El mercurio es tóxico
El mercurio es un elemento químico que se encuentra en la tabla periódica con el símbolo Hg y el número atómico 80. Es un metal líquido a temperatura ambiente, lo que lo hace único entre los metales. Aunque es conocido por su estado líquido, es importante destacar que el mercurio puede solidificarse y vaporizarse a temperaturas extremas.
Desde el punto de vista químico, el mercurio es un metal de transición y pertenece al grupo de los metales pesados. A pesar de sus propiedades únicas, su uso ha disminuido en algunos productos debido a preocupaciones ambientales, y se han implementado medidas para gestionar adecuadamente su eliminación y evitar la contaminación.
El mercurio en forma natural
El mercurio es un elemento químico (Hg) que se presenta de forma natural en tres formas distintas: mercurio elemental (Hg0), mercurio inorgánico (Hg+ o Hg++), y mercurio orgánico (como el etilo, metilo, alquilo o fenilo). Cada forma de mercurio tiene propiedades y efectos específicos.
- Mercurio Elemental (Hg0):
- Ubicación y Aplicaciones: Se encuentra en productos como amalgamas dentales, termómetros, lámparas fluorescentes, baterías y algunas pinturas.
- Toxicidad: El mercurio elemental puede ser neurotóxico, afectando el sistema nervioso. Además, puede provocar toxicidad pulmonar, especialmente si se inhalan vapores de mercurio.
- Mercurio Inorgánico (Hg+ o Hg++):
- Toxicidad: Este tipo de mercurio puede causar toxicidad digestiva y renal. La exposición prolongada a niveles altos puede tener efectos perjudiciales en estos sistemas del cuerpo.
- Mercurio Orgánico (Etilo, Metilo, Alquilo o Fenilo):
- Toxicidad: Las formas orgánicas de mercurio, como el metilmercurio, son conocidas por ser teratógenas, lo que significa que pueden causar malformaciones en el feto durante el desarrollo prenatal.
Es importante destacar que todas sus formas el mercurio es neurotóxico, lo que significa que pueden afectar el sistema nervioso central. La exposición crónica o aguda a cualquiera de estas formas puede tener consecuencias graves para la salud humana. Por esta razón, se han implementado medidas para limitar y gestionar adecuadamente la exposición al mercurio y para prevenir su liberación al medio ambiente. Además, en muchos lugares, se están buscando alternativas más seguras para reducir el uso de mercurio en diferentes aplicaciones.
Exposicion ocupacional
La exposición ocupacional al mercurio puede ocurrir en una variedad de industrias y ocupaciones. Algunos de los trabajadores más propensos a la exposición incluyen:
- Dentistas y Higienistas Dentales: Debido al uso de amalgamas dentales que contienen mercurio.
- Pintores: Especialmente aquellos que trabajan con pinturas que contienen compuestos de mercurio.
- Extractores de Oro: En algunos procesos de extracción de oro, se utiliza mercurio para formar amalgamas con el oro.
- Bronceadores: Algunos procesos de bronceado pueden implicar el uso de compuestos de mercurio.
- Galvanizadores y Metalúrgicos: En ciertos procesos industriales, el mercurio puede estar presente.
- Fabricantes de Pulpa de Papel: Algunos procesos en la fabricación de pulpa de papel pueden involucrar mercurio.
- Mineros: Especialmente aquellos que trabajan en minas donde el mercurio está presente.
- Trabajadores de la Cerámica: Algunos procesos de fabricación de cerámica pueden implicar el uso de compuestos de mercurio.
Estos trabajadores pueden estar expuestos al mercurio en diversas formas, ya sea como vapor, líquido o compuestos, dependiendo de la naturaleza de su trabajo.
Prohibición de Termómetros de Mercurio: Debido a la preocupación por la toxicidad del mercurio, muchos países han prohibido o restringido el uso de termómetros de mercurio. Estos termómetros contienen mercurio elemental en su interior y representan un riesgo potencial si se rompen, liberando vapores de mercurio. La prohibición se ha implementado para prevenir la exposición y minimizar los riesgos para la salud de las personas y el medio ambiente.
