Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina disminuyen aproximadamente 20% la mortalidad en sujetos con insuficiencia cardiaca sintomática y se ha demostrado que evitan las hospitalizaciones, mejoran la tolerancia al ejercicio y aplacan los síntomas en tales pacientes.
Son eficaces para tratar la insuficiencia cardiaca o alguna indicación afín de disfunción del ventrículo izquierdo después de un infarto.
Deben ser parte del tratamiento de primera línea en sujetos con disfunción sistólica del ventrículo izquierdo sintomática (fracción de eyección <40%), por lo común en combinación con un diurético.
Están indicados para el tratamiento de personas con disminución de la fracción de expulsión sin síntomas, porque evitan la evolución hasta llegar a la insuficiencia cardiaca clínica.
Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina pueden inducir hipotensión notable, en particular después de la primera dosis en particular en personas que la tenían desde antes, ademas de hipovolemia, hiperazoemia prerrenal e hiponatremia.
- La hipotensión asintomática no constituye una contraindicación para ajustar a la alza las dosis de los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina o continuar su uso.
Las dosis de los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina deben ajustarse de acuerdo a cada paciente, regularmente se usan las siguientes:
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- Captopril, 50 mg, tres veces al día
- Enalapril, 10 mg dos veces al día
- Ramipril,10 mg al día
- Lisinopril, 20 mg al día
- Benazeprilo, 10mg al día
- Fosinoprilo, 10 mg al día
Los efectos secundarios más frecuentes de los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina en sujetos con insuficiencia cardiaca son: mareo y tos. La tos inducida por dicho inhibidor es más común en mujeres que en varones.