Pitiriasis versicolor es causada por Malassezia

Pitiriasis versicolor es causada por Malassezia
Pitiriasis versicolor es causada por Malassezia

La pitiriasis versicolor es una infección cutánea leve y superficial causada por un hongo llamado Malassezia, que generalmente se encuentra en la parte superior del tronco. Esta condición se caracteriza por la presencia de manchas en la piel que pueden variar en coloración y textura. Malassezia es un tipo de levadura que coloniza naturalmente la piel de todos los seres humanos. Debido a esta colonización común, es común que la pitiriasis versicolor tenga una alta tasa de recurrencia después del tratamiento.

Cuando los pacientes desarrollan pitiriasis versicolor, a menudo notan la erupción debido a que las áreas afectadas de la piel no se broncean como el resto de la piel circundante. Esta falta de bronceado puede ser un síntoma distintivo de la infección. Además, la hipopigmentación resultante de la pitiriasis versicolor puede ser confundida erróneamente con vitiligo, una condición en la que la piel pierde pigmentación de manera similar pero por razones diferentes.

Es importante destacar que la pitiriasis versicolor puede manifestarse en diferentes formas, y una forma hiperpigmentada no es infrecuente. Esto significa que, en algunos casos, las manchas en la piel pueden ser más oscuras que el tono natural de la piel circundante.

 

Manifestaciones clínicas

Las lesiones de la pitiriasis versicolor suelen ser asintomáticas, es decir, no causan molestias o síntomas evidentes en la piel. Sin embargo, algunos pacientes pueden experimentar picazón en las áreas afectadas. Estas lesiones se presentan en forma de manchas o pequeñas protuberancias, que pueden tener una textura aterciopelada, y su coloración puede variar entre tonos de marrón, rosa o blanco.

Las manchas o protuberancias pueden tener un diámetro que oscila entre los 4 y 5 milímetros, aunque también pueden formarse áreas más grandes que se fusionan entre sí, creando zonas de lesión más extensas y notorias. Inicialmente, estas lesiones no parecen tener escamas, pero al raspar la superficie de la piel afectada, se pueden obtener fácilmente pequeñas escamas.

Las lesiones de la pitiriasis versicolor tienden a aparecer en áreas específicas del cuerpo, como el tronco, los brazos superiores, el cuello y la ingle. Estas áreas son propensas a la aparición de la infección debido a las condiciones favorables que ofrecen para el crecimiento del hongo Malassezia, el cual es el agente causante de esta afección cutánea.

 

Hallazgos de laboratorio

La pitiriasis versicolor se caracteriza por presentar características distintivas cuando se examina mediante una preparación con hidróxido de potasio (KOH). En este procedimiento, se observan grandes hifas romas y esporas con paredes gruesas en forma de brotes (“espagueti y albóndigas”). Estas características son típicas de la presencia del hongo Malassezia, el agente causante de esta infección cutánea.

Las hifas son estructuras filamentosas que forman parte del cuerpo del hongo. En la pitiriasis versicolor, estas hifas son notables por su tamaño considerable y su forma redondeada en los extremos, lo que les confiere una apariencia contundente. Las esporas, por otro lado, son las estructuras reproductivas del hongo, y en el caso de Malassezia, se presentan como esporas en brote con paredes gruesas.

La descripción de “espagueti y albóndigas” se refiere a la apariencia característica de la preparación con KOH, donde las hifas se asemejan a los fideos de espagueti y las esporas a las albóndigas. Esta imagen microscópica es altamente sugestiva de la presencia de Malassezia y es una característica diagnóstica clave de la pitiriasis versicolor.

Es importante destacar que, aunque la preparación con KOH es útil para el diagnóstico de la pitiriasis versicolor, el cultivo fúngico no suele ser útil en este caso. Esto se debe a que Malassezia es un hongo común que coloniza naturalmente la piel humana, por lo que su presencia en un cultivo no necesariamente indica una infección activa. Además, el cultivo puede ser difícil de interpretar y no contribuye significativamente al diagnóstico de esta afección.

 

Diagnóstico diferencial

El vitiligo es una enfermedad cutánea que se caracteriza por la despigmentación de la piel, lo que resulta en la formación de parches o áreas blancas que contrastan con el tono natural de la piel circundante. Estas lesiones suelen ser más prominentes alrededor de los orificios corporales (periorificiales) y en áreas acrales, como manos y pies. A diferencia de la pitiriasis versicolor, en el vitiligo la despigmentación es total, es decir, afecta toda la extensión de la piel en las áreas afectadas, y no parcial como en el caso de la pitiriasis versicolor.

