Manifestaciones de la intoxicación por plomo
La intoxicación por plomo ocurre cuando una persona inhala o ingiere demasiado plomo en su cuerpo. El plomo es un metal tóxico que se encuentra en el medio ambiente y en muchos productos cotidianos, incluyendo algunos juguetes, joyas, cerámica, pinturas viejas, tuberías de plomo y gasolina. Cuando se inhala o ingiere, el plomo puede ser absorbido por el cuerpo y causar daño a los órganos y sistemas, especialmente el cerebro, los huesos y los riñones.
La exposición al plomo es más común en niños pequeños y en personas que trabajan en industrias relacionadas con el plomo, como la fabricación de baterías y la reparación de automóviles.
La intoxicación por plomo, también conocida como plumbosis, puede afectar a múltiples órganos y sistemas del cuerpo humano, provocando una variedad de síntomas y manifestaciones clínicas. La gravedad y la duración de los síntomas dependen de la cantidad de plomo a la que se haya expuesto y la duración de la exposición.
Los síntomas de la intoxicación por plomo pueden ser sutiles y no específicos, especialmente en las primeras etapas de la exposición. Los síntomas pueden incluir dolor abdominal, dolor de cabeza, fatiga, pérdida del apetito, náuseas, vómitos y estreñimiento. Los síntomas iniciales también pueden incluir debilidad muscular, temblores y problemas para dormir.
A medida que la exposición al plomo se acumula en el cuerpo, los síntomas pueden empeorar y ser más graves. El plomo puede afectar el sistema nervioso central, causando confusión, irritabilidad, problemas de memoria y concentración, y convulsiones. También puede causar problemas de conducta en niños y disminución del coeficiente intelectual.
El plomo puede acumularse en los huesos y, con el tiempo, puede ser liberado en la sangre, lo que provoca una variedad de problemas óseos y articulares. Puede causar dolor de huesos y articulaciones, deformidades óseas y osteoporosis.
El plomo también puede afectar el sistema cardiovascular, aumentando el riesgo de enfermedades del corazón y presión arterial alta. Además, puede causar anemia, que se caracteriza por una disminución de la producción de glóbulos rojos.
En los niños, la intoxicación por plomo puede ser especialmente peligrosa, ya que puede afectar el desarrollo cerebral y provocar retrasos en el desarrollo, problemas de aprendizaje y de comportamiento. También puede provocar hiperactividad y agresividad en niños. Las complicaciones a largo plazo más preocupantes de la exposición ambiental al plomo son las deficiencias cognitivas que adquieren durante su desarrollo, especialmente cuando las concentraciones de plomo en los niños pequeños superan los 100 µg/dl.
Anatomía del hígado
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