Impactación de cerumen

El cerumen, comúnmente conocido como cera de los oídos, es una secreción natural y protectora producida por las glándulas en la parte externa del canal auditivo. Esta sustancia tiene varias funciones importantes, como lubricar y proteger la piel del canal auditivo, así como atrapar partículas de polvo y suciedad para prevenir infecciones.

En la mayoría de las personas, el canal auditivo tiene un mecanismo de autolimpieza eficiente que elimina el exceso de cerumen de manera natural hacia el exterior, donde se seca y cae por sí mismo. Por lo tanto, generalmente no se recomiendan medidas activas de limpieza del canal auditivo, como el uso de hisopos de algodón u otros objetos para tratar de remover el cerumen.

Sin embargo, en algunos casos, el cerumen puede impactarse, lo que significa que se acumula y se compacta dentro del canal auditivo en lugar de ser expulsado de manera natural. Esta impactación del cerumen a menudo ocurre como resultado de intentos mal aconsejados de limpieza, como el uso de hisopos de algodón que pueden empujar el cerumen más profundamente en el canal auditivo en lugar de sacarlo.

Los síntomas de la impactación del cerumen pueden incluir sensación de plenitud en el oído, disminución de la audición, sensación de presión en el oído y, en algunos casos, dolor. Es importante abordar la impactación del cerumen de manera adecuada para evitar complicaciones y restaurar la audición normal.

El tratamiento de la impactación del cerumen puede ser realizado por el paciente en casa o por un profesional médico, dependiendo del grado de impactación y la preferencia del paciente. Algunas opciones de tratamiento incluyen:

1. Gotas de detergente para los oídos: Se pueden usar gotas que contienen sustancias como peróxido de hidrógeno (3%) o peróxido de carbamida (6,5%). Estas gotas ayudan a ablandar el cerumen compactado, facilitando su eliminación.
2. Riego del canal auditivo: El riego del canal auditivo con solución salina o agua tibia mediante una jeringa suave puede ser efectivo para eliminar el cerumen impactado. Este procedimiento debe realizarse con cuidado para evitar lesiones en el tímpano y bajo la supervisión adecuada.
3. Extracción mecánica o succión: En casos más severos o cuando otros métodos no son efectivos, un médico puede utilizar instrumentos especiales para extraer físicamente el cerumen impactado o emplear succión para retirarlo.

Es crucial que la extracción del cerumen impactado sea realizada por personal médico capacitado para evitar daños en el canal auditivo y el tímpano. Los pacientes deben abstenerse de intentar extraer el cerumen por sí mismos usando objetos como hisopos de algodón, ya que esto puede empujar el cerumen más profundamente y provocar lesiones.

Riego del canal auditivo

El riego del canal auditivo externo es un procedimiento utilizado para remover cerumen impactado de manera efectiva y segura. Sin embargo, se deben seguir ciertos principios y precauciones para asegurar la seguridad y evitar complicaciones.

El agua utilizada para el riego debe estar a temperatura corporal, es decir, aproximadamente a 37°C (98.6°F). Esto se hace para evitar una respuesta calórica vestibular, que es una sensación de mareo o vértigo que puede ocurrir cuando se introduce agua fría o caliente en el oído. La sensibilidad del sistema vestibular a cambios de temperatura puede desencadenar esta respuesta, por lo tanto, es esencial mantener la temperatura del agua lo más cercana posible a la del cuerpo.

Durante el riego, la corriente de agua debe dirigirse cuidadosamente hacia la pared posterior del canal auditivo, próxima al tapón de cerumen. Este enfoque ayuda a desalojar y remover el cerumen impactado de manera más efectiva, minimizando el riesgo de empujar el tapón de cerumen más profundamente hacia el canal auditivo.

El riego del canal auditivo solo debe realizarse si se tiene certeza de que la membrana timpánica está intacta. La presencia de una perforación en la membrana timpánica podría permitir que el agua ingresara al oído medio, lo cual podría llevar a complicaciones como infecciones del oído medio (otitis media).

Es crucial evitar el uso de irrigadores de chorro, como el WaterPik, para el riego del canal auditivo. Estos dispositivos pueden generar una presión demasiado alta que podría causar daño a la membrana timpánica, incluyendo perforaciones. Es preferible utilizar métodos de irrigación más suaves y controlados para asegurar la seguridad del paciente.

Después del riego, es importante secar completamente el canal auditivo para reducir el riesgo de desarrollar otitis externa, que es una inflamación del canal auditivo externo. Los métodos para secar el canal auditivo incluyen el uso de un secador de pelo en una configuración de baja potencia o la introducción de alcohol isopropílico, que ayuda a evaporar cualquier residuo de agua que pueda quedar en el canal auditivo.

Se debe considerar una referencia a un especialista en otorrinolaringología si la impactación de cerumen es recurrente, si no responde a las medidas de rutina, o si hay complicaciones como perforación de la membrana timpánica o otitis media crónica. Estos casos requieren evaluación adicional y manejo especializado para evitar complicaciones a largo plazo.

Homo medicus

Anatomía del hígado

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