Clasificación de los forámenes nutricios de los huesos
Los forámenes nutricios son pequeños orificios que se encuentran en la superficie de los huesos. Estos forámenes tienen la función de permitir el paso de vasos sanguíneos y nervios hacia el interior del hueso, proporcionando así la nutrición necesaria para mantener su salud y funcionamiento adecuados.
Los forámenes nutricios se profundizan en el hueso formando canales nutricios, que son pequeños conductos o canales que permiten el paso de los vasos sanguíneos y los nervios desde la superficie hacia el interior del hueso. Estos canales nutricios son esenciales para el suministro de sangre y nutrientes a las células óseas, así como para la eliminación de productos de desecho y la comunicación nerviosa.
Estos forámenes nutricios se dividen en tres órdenes según sus dimensiones y ubicación en el hueso:
A. Forámenes de primer orden: Estos forámenes se encuentran en la diáfisis de los huesos largos y en las caras de los huesos planos. Son los más grandes de los tres órdenes y permiten el paso de los vasos sanguíneos principales del hueso. Estos vasos se dirigen hacia el conducto vertebral, donde terminan y se conectan con la circulación general del cuerpo. El conducto vertebral es un espacio que se encuentra en el centro de los huesos largos y contiene la médula ósea.
B. Forámenes de segundo orden: Estos forámenes se encuentran en las epífisis de los huesos largos, que son las partes extremas de los huesos largos. También se encuentran en los bordes de los ángulos de los huesos planos y en las superficies no articulares de los huesos cortos. Los forámenes de segundo orden son más pequeños que los de primer orden y permiten el paso de vasos sanguíneos secundarios hacia el interior del hueso.
C. Forámenes de tercer orden: Estos forámenes son los más pequeños y se encuentran en todas las superficies no articulares del hueso. Son más numerosos que los forámenes de primer y segundo orden, y se pueden contar hasta 50 por mm2. A través de estos forámenes, pequeños vasos sanguíneos y nervios alcanzan los tejidos óseos más internos, asegurando su nutrición adecuada.
Anatomía del hígado
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