En 1964, Edward Bishop propuso criterios específicos para la inducción electiva del trabajo de parto, considerando varios factores que podrían influir en el éxito de este procedimiento. Los criterios establecidos por Bishop incluyen la paridad (número de embarazos previos), la edad gestacional (tiempo de gestación), la presentación fetal (posición del feto), la historia obstétrica previa del paciente y el consentimiento informado del mismo. Estos factores se consideran cruciales para evaluar la idoneidad de la inducción y prever posibles complicaciones.
Uno de los elementos centrales introducidos por Bishop fue el desarrollo de un sistema de puntuación para el cuello uterino, conocido ampliamente como la puntuación de Bishop. Esta herramienta se utiliza para evaluar la madurez cervical en mujeres que se someten a una inducción del trabajo de parto. La puntuación de Bishop se determina mediante un examen cervical digital, donde se evalúan varios aspectos del cuello uterino: la posición, la consistencia, la longitud, el borramiento y la dilatación.
La relevancia de la puntuación de Bishop radica en su capacidad para predecir la probabilidad de una inducción exitosa del trabajo de parto. Esto se debe a que refleja los cambios fisiológicos normales que experimenta el cuello uterino durante el proceso de parto. Un cuello uterino que está adecuadamente maduro y favorable (según la puntuación de Bishop) tiene mayores probabilidades de responder adecuadamente a la inducción, dilatándose y permitiendo el paso del feto de manera más eficiente.
El parto humano es un proceso complejo que implica una serie de interacciones dinámicas entre los mecanismos placentarios, fetales y maternos. Para entender la preparación cervical durante el embarazo y su transformación antes del parto, es fundamental considerar la composición de la matriz extracelular del cuello uterino.
En condiciones no embarazadas, la matriz extracelular del cuello uterino está compuesta principalmente por haces de colágeno densamente empaquetados. Sin embargo, a medida que progresa el embarazo, esta composición experimenta cambios significativos. Se observa una disminución en la densidad de colágeno, acompañada de un incremento en el ácido hialurónico y el contenido de agua en el tejido cervical. Estos cambios son parte de una serie de adaptaciones diseñadas para facilitar la dilatación y el paso del feto durante el parto.
En los días y semanas previos al inicio del parto, se desencadena una cascada de eventos bioquímicos y celulares en el cuello uterino. Los mediadores inflamatorios, como las prostaglandinas, aumentan en respuesta a señales hormonales y mecánicas. Las prostaglandinas desempeñan un papel crucial al activar la liberación de metaloproteasas, enzimas que actúan descomponiendo el colágeno de la matriz extracelular del cuello uterino. Esta acción enzimática provoca un ablandamiento gradual del tejido cervical, un proceso fundamental para la preparación del parto.
El ablandamiento y la distensión cervical resultan directamente de los cambios en la composición de la matriz extracelular. Esto incluye un aumento en la vascularidad del cuello uterino, así como una hipertrofia del tejido estromal y glandular. Además, se observa un incremento en la solubilidad del colágeno, lo que facilita la remodelación del tejido cervical en preparación para el parto.
El sistema de puntuación de Bishop es una herramienta crucial utilizada en obstetricia para evaluar la madurez cervical de una mujer antes de inducir el trabajo de parto. Esta metodología se basa en un examen cervical digital que asigna una puntuación mínima de cero puntos y una máxima de trece puntos, clasificando así la madurez y la preparación del cuello uterino para el parto.
La puntuación de Bishop evalúa cinco parámetros clave del cuello uterino:
- Dilatación cervical: Este criterio evalúa cuánto se ha abierto el cuello uterino. Se asigna una puntuación de 0 a 3 puntos, donde 0 puntos indican que el cuello uterino está cerrado y 3 puntos indican una dilatación de más de 3 cm.
- Borrado del cuello uterino: El borrado se refiere a la reducción en el grosor del cuello uterino, medida en términos de porcentaje. Se puntúa de 0 a 3 puntos, donde 0 puntos indican un cuello uterino no borrado y 3 puntos indican un cuello uterino completamente borrado.
- Consistencia del cuello uterino: Este criterio evalúa la firmeza o suavidad del cuello uterino. Se asigna una puntuación de 0 a 2 puntos, donde 0 puntos indican que el cuello uterino está firme y 2 puntos indican que está completamente suave.
- Posición del cuello uterino: Este parámetro describe la dirección hacia donde apunta el canal cervical en relación con la vagina. Se puntúa de 0 a 2 puntos, donde 0 puntos indican que el cuello uterino está en posición posterior y 2 puntos indican que está en posición anterior.
- Estación fetal: Este criterio evalúa la altura del descendiente fetal en la pelvis materna. Se puntúa de 0 a 3 puntos, donde 0 puntos indican que la presentación fetal está alta y 3 puntos indican que está baja, encajada en la pelvis.