Una característica clave del vitiligo es que las lesiones no presentan escamas, lo que significa que la piel afectada no tiene un aspecto escamoso o con descamación. Esta ausencia de escamas es una distinción importante con respecto a otras afecciones cutáneas, como la dermatitis seborreica, que puede manifestarse con lesiones de color rosa o marrón rojizo en el pecho, pero que sí producen descamación.

Para diferenciar entre lesiones de vitiligo y otras afecciones cutáneas como la dermatitis seborreica, se puede realizar una preparación con hidróxido de potasio (KOH). Esta preparación permite examinar las características microscópicas de la piel afectada. En el caso del vitiligo, la preparación con KOH no revelará hifas de hongos como en el caso de la pitiriasis versicolor, ya que el vitiligo no es causado por una infección fúngica. Por lo tanto, la ausencia de hifas en la preparación con KOH puede ayudar a diferenciar el vitiligo de otras afecciones, como la dermatitis seborreica.

 

Tratamiento

El tratamiento inicial de la pitiriasis versicolor se basa en el uso de terapias tópicas que ayudan a eliminar la infección por hongos en la piel y restaurar la pigmentación normal. Dos opciones comunes de tratamiento tópico son la loción de sulfuro de selenio y el champú de ketoconazol.

La loción de sulfuro de selenio se aplica diariamente desde el cuello hasta la cintura y se deja actuar durante 5 a 15 minutos durante 7 días consecutivos. Este tratamiento se repite semanalmente durante un mes. El sulfuro de selenio tiene propiedades antifúngicas que ayudan a combatir la infección por Malassezia, el hongo responsable de la pitiriasis versicolor.

Por otro lado, el champú de ketoconazol al 1% o 2% se aplica en el pecho y la espalda y se deja actuar durante 5 minutos antes de enjuagar, y puede usarse semanalmente para el tratamiento. El ketoconazol también es un agente antifúngico eficaz que ayuda a eliminar la infección fúngica en la piel.

Se deba enfatizar a los pacientes que estos tratamientos están dirigidos a tratar los aspectos elevados y escamosos de la erupción cutánea. Aunque los tratamientos pueden ayudar a resolver estos síntomas, las alteraciones en la pigmentación de la piel pueden tardar meses en desaparecer por completo. Esto significa que los pacientes deben ser conscientes de que la recuperación completa puede llevar tiempo y paciencia.

En cuanto al tratamiento oral, se recomienda una terapia de primera línea con fluconazol en dos dosis orales de 300 mg, administradas con un intervalo de 14 días entre cada dosis. Se considera que el riesgo de hepatitis asociado con esta dosis es mínimo. Sin embargo, en casos graves o en climas húmedos, pueden ser necesarias dosis adicionales.

Es importante tener en cuenta que el ketoconazol ya no se recomienda como tratamiento de primera línea debido al riesgo de hepatitis inducida por medicamentos asociada con su uso. Por lo tanto, se prefieren otras opciones de tratamiento oral, como el fluconazol.

La terapia de mantenimiento es fundamental en el tratamiento de la pitiriasis versicolor para prevenir la recurrencia de la infección fúngica en la piel. Después de completar el tratamiento inicial para eliminar la infección activa, es importante continuar con medidas preventivas para evitar que la afección vuelva a aparecer. Esto se logra mediante el uso regular de tratamientos tópicos que ayudan a mantener un ambiente cutáneo desfavorable para el crecimiento del hongo Malassezia, que causa la pitiriasis versicolor.

Los tratamientos tópicos mencionados anteriormente, como la loción de sulfuro de selenio y el champú de ketoconazol, son opciones efectivas para la terapia de mantenimiento. La loción de sulfuro de selenio debe aplicarse mensualmente, mientras que el champú de ketoconazol al 1% o 2% puede utilizarse de forma intermitente para prevenir la recurrencia.

Destacar que las cremas, soluciones y lociones de imidazol (como clotrimazol o miconazol) son efectivas para áreas localizadas, pero su costo las hace menos prácticas para su uso en áreas extensas, como el pecho y la espalda. Por lo tanto, estas opciones pueden no ser las más adecuadas para la terapia de mantenimiento a largo plazo.

Sin una terapia de mantenimiento adecuada, se estima que más del 80% de los casos “curados” de pitiriasis versicolor pueden experimentar recurrencias. Esto subraya la importancia de seguir un régimen de tratamiento continuo para prevenir la reaparición de la infección.

 

 

 

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