Plásmidos de resistencia farmacológica
Los plásmidos de resistencia farmacológica son fragmentos de ADN independientes del cromosoma principal que contienen genes que confieren resistencia a antimicrobianos. Estos plásmidos desempeñan un papel crucial en la propagación de la resistencia a los antimicrobianos entre diferentes bacterias, lo que representa una amenaza significativa para la salud pública.
- Transferencia horizontal de genes: Uno de los aspectos más preocupantes de los plásmidos de resistencia es su capacidad para transferir genes de resistencia entre bacterias de diferentes especies o géneros. Esto se conoce como transferencia horizontal de genes y se logra mediante varios mecanismos, como la conjugación bacteriana, la transducción y la transformación. Cuando una bacteria portadora de un plásmido de resistencia transfiere este plásmido a otra bacteria, esta última adquiere inmediatamente la capacidad de resistir a los antimicrobianos específicos codificados en el plásmido.
- Amplia gama de resistencia: Los plásmidos de resistencia farmacológica pueden contener múltiples genes de resistencia a diferentes clases de antimicrobianos, lo que los hace altamente versátiles. Esto significa que una sola bacteria portadora de un plásmido de resistencia podría transmitir resistencia a varios tipos de antibióticos a otras bacterias. Esto amplía significativamente el espectro de resistencia y complica aún más el tratamiento de las infecciones bacterianas.
- Selección positiva: La presión selectiva ejercida por el uso excesivo o incorrecto de antimicrobianos en la medicina humana y veterinaria favorece a las bacterias que portan plásmidos de resistencia. Cuando se utilizan antimicrobianos, las bacterias sensibles mueren, pero las resistentes sobreviven y se multiplican. Esto crea un entorno donde las bacterias portadoras de plásmidos de resistencia tienen una ventaja competitiva, lo que lleva a la propagación de la resistencia.
- Persistencia y diseminación: Los plásmidos de resistencia también pueden persistir en el ambiente, en hospitales y en comunidades bacterianas durante largos períodos de tiempo. Esto significa que pueden circular continuamente y transferirse entre bacterias en diferentes entornos, lo que facilita su diseminación a nivel global.
- Escasez de opciones de tratamiento: La resistencia a los antimicrobianos hace que los tratamientos médicos sean menos efectivos y, en algunos casos, ineficaces. Esto puede llevar a infecciones más graves, mayores tasas de mortalidad y costos de atención médica más elevados, ya que se requieren tratamientos más prolongados y costosos para controlar infecciones resistentes.
Síguenos en X: @el_homomedicus y @enarm_intensivo APRENDER CIRUGÍA