Componentes de una RCP de alta calidad

por Homo medicus · Publicada 31 de diciembre de 2023 · Actualizado 31 de diciembre de 2023

La American Heart Association (AHA) ha establecido una serie de componentes clave para garantizar la reanimación cardiopulmonar (RCP) de alta calidad. Estos componentes se basan en la evidencia científica y buscan maximizar las posibilidades de supervivencia en casos de paro cardiorrespiratorio.

Minimizar las interrupciones en las compresiones torácicas: La AHA enfatiza la importancia de minimizar las interrupciones en las compresiones torácicas durante la RCP. Esto se debe a que las compresiones efectivas son fundamentales para mantener el flujo sanguíneo hacia los órganos vitales, especialmente el cerebro. Cada interrupción en las compresiones reduce la perfusión sanguínea y puede disminuir las posibilidades de supervivencia. Se recomienda que las interrupciones se mantengan al mínimo y sean lo más cortas posible, permitiendo así una RCP continua y efectiva.
Proveer compresiones a una adecuada velocidad: La velocidad de las compresiones torácicas es crucial para lograr una RCP de alta calidad. La AHA recomienda una frecuencia de compresiones de entre 100 y 120 por minuto. Esta velocidad permite mantener un flujo sanguíneo adecuado y proporcionar compresiones consistentes y efectivas.
Adecuada profundidad en las compresiones: Junto con la velocidad, la profundidad de las compresiones torácicas es un factor crítico para una RCP efectiva. Se recomienda una profundidad de compresión de al menos 5 centímetros, pero no más de 6 centímetros. Esta profundidad adecuada ayuda a generar suficiente presión en el tórax para comprimir el corazón y promover el flujo sanguíneo.
Evitar los retrasos entre compresiones: Los retrasos entre las compresiones torácicas pueden ser perjudiciales para el paciente en paro cardiorrespiratorio. La AHA destaca la importancia de evitar cualquier demora innecesaria entre las compresiones. Esto implica realizar transiciones fluidas entre las compresiones y las ventilaciones, minimizando cualquier pausa o retraso que pueda afectar el flujo sanguíneo y la oxigenación.
Evitar la ventilación excesiva: En el pasado, la RCP solía enfocarse en una proporción de compresiones y ventilaciones de 30:2 (30 compresiones seguidas de 2 ventilaciones). Sin embargo, la AHA ha reconocido que una ventilación excesiva puede interferir con la calidad de las compresiones y reducir el flujo sanguíneo. En la RCP de alta calidad, se prioriza la realización de compresiones continuas y se recomienda una relación de compresiones a ventilaciones de al menos 100:2, especialmente en aquellos casos donde el reanimador no es capaz de realizar ventilaciones efectivas.