Queratitis por herpes simple

Queratitis por herpes simple
Queratitis por herpes simple

La queratitis herpética, una condición oftálmica provocada por la infección del virus del herpes simple (HSV), se manifiesta como una serie de lesiones corneales que pueden dar lugar a complicaciones severas si no se abordan de manera adecuada. Esta patología puede surgir como resultado de una infección primaria del ojo por el HSV, donde pueden observarse úlceras en el párpado, la conjuntiva o la córnea. La capacidad del virus para establecer una infección latente en el ganglio trigémino es un aspecto crucial en la patogénesis de esta afección, ya que permite la reactivación del virus en el futuro, dando lugar a recurrencias.

Las recurrencias de la queratitis herpética pueden ser desencadenadas por diversos factores, como fiebre, exposición excesiva a la luz solar o estados de inmunodeficiencia. Esto se debe a que dichos factores pueden activar la replicación viral latente en el ganglio trigémino, lo que conduce a la exacerbación de los síntomas clínicos o al desarrollo de nuevos episodios de la enfermedad.

Clínicamente, la queratitis herpética se caracteriza típicamente por ser unilateral, aunque puede presentarse de forma bilateral en individuos con condiciones como la atopía o la inmunosupresión. La lesión corneal más característica asociada con esta afección es la úlcera corneal dendrítica, que se manifiesta como una lesión ramificada en la superficie de la córnea. Además de las úlceras dendríticas, pueden desarrollarse úlceras corneales más extensas, conocidas como úlceras “geográficas”, especialmente en pacientes tratados con corticosteroides tópicos, los cuales pueden suprimir la respuesta inmunitaria y favorecer la replicación viral.

El diagnóstico de la queratitis herpética se realiza mediante la observación clínica de las lesiones corneales, las cuales pueden hacerse más evidentes mediante la aplicación de fluoresceína y la posterior visualización con una lámpara de hendidura. La fluoresceína se une a las lesiones corneales, lo que facilita su identificación. Además, el examen con una luz azul cobalto puede resaltar las lesiones corneales, mejorando así su visualización.

 

Tratamiento

El tratamiento con agentes antivirales tópicos, como el gel de ganciclovir al 0,15%, o agentes antivirales orales, como el aciclovir o el valaciclovir, ha demostrado ser eficaz en la aceleración de la resolución de la enfermedad herpética corneal.

Los agentes antivirales, ya sean tópicos u orales, actúan inhibiendo la replicación del virus del herpes simple en el sitio de la infección. Esto ayuda a frenar la propagación del virus dentro de la córnea y reduce la carga viral, lo que permite que el sistema inmunológico del paciente tenga una mejor oportunidad de controlar la infección.

Al detener la replicación viral, los agentes antivirales ayudan a reducir la duración y la gravedad de los síntomas asociados con la queratitis herpética. Esto incluye la disminución del dolor, la inflamación, la fotofobia y la irritación ocular, lo que mejora significativamente la calidad de vida del paciente durante el proceso de curación.

Al acelerar la resolución de la enfermedad herpética corneal, el tratamiento con agentes antivirales ayuda a prevenir la aparición de complicaciones graves, como la perforación corneal, el desarrollo de cicatrices corneales o la afectación del epitelio ocular. Estas complicaciones pueden tener consecuencias graves para la visión y pueden requerir intervenciones médicas adicionales, como trasplantes de córnea.

La terapia antiviral adecuada durante los episodios agudos de queratitis herpética puede ayudar a reducir el riesgo de recurrencias futuras. Al suprimir la replicación viral durante la fase aguda de la infección, se minimiza la probabilidad de que el virus persista latente en el ganglio trigémino y se reactive en el futuro.

Es importante tener en cuenta que los agentes antivirales tópicos pueden causar toxicidad en la córnea después de un uso prolongado, generalmente después de aproximadamente 10 a 14 días de terapia. Esta toxicidad puede manifestarse como irritación, quemaduras o erosiones corneales, lo que puede empeorar el cuadro clínico del paciente. Por esta razón, los agentes antivirales tópicos no suelen ser utilizados para la terapia supresora a largo plazo y se prescriben principalmente durante episodios agudos de queratitis herpética para acelerar la resolución de la enfermedad.

La queratitis por herpes simple estromal representa una complicación severa de la infección ocular por el virus del herpes simple, caracterizada por la inflamación y la afectación del estroma corneal, la capa media de la córnea. Este proceso inflamatorio conduce a la formación de cicatrices y opacidades corneales progresivas con cada episodio de recurrencia. La progresión de la opacidad corneal se debe a cambios inflamatorios y proliferativos inducidos por el virus durante cada episodio de activación viral, lo que resulta en una mayor destrucción del tejido corneal y una acumulación de cicatrices.

A pesar de la eficacia de los agentes antivirales tópicos en el control de la replicación viral y la reducción de la duración y severidad de la queratitis herpética aguda, su capacidad para tratar eficazmente la queratitis estromal es limitada. La inflamación asociada con la queratitis estromal a menudo requiere el uso de corticosteroides tópicos para controlar la respuesta inflamatoria, pero su uso prolongado puede promover la replicación viral y aumentar la dependencia de los esteroides, lo que complica aún más el tratamiento.

Por lo tanto, se hace necesario recurrir a la terapia antiviral oral para controlar de manera más efectiva la enfermedad estromal. Los agentes antivirales orales, como el aciclovir, el famciclovir o el valaciclovir, poseen una mayor capacidad para suprimir la replicación viral en todo el cuerpo, incluyendo la córnea, lo que ayuda a reducir la inflamación y la progresión de las lesiones estromales, disminuyendo así la formación de opacidades corneales.

El tratamiento a largo plazo con agentes antivirales orales es esencial para prevenir recurrencias de la queratitis por herpes simple y controlar la enfermedad estromal de manera efectiva. La dosis y la duración del tratamiento antiviral oral pueden variar según la gravedad de la enfermedad y la respuesta del paciente al tratamiento. Es importante tener en cuenta la función renal del paciente al ajustar la dosis de los medicamentos antivirales orales.

 

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