¿Qué es la oncocercosis?
La oncocercosis, o ceguera de río, es la enfermedad causada por Onchocerca volvulus.
Epidemiología
Más de 99% de las parasitosis se localizan en África, al sur del Sahara, sobre todo en la sabana del occidente africano, con cerca de la mitad de los casos en Nigeria y el Congo. En algunas villas africanas hiperendémicas, casi la totalidad de los individuos están parasitados y 10% o más de la población es ciega.
La enfermedad también es frecuente en el suroeste de la península arábiga y en Latinoamérica, incluidos México, Guatemala, Venezuela, Colombia, Ecuador y el noroeste de Brasil.
Etiología
Los vectores de esta enferme dad son las moscas del género Simulium (jejenes). Se reproducenen las corrientes rápidas y pican durante el día. Después de la picadura de un jején infectado, las larvas se depositan en la piel, donde se convierten en adultos después de seis a 12 meses. Los gusanos adultos viven en el tejido conjuntivo subcutáneo o en nódulos musculares por un decenio o más. Las microfilarias se liberan de los nódulos y migran por los tejidos subcutáneo y ocular. La enfermedad se debe a las respuestas ante los gusanos y las bacterias intracelulares Wolbachia.
Manifestaciones clínicas de oncocercosis
Después del periodo de incubación hasta de uno a tres años, la enfermedad casi siempre produce un exantema eritematoso, papular y pruriginoso que puede progresar a engrosamiento cutáneo y despigmentación de la piel.
El prurito puede ser intenso y resistente a los fármacos.
Puede haber numerosos nódulos subcutáneos firmes, indoloros y móviles de unos 0.5 a 3 cm que contienen gusanos adultos. Debido a las diferencias en los hábitos del vector, estos nódulos son más frecuentes en la parte inferior del cuerpo en África, pero en la cabeza y la parte superior del cuerpo en Latinoamérica.
Con frecuencia hay linfadenopatía inguinal y femoral, algunas veces con “ingle colgante”, ya que los ganglios linfáticos penden dentro de un cabestrillo de piel atrófica.
Los síntomas sistémicos incluyen pérdida de peso y dolor muscular y óseo.
Las manifestaciones más graves de la oncocercosis afectan losojos. Las microfilarias que migran por los ojos inducen respuestas en el hospedador que dan lugar a los cambios patológicos. Los signos incluyen queratitis punteada y opacidades corneales que progresan a queratitis esclerosante y ceguera.
La iridociclitis, el glaucoma, la coroiditis y la atrofia óptica también pueden generar pérdida visual. La probabilidad de ceguera después de la infec ción varía según sea la geografía; el riesgo es mayor en las sabanas del oeste de África.
Exámenes complementarios
El diagnóstico de oncocercosis se establece mediante la identificación de microfilarias en fragmentos de piel, por visualización de las microfilarias en la córnea o la cavidad anterior en la exploración con lámpara de hendidura, por reconocimiento de los gusanos adultos en material de biopsia o aspirado de un nódulo o con la identificación de microfilarias en la orina.
Los fragmentos cutáneos de la cresta iliaca (África) o región del omóplato (América) se dejan reposar en solución salina por 2 a 4 horas o más y luego se examinan al microscopio en busca de microfilarias. No son necesarias las biopsias profundas en sacabo cado y si persiste la sospecha después del examen negativo de un fragmento cutáneo se repite el procedimiento.
La ecografía permite identificar datos característicos indicadores de gusanos adultos en los nódulos cutáneos. S
La prueba de Mazzotti; la exacerbación de la erupción y el prurito cutáneo después de una dosis de 50 mg de dietilcarbamazina es un factor muy sugerente del diagnóstico; dicha prueba deberá utilizarse sólo después que otras arrojaron resultados negativos, porque el tratamiento desencadenará intensas reacciones cutáneas y oculares en individuos con infección grave. Se dispone de otra prueba afín y más segura, con dietilcarbamazina tópica.
Un signo frecuente pero in constante es la eosinofilia.
Tratamiento
El tratamiento de elección para la oncocercosis es la ivermectina. La ivermectina aniquila a las microfilarias, pero no a los gusanos adultos, por lo que se requieren administraciones repetidas para controlar la enfermedad. El tratamiento consiste en una dosis oral única de 150 µg/ml, pero no se han estandarizado los esquemas para el tratamiento repetido.
Un régimen indica tratar cada tres meses por un año, seguido de administración cada seis a 12 meses por el resto de la vida esperada de los gusanos adultos (alrededor de 15 años). El tratamiento produce un descenso notable del número de microfilarias en la piel y los ojos
Los efectos tóxicos de la ivermectina son leves; son posibles fiebre, prurito, urticaria, mialgias, edema, hipotensión y linfadenopatía dolorosa, tal vez por las reacciones a los gusanos que mueren. La ivermectina debe suministrarse con cuidado en pacientes que también tienen riesgo de loasis, ya que puede inducir reacciones graves que inclu yen encefalopatía.
La doxiciclina actúa contra O. volvulus al destruir a las bacterias intracelulares Wolbachia. Un ciclo de 100 mg al día por seis semanas mata a las bacterias e impide la embriogénesis del parásito, por lo menos durante 18 meses.
Prevención
La protección contra la oncocercosis incluye evitación de los jejenes.
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