Los patrones moleculares de reconocimiento a la lesión pueden tener origen en las mitrocondrias de las células del organismo.
Las mitocondrias son los orgánulos celulares que generan la mayor parte de la energía química necesaria para activar las reacciones bioquímicas de la célula. La energía química producida por las mitocondrias se almacena en una molécula energizada llamada trifosfato de adenosina.
El ADN mitocondrial es el pequeño cromosoma circular que se encuentra en la mitocondria. El material genético de estos orgánulos permite a la célula ejercer un control local sobre la producción de energía.
Las proteínas, el acido desoxirribonucléico mitocondrial (mtDNA) o ambos pueden actuar como patrones moleculares de reconocimiento a la lesión (DAMP) al desencadenar una respuesta inflamatoria a necrosis y tensión fisiológica celular.
La liberación de DNA mitocondrial y de formil péptidos provenientes de mitocondrias lesionadas o disfuncionales se han implicado en la activación del inflamasoma de los macrófagos, un complejo de señalización citosólico que responde a la tensión fisiológica celular.
Las concentraciones plasmáticas de DNA mitocondrial se han encontrado miles de veces más elevadas en pacientes traumatizados o sometidos a cirugía.
Con la tensión fisiológica o lesión hística, se libera DNA mitocondrial y péptidos a partir de las mitocondrias lesionadas, con lo que contribuyen a la respuesta inflamatoria estéril.
Las mitocondrias de las células eucariotas derivan de un origen bacteriano, por lo que tiene sentido que conserven ciertas características bacterianas capaces de desencadenar una respuesta potente que típicamente se relaciona con la producida por un patógeno.
El factor de transcripción mitocondrial A, una proteína mitocondrial muy abundante, que tiene homología estructural y funcional con el grupo de proteinas B1 de alta movilidad.
Se ha demostrado que el factor de transcripción mitocondrial A se libera en grandes cantidades a partir de las células lesionadas, donde actúan en combinación con el DNA mitocondrial para activar la señalización receptores tipo Toll, específicamente del receptor TLR9.