La puntuación total de Bishop se calcula sumando los puntos asignados a cada uno de estos cinco parámetros. Una puntuación más alta indica un cuello uterino más maduro y favorable para el inicio del trabajo de parto, lo que generalmente se correlaciona con una mayor probabilidad de éxito en la inducción.
Dilatación cervical
La dilatación cervical, un aspecto crítico del proceso de parto, se refiere a la medición de cuánto se ha abierto el cuello uterino en preparación para el parto. Esta medición se suele expresar en centímetros y es crucial para evaluar el progreso del trabajo de parto y determinar el momento y la gestión adecuados de la entrega.
Durante el embarazo, el cuello uterino permanece cerrado y firme para ayudar a apoyar el feto en crecimiento y mantener el embarazo. A medida que el trabajo de parto comienza y avanza, el cuello uterino sufre cambios significativos en respuesta a las señales hormonales y las contracciones uterinas. Estos cambios son necesarios para permitir que el bebé pase por el canal de parto durante el parto.
La dilatación cervical se evalúa mediante un examen vaginal usando los dedos, y estimando el diámetro del cuello uterino que está abierto. La medición se registra en centímetros, con el cuello uterino generalmente comenzando en 0 cm (completamente cerrado) y progresando hasta 10 cm (completamente dilatado).
El proceso de dilatación no es lineal y puede variar ampliamente entre los individuos. En el parto temprano, el cuello uterino se suaviza gradualmente (un proceso conocido como borrado) y comienza a dilatarse. A medida que las contracciones se vuelven más fuertes y frecuentes, la dilatación continúa hasta que el cuello uterino alcanza la dilatación completa (10 cm). En este punto, el bebé puede pasar por el canal de parto.
La medición de la dilatación cervical proporciona información crucial sobre el progreso del trabajo de parto. Ayuda determinar si el trabajo de parto está progresando adecuadamente o si pueden ser necesarias intervenciones para apoyar el proceso. Por ejemplo, si la dilatación progresa lentamente o se detiene, se pueden considerar intervenciones médicas como la oxitocina (una hormona que estimula las contracciones) o la cesárea para garantizar la seguridad tanto de la madre como del bebé.
Borramiento
El adelgazamiento cervical, también conocido como borramiento cervical, es un proceso crucial que ocurre durante el trabajo de parto y se define como la reducción en el grosor del cuello uterino, expresado como un porcentaje de su longitud original. Este fenómeno es fundamental para la preparación del cuerpo materno para el parto vaginal.
Inicialmente, antes del inicio del trabajo de parto, el cuello uterino tiene una longitud normal y una consistencia firme que ayuda a mantener el útero cerrado para proteger al feto en desarrollo. A medida que progresa el trabajo de parto, se produce el adelgazamiento cervical debido a cambios hormonales y contracciones uterinas coordinadas.
La medida de adelgazamiento se expresa en porcentaje. Un cero por ciento de adelgazamiento indica que el cuello uterino conserva su longitud original, sin haber comenzado el proceso de borrado. A medida que el proceso de trabajo de parto avanza, el cuello uterino comienza a adelgazarse. Por ejemplo, un 50% de adelgazamiento significa que el cuello uterino ha reducido su grosor a la mitad de su longitud inicialmente esperada.
Cuando el cuello uterino alcanza un 100% de adelgazamiento, significa que el cuello uterino ha borrado completamente. En esta etapa, el cuello uterino se siente muy delgado al tacto, similar a una hoja de papel, lo cual es un indicador de que el cuello uterino está completamente preparado para dilatarse durante el parto.
Consistencia del cuello uterino
La consistencia del cuello uterino se refiere a la sensación táctil que tiene el examinador al palpar el cuello uterino durante un examen vaginal. Esta evaluación táctil proporciona información valiosa sobre el estado y la preparación del cuello uterino para el proceso de parto.
Un cuello uterino firme se caracteriza por tener una consistencia similar a la punta de la nariz. Esto indica que el tejido cervical está tenso y resistente al tacto, lo cual es típico en las etapas tempranas del embarazo o cuando el cuello uterino aún no ha comenzado a ablandarse en preparación para el trabajo de parto. Durante estas etapas, un cuello uterino firme ayuda a mantener la integridad estructural y el soporte necesario para el útero durante la gestación.
En contraste, un cuello uterino blando se percibe al tacto con una consistencia similar a los labios de la cavidad oral. Esta suavidad indica que el tejido cervical está comenzando a ablandarse y relajarse, lo cual es esencial para permitir la dilatación durante el trabajo de parto. El ablandamiento del cuello uterino se asocia con cambios hormonales y bioquímicos que preparan el cuerpo materno para el parto, facilitando así el paso del bebé a través del canal de parto durante el trabajo de parto activo.
Un cuello uterino firme en las etapas iniciales del trabajo de parto puede indicar la necesidad de esperar antes de la inducción o el manejo activo del parto. Por otro lado, un cuello uterino blando sugiere que el trabajo de parto está progresando y que se pueden considerar intervenciones para facilitar la dilatación y el nacimiento del bebé.
