¿Qué es la floresceína?
La fluoresceína es un colorante ampliamente utilizado en la ciencia y la medicina debido a su capacidad para absorber luz ultravioleta (UV) y emitir luz verde. Esto se debe a su estructura química específica. La fluoresceína contiene anillos aromáticos conjugados, regiones de electrones dentro de la molécula que son fundamentales para su fluorescencia.
El proceso fundamental detrás de la fluorescencia es el principio de absorción y emisión de luz. Cuando la fluoresceína se expone a la luz UV, sus moléculas absorben la energía de esa longitud de onda específica. Esto provoca la excitación de los electrones en la estructura molecular de la fluoresceína, llevándolos a estados energéticos más elevados.
Cuando estos electrones excitados regresan a sus estados fundamentales desde los estados energéticos superiores, liberan la energía previamente absorbida en forma de luz. En el caso de la fluoresceína, esta luz emitida es visible y cae en la región del espectro de color verde.
Esta propiedad hace que la fluoresceína sea valiosa en técnicas como la microscopía de fluorescencia y la citometría de flujo. En la microscopía de fluorescencia, se utiliza para marcar y visualizar componentes específicos en muestras biológicas, ya que cuando se ilumina con luz UV, las áreas marcadas con fluoresceína emiten luz verde, lo que facilita la observación y el contraste. En citometría de flujo, se emplea como marcador para etiquetar células y partículas, y su emisión de luz verde se detecta y cuantifica para analizar y clasificar células según la presencia de marcadores específicos.
Es así como la fluoresceína es un colorante importante debido a su capacidad de absorber luz UV y emitir luz verde, lo que la convierte en una herramienta esencial en la investigación y el diagnóstico en biología y medicina.
Anatomía del hígado
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