas como otorrinolaringólogos o neumólogos, quienes cuentan con experiencia en el diagnóstico y manejo de trastornos respiratorios.

La realización de una tomografía computarizada de alta resolución de los pulmones puede ser una herramienta diagnóstica útil para detectar posibles anomalías estructurales o patologías subyacentes que puedan contribuir a la tos crónica.

Las opciones de tratamiento mencionadas, como el aerosol de lidocaína para la garganta, la terapia nebulizada con lidocaína y el sulfato de morfina, se centran en aliviar la irritación y la sensibilidad de las vías respiratorias, que pueden ser exacerbadas en algunos pacientes con tos crónica idiopática. La lidocaína actúa como un anestésico local, mientras que la morfina puede ayudar a suprimir la tos al actuar sobre los receptores del dolor y la tos en el sistema nervioso central.

Se ha sugerido que la disfunción sensorial de las ramas laríngeas del nervio vago puede contribuir a los síndromes de tos persistente, lo que puede explicar la efectividad de ciertos medicamentos como la gabapentina y el baclofeno en el alivio de la tos crónica en algunos pacientes. Estos medicamentos actúan sobre el sistema nervioso para modular la percepción sensorial y pueden ser beneficiosos en casos de tos crónica de origen neuropático.

La terapia de patología del habla combinada con pregabalina también puede proporcionar cierto beneficio en la tos crónica refractaria al abordar los aspectos cognitivos y conductuales asociados con la tos crónica.

En pacientes con síndrome de hipersensibilidad a la tos, la terapia dirigida a cambiar el enfoque de atención del paciente de estímulos internos a puntos focales externos puede ser útil. Esto puede incluir técnicas de atención plena y terapia cognitivo-conductual para ayudar al paciente a controlar y manejar su respuesta a la tos.

Por último, en el caso del reflujo gastroesofágico como causa subyacente de la tos crónica, los inhibidores de la bomba de protones pueden no ser efectivos cuando se usan solos. En cambio, se enfatiza la importancia de las modificaciones en el estilo de vida, como la dieta y la reducción de peso, que pueden proporcionar un mayor beneficio en el manejo de la tos crónica asociada al reflujo gastroesofágico.

 

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