Posición del cuello uterino
La posición del cuello uterino describe la orientación y la dirección del canal cervical en relación con la cabeza fetal y la pelvis materna durante el proceso de parto.
La posición del cuello uterino se determina mediante un examen físico durante el trabajo de parto activo. Se evalúa la dirección hacia la cual el canal cervical apunta en relación con la vagina.
Existen dos posiciones principales que se pueden identificar durante el examen:
- Posición anterior: En esta posición, el canal cervical se orienta hacia la parte anterior de la vagina. Esto significa que el cuello uterino se inclina hacia adelante en dirección hacia la vejiga de la mujer. La posición anterior del cuello uterino es común y puede facilitar el proceso de dilatación y el descenso fetal durante el parto.
- Posición posterior: En contraste, esta posición indica que el canal cervical se orienta hacia la parte posterior de la vagina, apuntando hacia la espalda de la mujer. El cuello uterino en posición posterior puede presentar desafíos adicionales durante el trabajo de parto, ya que puede requerir ajustes en la posición de la mujer o técnicas obstétricas específicas para facilitar la dilatación y el progreso del feto a través del canal de parto.
Estación fetal
La estación fetal es un concepto crucial en obstetricia que describe la posición de la cabeza del feto en relación con las espinas isquiales de la pelvis materna durante el proceso de parto. Las espinas isquiales se encuentran a medio camino entre la entrada y la salida de la pelvis, proporcionando un punto de referencia importante para la evaluación del descenso fetal.
En términos prácticos, la estación cero representa la posición en la cual la cabeza fetal se encuentra exactamente al nivel de las espinas isquiales. Esta posición se considera neutra, y por encima y por debajo de este punto se divide en tercios.
Los números negativos se utilizan para describir la posición por encima de las espinas isquiales, mientras que los números positivos indican la posición por debajo de estas.
Por ejemplo, una estación de -1 indica que la cabeza fetal se encuentra 1/3 del camino hacia arriba desde las espinas isquiales hacia la entrada pélvica, mientras que una estación de +2 indica que la cabeza fetal se ha descendido 2/3 del camino hacia abajo desde las espinas isquiales hacia la salida pélvica.
En 1989, el Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología (ACOG, por sus siglas en inglés) redefinió el sistema de estación ampliando el rango de -5 a +5 utilizando centímetros como medida de las espinas isquiales. Esta modificación proporcionó una mayor precisión en la evaluación del descenso fetal durante el trabajo de parto, permitiendo una mejor comunicación entre los profesionales de la salud sobre la posición exacta del feto en la pelvis materna.
Es importante destacar que la puntuación de Bishop, utilizada para evaluar la madurez cervical antes de la inducción del parto, sigue utilizando el sistema de estación de -3 a +3.
Interpretación
Una puntuación de Bishop de 8 o superior se considera favorable para la inducción del parto. Esto significa que el cuello uterino está maduro y preparado para responder eficazmente a la inducción, de manera similar a cómo podría reaccionar durante un parto espontáneo. Una puntuación alta en la escala de Bishop indica que el cuello uterino está dilatado, ha comenzado a ablandarse y ha descendido la cabeza fetal en la pelvis, lo cual son indicadores positivos de una progresión favorable hacia el parto vaginal.
Por otro lado, una puntuación de Bishop de 6 o menos se considera desfavorable si se está considerando la inducción del parto. En estos casos, es probable que el cuello uterino aún no esté adecuadamente preparado para el trabajo de parto o que necesite intervención adicional para madurar antes de iniciar la inducción. En tales situaciones, se puede optar por utilizar agentes de maduración cervical, como prostaglandinas o dispositivos mecánicos, para ayudar a ablandar y dilatar el cuello uterino antes de proceder con la inducción.
Una modificación común de la puntuación de Bishop simplifica el sistema original al considerar solo tres criterios: dilatación cervical, borramiento y estación fetal. Cada uno de estos criterios se puntúa de 0 a 3 puntos. En esta versión simplificada, se considera que una puntuación total de más de 5 puntos es favorable para la inducción del parto. Esto proporciona una evaluación rápida pero efectiva de la preparación cervical sin la necesidad de evaluar todos los componentes originales de la puntuación de Bishop.

Fuente y lecturas recomendadas:
-
Wormer, K. C., Bauer, A., & Williford, A. E. (2023). Bishop Score. In StatPearls. StatPearls Publishing.
-
Kuba, K., Kirby, M. A., Hughes, F., & Yellon, S. M. (2023). Reassessing the Bishop score in clinical practice for induction of labor leading to vaginal delivery and for evaluation of cervix ripening. Placenta and reproductive medicine, 2, 8. https://doi.org/10.54844/prm.2023.0353


Originally posted on 21 de julio de 2024 @ 4:17 PM