Manifestaciones clínicas del eritema nodoso

Manifestaciones clínicas del eritema nodoso
Manifestaciones clínicas del eritema nodoso

El eritema nodoso se manifiesta como una inflamación subcutánea que es notablemente sensible, lo que significa que el área afectada es extremadamente sensible al tacto y puede ser dolorosa incluso con el contacto más leve. Esta sensibilidad puede estar acompañada de síntomas sistémicos como fiebre, malestar general y artralgia, lo que refleja la naturaleza inflamatoria y sistémica de la condición. Estos síntomas sistémicos son una manifestación de la respuesta inmune del cuerpo a la inflamación cutánea y pueden variar en intensidad dependiendo de la gravedad y la extensión de la afectación.

La distribución característica de las lesiones en el eritema nodoso es más comúnmente en las superficies anteriores de las piernas debajo de las rodillas, aunque también pueden aparecer en otras partes del cuerpo, como los brazos, el tronco y la cara. Esta predilección por las extremidades inferiores puede explicarse por la mayor cantidad de tejido adiposo subcutáneo en estas áreas, que es el sitio principal de afectación en la panniculitis asociada con el eritema nodoso.

Las lesiones del eritema nodoso suelen tener un diámetro que varía entre 1 y 10 centímetros y muestran una progresión típica en su apariencia. Inicialmente, las lesiones pueden aparecer de color rosa a rojo, reflejando la inflamación activa y la vasodilatación asociada. A medida que las lesiones evolucionan y comienzan a regresar, pueden adquirir una variedad de tonos que se asemejan a los observados en un hematoma, incluidos morados, azules y verdosos. Aunque las lesiones pueden mostrar una amplia gama de colores durante su resolución, es importante destacar que, por lo general, no se ulceran, lo que significa que no desarrollan lesiones abiertas en la piel.

La evaluación de los pacientes que presentan eritema nodoso agudo es fundamental para determinar la causa subyacente y guiar el manejo adecuado. Esto implica una historia clínica detallada, que incluye la búsqueda de exposición a medicamentos que puedan desencadenar la condición, así como un examen físico completo. Los hallazgos importantes que pueden ayudar a identificar la causa subyacente incluyen antecedentes de infecciones respiratorias superiores previas, enfermedad diarreica, exposición a la tuberculosis o síntomas sugestivos de cualquier infección fúngica profunda endémica en la región geográfica del paciente. Esta evaluación exhaustiva es crucial para dirigir la atención al diagnóstico y tratamiento apropiados, así como para descartar condiciones subyacentes graves.

 

Hallazgos de laboratorio

La evaluación de laboratorio en pacientes con eritema nodoso tiene como objetivo detectar posibles causas subyacentes y guiar el manejo adecuado de la condición. Se recomiendan una serie de pruebas específicas para ayudar en este proceso.

  • Radiografía de tórax: La radiografía de tórax es una herramienta diagnóstica importante para evaluar la presencia de enfermedades pulmonares subyacentes, como la tuberculosis o la sarcoidosis, que pueden manifestarse con eritema nodoso. Esta prueba puede revelar hallazgos característicos que sugieren la presencia de enfermedad pulmonar, lo que orienta aún más la evaluación y el manejo del paciente.
  • Prueba de derivado de proteína purificado (PPD) o ensayo de liberación gamma de interferón (como QuantiFERON): Estas pruebas se utilizan para detectar la exposición previa a la tuberculosis. Dado que la tuberculosis es una causa potencial de eritema nodoso, especialmente en áreas endémicas, la realización de estas pruebas puede ayudar a descartar esta enfermedad como causa subyacente.
  • Dos títulos consecutivos de ASO/ADNasa B a intervalos de 2 a 4 semanas: Estas pruebas son específicas para detectar la presencia de infección estreptocócica reciente o pasada. Dado que las infecciones estreptocócicas, como la faringitis estreptocócica, son una causa común de eritema nodoso, la evaluación de los títulos de ASO/ADNasa B puede proporcionar información importante sobre la exposición previa a esta bacteria.
  • Búsqueda de coccidioidomicosis en pacientes de áreas endémicas: La coccidioidomicosis es una infección fúngica causada por el hongo Coccidioides, que puede ser endémica en ciertas regiones geográficas, como el suroeste de Estados Unidos y partes de México y América Central. Por lo tanto, en pacientes que viven o han viajado a estas áreas, se recomienda buscar activamente la presencia de esta infección como una posible causa de eritema nodoso.

Es importante tener en cuenta que, si no se encuentra ninguna causa subyacente después de una evaluación exhaustiva, solo un pequeño porcentaje de pacientes desarrollará una enfermedad subyacente significativa en el próximo año, generalmente sarcoidosis. Sin embargo, esta evaluación inicial es esencial para descartar posibles causas tratables o graves de eritema nodoso y proporcionar un manejo adecuado al paciente.

 

Diagnóstico diferencial

El eritema nodoso se distingue de otras formas de paniculitis por varias características clínicas y patológicas específicas. Una de las características definitorias del eritema nodoso es que no ulcera, lo que significa que las lesiones características no desarrollan úlceras abiertas en la piel. Esta distinción es importante porque diferencia al eritema nodoso de otras formas de paniculitis que pueden presentar ulceración, lo que refleja diferencias en la naturaleza y el curso de la enfermedad.

Por ejemplo, el eritema indurado, que puede ser causado por la tuberculosis, se observa típicamente en las superficies posteriores de las piernas y, a diferencia del eritema nodoso, puede ulcerarse. Esta diferencia en la presentación clínica y el curso de la enfermedad refleja las diferencias en la patogenia y la respuesta del cuerpo a la infección por tuberculosis.

Por otro lado, la paniculitis lupica se presenta como nódulos dolorosos en áreas grasas de las nalgas y los brazos posteriores, y estas lesiones tienden a curarse con cicatrices deprimidas. Esta presentación clínica distinta refleja las diferencias en la distribución de las lesiones y los resultados histopatológicos entre el eritema nodoso y la paniculitis lupica.

En el caso de la poliarteritis nodosa, los nódulos subcutáneos están frecuentemente asociados con un patrón de livedo reticularis fijo. Este hallazgo clínico característico ayuda a distinguir la poliarteritis nodosa del eritema nodoso y otras formas de paniculitis.

Es importante destacar que, en etapas tardías, el eritema nodoso debe distinguirse de hematomas y contusiones simples. Esto puede ser un desafío, especialmente cuando las lesiones del eritema nodoso han comenzado a regresar y muestran una variedad de colores que se asemejan a los observados en un hematoma. Sin embargo, la ausencia de ulceración y la distribución típica de las lesiones en el eritema nodoso pueden ayudar a diferenciarlo de hematomas simples.

 

 

Homo medicus


Originally posted on 19 de mayo de 2024 @ 9:37 AM

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