Pruebas de compatibilidad sanguínea
Pruebas de compatibilidad sanguínea

Pruebas de compatibilidad sanguínea

Antes de realizar una transfusión sanguínea, tanto la sangre del receptor como la del donante se tipifican y se someten a una prueba de compatibilidad cruzada para evitar reacciones hemolíticas inducidas por la transfusión. Aunque en los glóbulos rojos existen muchos sistemas antigénicos, los sistemas ABO y Rh son los que se examinan específicamente antes de cada transfusión, debido a su importancia crítica en la compatibilidad entre donante y receptor.

El sistema ABO es fundamental porque los antígenos A y B, presentes en la superficie de los glóbulos rojos, son los principales responsables de las reacciones inmunológicas incompatibles. Cuando una persona carece de uno o ambos antígenos A y B, su plasma contiene anticuerpos IgM denominados isoaglutininas, que son específicos contra los antígenos ausentes. Estos anticuerpos son parte de la respuesta inmune natural del cuerpo y se encuentran en concentraciones elevadas en individuos que carecen de los antígenos correspondientes en sus glóbulos rojos. Por ejemplo, una persona con sangre tipo A posee anticuerpos anti-B en su plasma, mientras que una persona con sangre tipo B tiene anticuerpos anti-A.

Cuando los glóbulos rojos de un donante incompatible con el receptor son transfundidos, las isoaglutininas presentes en el plasma del receptor se unen a los antígenos en los glóbulos rojos transfundidos, lo que desencadena la activación del sistema del complemento. Esta activación provoca la destrucción rápida de los glóbulos rojos transfundidos, un proceso conocido como hemólisis intravascular, que puede ser muy peligroso e incluso fatal.

El sistema Rh, que involucra principalmente el antígeno Rh(D), también es de gran importancia en la transfusión de sangre. Si una persona Rh negativa recibe sangre Rh positiva, su sistema inmunológico puede reconocer el antígeno Rh como extraño y producir anticuerpos contra él, lo que en futuras transfusiones o embarazos puede generar complicaciones graves, como la enfermedad hemolítica del recién nacido.

Aunque la tipificación ABO y Rh es esencial para la seguridad de la transfusión, en situaciones de emergencia donde no hay tiempo para realizar estos exámenes detallados, se pueden administrar productos sanguíneos universales, como la sangre tipo O negativa. Este tipo de sangre es el más seguro para transfundir a cualquier receptor, ya que no posee ni antígenos A ni B en los glóbulos rojos, ni el antígeno Rh, lo que minimiza el riesgo de reacciones inmunológicas adversas. Sin embargo, en estas circunstancias de emergencia, se prefiere transfundir glóbulos rojos empaquetados (en lugar de sangre total), ya que esto reduce la cantidad de plasma transfundido, que contiene los anticuerpos anti-A y anti-B, evitando así una mayor exposición a estos anticuerpos del donante. De esta manera, se minimiza el riesgo de reacciones hemolíticas.

El antígeno D del sistema Rh es otro de los antígenos más importantes que se prueba de manera rutinaria antes de las transfusiones sanguíneas. Este antígeno forma parte de un sistema antigénico complejo que se encuentra en la membrana de los glóbulos rojos. Aproximadamente el 15% de la población carece de este antígeno D, y aunque en estas personas no existen anticuerpos anti-D preformados en su plasma, el antígeno D es altamente inmunogénico. Esto significa que, al ser una proteína extraña para el sistema inmunológico, el cuerpo puede generar una respuesta inmune contra ella si se introduce de manera no compatible, como sucede durante una transfusión de sangre o un embarazo.

Cuando una persona cuyo grupo sanguíneo no expresa el antígeno D (es decir, una persona Rh negativa) recibe glóbulos rojos de un donante Rh positivo (que sí presenta el antígeno D), su sistema inmunológico puede reconocer este antígeno como extraño. Como resultado, el receptor desarrolla anticuerpos anti-D, lo que puede llevar a consecuencias graves en futuras transfusiones. Los anticuerpos anti-D generados pueden causar una severa destrucción de los glóbulos rojos transfundidos que presenten el antígeno D en su superficie, lo que se conoce como hemólisis. Esta hemólisis puede ser tan grave que incluso puede poner en peligro la vida del receptor.

Además, la presencia de anticuerpos anti-D también puede tener consecuencias en el contexto de un embarazo. Si una mujer Rh negativa desarrolla anticuerpos anti-D tras una transfusión o un embarazo previo con un feto Rh positivo, estos anticuerpos pueden atravesar la placenta y atacar los glóbulos rojos del feto, causando una enfermedad conocida como enfermedad hemolítica del recién nacido, que puede ser fatal o causar daños severos al feto.

Para evitar estas complicaciones, el proceso de tipificación sanguínea no solo implica la prueba de los antígenos A, B y Rh, sino que también incluye un ensayo de compatibilidad cruzada. Este ensayo tiene como objetivo detectar la presencia de anticuerpos aloinmunes en el suero del receptor. Estos aloinmunes son anticuerpos dirigidos contra antígenos presentes en los glóbulos rojos del donante que no están presentes en los glóbulos rojos del receptor. Para llevar a cabo esta prueba, el suero del receptor se mezcla con paneles de glóbulos rojos que representan antígenos menores comunes en los glóbulos rojos humanos. Si en esta prueba se detecta una reacción, significa que el receptor ha desarrollado anticuerpos contra algún antígeno presente en los glóbulos rojos del donante.

La detección de estos anticuerpos es especialmente importante si el receptor ha recibido transfusiones de sangre previas o ha estado embarazada, ya que estos factores aumentan el riesgo de que el sistema inmunológico del receptor haya sido sensibilizado a antígenos sanguíneos adicionales, más allá de los sistemas ABO y Rh. La sensibilización previa puede derivar en la formación de anticuerpos aloinmunes que, al ser expuestos a glóbulos rojos del donante durante una nueva transfusión, desencadenen reacciones inmunológicas adversas, como la hemólisis.

 

 

 

 

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Fuente y lecturas recomendadas:
  1. Goldman, L., & Schafer, A. I. (Eds.). (2020). Goldman-Cecil Medicine (26th ed.). Elsevier.
  2. Loscalzo, J., Fauci, A. S., Kasper, D. L., Hauser, S. L., Longo, D. L., & Jameson, J. L. (Eds.). (2022). Harrison. Principios de medicina interna (21.ª ed.). McGraw-Hill Education.
  3. Papadakis, M. A., McPhee, S. J., Rabow, M. W., & McQuaid, K. R. (Eds.). (2024). Diagnóstico clínico y tratamiento 2025. McGraw Hill.
  4. Carson JL et al. Red blood cell transfusion: 2023 AABB International Guidelines. JAMA. 2023;330:1892. [PMID: 37824153]
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Originally posted on 20 de noviembre de 2024 @ 11:04 PM

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