Fisiología de la tos

Fisiología de la tos
Fisiología de la tos

El mecanismo de la tos implica a múltiples estructuras anatómicas. Comienza en los propios receptores sensoriales y culmina con la coordinación adecuada de las vías nerviosas y musculares encargadas de producir la fuerza expulsiva necesaria.

La fisiología de la tos comprende las cuatro fases:

  • Estimulación sensorial
  • Vías nerviosas aferentes
  • Centro regulador
  • Vías nerviosas eferentes
Fisiología de la tos

El reflejo de la tos se desencadena por estímulos inflamatorios y mecánicos provocados por la inhalación de irritantes químicos y mecánicos que actúan sobre los receptores localizados en su mayoría en la laringe, la carina y los bronquios principales, si bien deben existir también en el canal auditivo externo, los senos paranasales, el diafragma, la pleura y el pericardio.

Los receptores pertenecen fundamentalmente al grupo de los receptores irritantes de adaptación rápida (RAR), ubicados en el interior del epitelio respiratorio y formados por fibras nerviosas mielínicas de pequeño diámetro (Aδ). Son sensibles a los estímulos mecánicos, la broncoconstricción, el humo del tabaco, los cambios en la tonicidad y las sustancias ácidas, alcalinas o isotónicas.

Existen también otros receptores asociados con las fibras C no mielínicas, que se estimulan por mediadores químicos, como la capsaicina o la bradicinina. Están compuestos por canales iónicos sensibles al voltaje, entre ellos el receptor vaniloide (TRPV-1), cuya expresión se encuentra muy aumentada en el epitelio de los pacientes con tos crónica.

Las terminaciones de las fibras Aδ se localizan en las uniones estrechas de las células epiteliales, en su región basal, y se tiñen con marcadores para la sustancia P y el péptido derivado del gen de la calcitonina (CGRP). Su activación libera localmente taquicininas y neurocininas. Estos mediadores, al igual que ocurre en el asma, son el origen de los procesos de vasodilatación, exudación, daño epitelial y secreción glandular que definen la inflamación neurogénica y su interacción con la tos.

Las vías nerviosas aferentes están formadas principalmente por terminaciones del nervio vago y laríngeo superior, que conducen el estímulo hacia la médula dorsal. Otras vías nerviosas, como el trigémino, el glosofaríngeo o el nervio frénico, son muy infrecuentes.

La sensibilidad aferente de la laringe se conduce fundamentalmente a través de la rama interna del nervio laríngeo superior, mientras que la porción subglótica y traqueal superior transcurre por el nervio recurrente.

Las fibras vagales entran en contacto, a través del núcleo solitario, con neuronas de segundo orden, que interaccionan con otros receptores aferentes de las vías aéreas, como las fibras C antes mencionadas y los receptores de adaptación lenta. La distinta actividad de estos elementos aferentes condiciona que el centro respiratorio cese su actividad y se integren otros, como el núcleo ambiguo y el retroambiguo, responsables de la acción de los músculos respiratorios y laríngeos que intervienen en la tos.

En el córtex cerebral es posible, en algunos casos, la inducción voluntaria de la tos o su supresión, como ocurre durante el sueño.

Desde el área bulbar, los impulsos eferentes se dirigen, por un lado, hacia la musculatura laríngea y traqueobronquial, a través del nervio vago; y, por otro, a los músculos intercostales, el diafragma, la pared abdominal y el suelo pélvico por los nervios espinales C3-S2 y el nervio frénico.

La tos generada en este punto consta de cuatro fases consecutivas:

  • En la primera se produce una inspiración profunda por la contracción del diafragma y los músculos inspiratorios accesorios, que actúan sinérgicamente con los músculos abductores de las vías aéreas superiores.
  • Tras ella tiene lugar la fase compresiva, con el cierre de la glotis por la activación conjunta de los músculos espiratorios y aductores laríngeos. Esta fase dura alrededor de 0,2 segundos y la presión generada puede llegar a ser hasta de 300 cm H2O. Durante esta fase, el diafragma mantiene su actividad de forma tónica.
  • A continuación tiene lugar la fase expulsiva, con la relajación de los músculos aductores y el diafragma, lo que condiciona la apertura de la glotis. Durante la fase expulsiva de la tos se producen dos sonidos consecutivos, que corresponden a dos períodos distintos.
  • La fase de relajación es durante la cual los músculos devuelven la caja torácica a su posición de capacidad residual funcional.

 

 

 

 

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