¿Por que hay artropatía en pacientes con acromegalia?
La presencia de artropatía en pacientes con acromegalia se atribuye a la acción sostenida de niveles elevados de hormona del crecimiento (GH) e, indirectamente, de la hormona del crecimiento insulínico tipo 1 (IGF-1). La acromegalia, caracterizada por la hipersecreción de GH, desencadena una serie de cambios degenerativos en las articulaciones, especialmente en las zonas como las manos, muñecas y rodillas.
La hipertrofia ósea, inducida por la estimulación constante del crecimiento debido al exceso de GH, constituye uno de los factores clave en la artropatía asociada con la acromegalia. Este proceso conlleva a un aumento en el tamaño de las articulaciones y a cambios estructurales que afectan la función normal de dichas zonas. Además, la acción prolongada de la GH puede propiciar la proliferación de tejidos blandos, como cartílagos y tejidos sinoviales, contribuyendo aún más a la patología articular observada en estos pacientes.
La densidad ósea aumentada, otra característica asociada a la acromegalia, también juega un papel significativo en los cambios degenerativos en las articulaciones. Este aumento de densidad contribuye a la rigidez y la alteración de la arquitectura articular. Además, la hipertrofia de los tejidos puede afectar la circulación sanguínea en las articulaciones, comprometiendo aún más su salud y función normal.
Artropatía en pacientes con acromegalia
La acromegalia es una enfermedad endocrina poco frecuente debida a un exceso de producción de hormona de crecimiento en la hipófisis. La hipófisis es una glándula endocrina, localizada en la base del cerebro, que controla, produce y secreta esta y otras hormonas.
La acromegalia es consecuencia de la producción excesiva de hormona del crecimiento por un adenoma en la adenohipófisis. La secreción excesiva de dicha hormona, junto con el factor de crecimiento similar a insulina 1, estimula la proliferación de cartílago, tejido conjuntivo periarticular y hueso, y surgen así algunos problemas musculoesqueléticos como consecuencia, que incluyen osteoartritis, dorsalgia, debilidad muscular y síndrome del túnel del carpo.
La osteoartritis es un cuadro común que muy a menudo afecta rodillas, hombros, caderas y manos, y el ataque puede ser de una o de varias articulaciones.
La hipertrofia de cartílago ocasiona, en un principio, ensanchamiento del espacio interarticular detectado en radiografías. El cartílago recién sintetizado es anormalmente susceptible a grietas, úlceras y destrucción.
La laxitud de ligamentos periarticulares suele contribuir a la aparición de osteoartritis. El cartílago se degrada, disminuyendo el espacio interarticular y aparecen esclerosis subcondral y osteofitos.
En algunos casos en el cartílago se pueden identificar cristales de pirofosfato dihidratado de calcio de artropatía por acromegalia, cuando se desprenden de manera intrarticular en ocasiones pudieran desencadenar crisis de pseudogota.
La dorsalgia es muy frecuente como consecuencia de hipermovilidad de la columna. Las radiografías de la columna muestran espacios intervertebrales normales o ensanchados, osteofitos hipertróficos anteriores y calcificación de ligamentos.
La cifosis dorsal, junto con el alargamiento de las costillas, contribuye a la aparición del llamado “tórax en tonel” que se observa en los pacientes acromegálicos.
Hay hipertrofia de manos y pies por la proliferación de tejidos blandos; los dedos de las manos se engruesan y en las radiografías se puede observar que las falanges distales tienen un contorno con picos en penacho.
Anatomía del hígado
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