Sífilis en pacientes con infección por VIH
Sífilis en pacientes con infección por VIH

Sífilis en pacientes con infección por VIH

La sífilis es una infección de transmisión sexual frecuente entre individuos con infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Varios estudios han mostrado que la coinfección por sífilis en personas con VIH puede estar vinculada a un aumento de la carga viral del VIH y a una disminución en el recuento de células CD4, aunque estos efectos tienden a normalizarse tras la instauración del tratamiento antirretroviral. Sin embargo, otros estudios no han encontrado evidencia que sugiera que la coinfección por sífilis esté directamente asociada con la progresión de la enfermedad por VIH.

Para garantizar una atención médica óptima y prevenir la transmisión a las parejas sexuales, las pautas para el manejo de pacientes con VIH recomiendan realizar un cribado de sífilis al menos una vez al año. La interpretación de las pruebas serológicas debe ser consistente tanto en personas con VIH como en aquellas sin la infección. Si el diagnóstico de sífilis es clínicamente sospechoso pero las pruebas serológicas no treponémicas son negativas, se debe considerar la posibilidad de un efecto prozona, que ocurre cuando existen títulos elevados de anticuerpos que pueden interferir con el resultado. En estos casos, también se puede optar por la observación directa de lesiones primarias o secundarias para identificar espiroquetas, el agente causal de la sífilis.

En pacientes con VIH que padecen sífilis primaria o secundaria, se debe realizar un seguimiento clínico y serológico cuidadoso a intervalos de tres meses. En relación con el tratamiento, el uso de terapia antirretroviral ha demostrado estar asociado con tasas reducidas de fallos serológicos después de un tratamiento exitoso para la sífilis. Esto sugiere que el tratamiento antirretroviral no solo es efectivo en el control de la infección por VIH, sino también en la mejora de la respuesta serológica en el contexto de la coinfección por sífilis.

El diagnóstico de neurosífilis en pacientes con infección por VIH resulta particularmente complejo debido a que ciertas alteraciones leves en el líquido cefalorraquídeo (LCR) pueden observarse en individuos con VIH sin que necesariamente estén asociadas a la sífilis. Estas alteraciones, tales como un leve aumento en el recuento de células blancas en el LCR, pueden ser atribuibles a la propia infección por VIH, lo que complica la identificación de neurosífilis en estos pacientes. Por este motivo, se recomienda una evaluación clínica exhaustiva que incluya la valoración de cambios visuales y auditivos, ya que la sífilis ocular y auditiva, en muchos casos, puede no generar alteraciones detectables en el LCR.

Al igual que en los pacientes sin VIH, la punción lumbar rutinaria no está indicada en aquellos pacientes que no presenten síntomas neurológicos. Esta prueba debe reservarse para aquellos casos en los que existan signos o síntomas neurológicos, o cuando haya sospecha de que el tratamiento para la sífilis ha fracasado. Es importante tener en cuenta que, tras el tratamiento de la neurosífilis, se espera que los recuentos de glóbulos blancos en el LCR se normalicen en un período de 12 meses, sin importar el estado serológico del VIH del paciente. Sin embargo, la prueba de VDRL en el LCR puede tardar más tiempo en negativizarse, lo cual debe considerarse en el seguimiento clínico.

Es fundamental destacar que los criterios para determinar un fracaso del tratamiento en pacientes con neurosífilis son los mismos tanto para aquellos con infección por VIH como para los que no la padecen, y los regímenes de re-tratamiento recomendados son equivalentes. En todos los estadios y localizaciones de la infección sifilítica, el tratamiento no varía en función del estado de VIH del paciente, lo que subraya la importancia de una intervención adecuada para erradicar la infección, independientemente de la presencia del VIH. Este enfoque permite una gestión más eficiente y equitativa de la sífilis en la población afectada por el VIH.

 

 

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Fuente y lecturas recomendadas:
  1. Goldman, L., & Schafer, A. I. (Eds.). (2020). Goldman-Cecil Medicine (26th ed.). Elsevier.
  2. Loscalzo, J., Fauci, A. S., Kasper, D. L., Hauser, S. L., Longo, D. L., & Jameson, J. L. (Eds.). (2022). Harrison. Principios de medicina interna (21.ª ed.). McGraw-Hill Education.
  3. Papadakis, M. A., McPhee, S. J., Rabow, M. W., & McQuaid, K. R. (Eds.). (2024). Diagnóstico clínico y tratamiento 2025. McGraw Hill.
  4. Rozman, C., & Cardellach López, F. (Eds.). (2024). Medicina interna (20.ª ed.). Elsevier España.
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