¿Cómo distinguir una enfermedad por la ubicación y el patrón del dolor torácico?
La ubicación y el patrón del dolor torácico pueden proporcionar pistas sobre la enfermedad que lo produce, de manera clásica se ha identificado algunas constantes de estos en las enfermedades más importantes.
La ubicación subesternal con irradiación al cuello, mandíbula, hombros o brazos es típico del dolor de isquemia miocárdica.
El dolor torácico que se encuentra muy localizado (aquel que puede delimitarse con la punta del dedo) es poco probable que esté relacionado con angina.
La ubicación retroesternal del dolor torácico debe sugerir un origen esofágico; sin embargo, otras enfermedades gastrointestinales por lo general se manifiestan con dolor que es más intenso en el abdomen o el epigastrio, con posible irradiación al tórax.
El dolor intenso que se irradia a la espalda, en particular entre los omóplatos, debe sugerir síndrome aórtico agudo.
La irradiación del dolor torácico al músculo trapecio es característica del dolor pericárdico y no suele relacionarse con angina.
El dolor de isquemia miocárdica por lo general progresa a lo largo de minutos y se exacerba con la actividad y mejora con el reposo.
El dolor que inicia repentinamente y alcanza su máxima intensidad de inmediato sugiere más disección aórtica, embolia pulmonar o neumotórax espontáneo.
El dolor torácico que es transitorio con duración de unos cuantos segundos, rara vez es de origen isquémico.
El dolor constante en intensidad por un periodo prolongado de horas a días, tiene poca probabilidad de originarse por isquemia miocárdica siempre y cuando ocurra en ausencia de otras manifestaciones clínicas como anomalías en el ECG o elevación de los biomarcadores cardiacos.
La isquemia miocárdica y el reflujo ácido gastroesofágico comparten la característica de que pueden tener inicio por la mañana.
El fenómeno de “angina caliente” se refiere a que algunos pacientes experimentan alivio de la angina conforme continúan con el mismo nivel de esfuerzo o incluso mayor, sin el desarrollo de síntomas.
Las alteraciones en la intensidad del dolor con cambios en la posición o en el movimiento de la extremidad superior y cuello tienen menos probabilidad de estar relacionados con isquemia miocárdica y sugieren una causa musculoesquelética.
El dolor de la pericarditis puede empeorar con el decúbito dorsal y se alivia al sentarse en posición erecta e inclinarse hacia el frente.
El reflujo gastroesofágico puede incrementarse por el consumo de alcohol, por el consumo de algunos alimentos o por la posición inclinada y aliviarse con la posición sentada.
La exacerbación por los alimentos sugiere una causa gastrointestinal del dolor torácico como enfermedad ulcerosa péptica, colecistitis o pancreatitis.
Pacientes con aterosclerosis coronaria grave, la distribución del flujo sanguíneo al lecho vascular esplácnico después del consumo de alimentos puede desencadenar angina posprandial.
Es poco probable que el esfuerzo físico modifique los síntomas de las causas gastrointestinales de dolor torácico.
El alivio del dolor torácico en unos cuantos minutos después de la administración de nitroglicerina sugiere el diagnóstico de isquemia miocárdica. El espasmo esofágico también puede verse aliviado con rapidez con la administración de nitroglicerina.
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