Prurito del canal auditivo externo

Prurito del canal auditivo externo
Prurito del canal auditivo externo

El prurito del canal auditivo externo es una condición común que puede causar molestias significativas a los individuos afectados. Se manifiesta principalmente en el meato auditivo externo y puede estar asociado con diversas condiciones médicas como otitis externa, dermatitis seborreica, o psoriasis. Sin embargo, la mayoría de los casos son autoinducidos, principalmente por la excoriación o una limpieza excesivamente rigurosa de los oídos.

La causa principal del prurito en el canal auditivo externo suele ser la alteración de la manta protectora de cerumen, que normalmente protege y lubrica la piel del conducto auditivo. Cuando esta capa se elimina repetidamente debido a la limpieza excesiva con hisopos de algodón u otros objetos, se expone la piel a irritantes externos y se compromete su función protectora.

Para manejar esta condición y promover la recuperación de la piel del conducto auditivo, es fundamental educar a los pacientes sobre evitar el uso de agua y jabón dentro del canal auditivo, así como desaconsejar el uso de hisopos de algodón, que pueden empujar el cerumen hacia el fondo del canal y causar más irritación. Se recomienda dejar que el cerumen se elimine naturalmente por sí mismo.

Los pacientes con piel del conducto auditivo excesivamente seca pueden beneficiarse de la aplicación de aceite mineral. Este agente ayuda a contrarrestar la sequedad cutánea y actúa como una barrera que repele la humedad, proporcionando un ambiente más favorable para la regeneración de la manta de cerumen y la recuperación de la piel irritada.

Cuando el prurito está acompañado de un componente inflamatorio, como en casos de dermatitis severa o otitis externa, la aplicación tópica de un corticosteroide suave puede ser beneficiosa. Por ejemplo, la triamcinolona al 0,1 % tiene propiedades antiinflamatorias que pueden aliviar el prurito y reducir la inflamación de manera efectiva.

En conclusión, el prurito del canal auditivo externo es común y frecuentemente autoinducido por prácticas inadecuadas de limpieza. El manejo adecuado incluye educación sobre el cuidado adecuado del conducto auditivo, el uso de agentes que promuevan la hidratación y protección de la piel, y en casos inflamatorios, la aplicación controlada de corticosteroides tópicos para aliviar los síntomas y facilitar la recuperación.

 

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