En lugar de los termómetros de mercurio, se están promoviendo alternativas más seguras y precisas, como los termómetros digitales. Esta medida forma parte de los esfuerzos para reducir la exposición al mercurio y sus efectos adversos en la salud humana y el entorno.
El mercurio es tóxico
La toxicidad del mercurio elemental (Hg0) se debe principalmente a la inhalación de sus vapores volatilizados. Cuando el mercurio elemental se calienta, como sucede en el caso de lámparas fluorescentes, amalgamas dentales o en la minería del oro, puede liberar vapores que son fácilmente inhalados. Estos vapores son absorbidos por los pulmones y luego pueden entrar en la corriente sanguínea, afectando principalmente al sistema nervioso central y causando daños neurológicos.
El mercurio inorgánico, en formas como HgCl (calomelano) y HgCl2 (cloruro mercúrico), ha sido utilizado históricamente en diversas aplicaciones. Se empleaba como medicamento, cosmético y antiséptico tópico. Sin embargo, con el tiempo, se comprendieron mejor los riesgos asociados con la exposición al mercurio, y su uso en estas aplicaciones ha sido ampliamente desaconsejado o prohibido.
El mercurio aún se utiliza en ciertos sectores industriales, como el bronceado, la taxidermia, la fabricación de fuegos artificiales y en la elaboración de pigmentos. Estos usos pueden implicar exposición al mercurio en diversas formas y presentar riesgos para la salud, especialmente si no se manejan adecuadamente.
El mercurio inorgánico también puede encontrarse en algunos medicamentos patentados, remedios populares, cremas blanqueadoras de la piel y hierbas medicinales. En tales productos, el mercurio se utiliza a veces de manera inapropiada, y la exposición a través de la ingestión, inhalación o absorción dérmica puede llevar a problemas de salud.
La toxicidad por mercurio puede deberse a la ingestión (consumo de alimentos contaminados), inhalación (exposición a vapores) o absorción dérmica (contacto con la piel). Los efectos tóxicos pueden variar dependiendo de la forma del mercurio, la duración de la exposición y la cantidad absorbida. La exposición crónica puede afectar principalmente al sistema nervioso, mientras que la exposición aguda puede tener efectos más generalizados, incluyendo problemas gastrointestinales y renales.
Los compuestos que contienen mercurio orgánico abarcan categorías como compuestos alquilo de cadena corta, entre los cuales destaca el metilmercurio, y compuestos alquilo de cadena larga. Asimismo, existen compuestos arilo, como el tiomersal, que exhiben comportamientos similares a los compuestos mercuriales inorgánicos.
El metilmercurio, un componente altamente tóxico del mercurio orgánico, ha sido protagonista en diversas epidemias de intoxicación humana a gran escala. Este compuesto, conocido por su capacidad para afectar gravemente el sistema nervioso, especialmente durante el desarrollo fetal, ha sido vinculado a casos de envenenamiento derivado del consumo de alimentos contaminados, principalmente pescado.
El ciclo del mercurio en el medio ambiente involucra microorganismos en el suelo y en ambientes marinos que tienen la capacidad de convertir el mercurio inorgánico presente en el aire y los residuos industriales en metilmercurio. A través de un fenómeno denominado bioamplificación, el metilmercurio se concentra en los tejidos de la vida marina, alcanzando sus niveles más elevados en peces predadores de gran tamaño, tales como el atún y el tiburón.
La principal vía de exposición al mercurio orgánico en la población general es a través del consumo de pescado. Dado que el metilmercurio se acumula en los tejidos de los peces, aquellos que consumen especies grandes y depredadoras se encuentran en mayor riesgo de exposición.
El mercurio orgánico se utiliza en diversas aplicaciones, como fungicidas, pesticidas, conservantes en la madera, y actúa como antiséptico o conservante medicinal en productos como el mercurocromo y el tiomersal.
La toxicidad asociada al mercurio orgánico suele estar vinculada a la ingestión. Por lo tanto, es imperativo implementar medidas que limiten la exposición, especialmente en grupos vulnerables como mujeres embarazadas y niños, debido a los riesgos potenciales para el desarrollo neurológico. El establecimiento de regulaciones y prácticas seguras en la gestión de productos que contienen mercurio orgánico es esencial para mitigar estos riesgos y proteger la salud pública.
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