¿Qué es el síndrome del túnel carpiano?

por Homo medicus · 27 de marzo de 2024

El síndrome del túnel carpiano es una afección común que ocurre cuando el nervio mediano se comprime o se ve atrapado dentro del túnel carpiano. Esto puede deberse a diversos factores, como la inflamación de los tendones, la hinchazón de los tejidos circundantes o el estrechamiento del túnel carpiano.

El túnel carpiano es una estructura anatómica que se encuentra en la muñeca, en la parte inferior de la palma de la mano. Consiste en un pasaje estrecho y en forma de túnel formado por huesos, ligamentos y tejidos blandos. El principal componente de este túnel es el ligamento carpiano transverso, también conocido como retináculo flexor.

El túnel carpiano alberga y protege al nervio mediano, que es uno de los principales nervios de la mano. Además del nervio mediano, también pasan por el túnel carpiano los tendones flexores de los músculos de los dedos. Estos tendones están envueltos en una vaina sinovial que les permite deslizarse suavemente durante los movimientos de flexión de los dedos.

Factores de riesgo

Existen varios factores de riesgo asociados con el síndrome del túnel carpiano. Estos factores aumentan la probabilidad de desarrollar esta condición:

Actividades repetitivas de la mano: El uso repetitivo y prolongado de la mano y la muñeca en actividades como escribir, teclear, coser, trabajar en una línea de ensamblaje o usar herramientas manuales puede aumentar el riesgo de desarrollar el síndrome del túnel carpiano.
Posturas de la muñeca: Mantener la muñeca en posiciones extremas de flexión o extensión durante períodos prolongados puede aumentar la presión dentro del túnel carpiano y comprimir el nervio mediano. Esto puede ocurrir en trabajos que requieren movimientos de la muñeca en una posición no neutral, como actividades que implican movimientos repetitivos hacia arriba y hacia abajo.
Factores anatómicos: Algunas personas pueden tener una predisposición anatómica a tener un túnel carpiano más estrecho o menor espacio dentro del túnel, lo que aumenta el riesgo de compresión del nervio mediano. Estos factores anatómicos pueden estar presentes desde el nacimiento o pueden desarrollarse con el tiempo debido a condiciones como la artritis.
Edad y género: El síndrome del túnel carpiano es más común en adultos de mediana edad y en mujeres. Las mujeres tienen un mayor riesgo de desarrollar esta afección, posiblemente debido a diferencias en la anatomía y los niveles hormonales.
Enfermedades subyacentes: Algunas condiciones médicas, como la diabetes, la artritis reumatoide, la hipotiroidismo y la obesidad, están asociadas con un mayor riesgo de desarrollar el síndrome del túnel carpiano. Estas enfermedades pueden afectar los tejidos y aumentar la probabilidad de inflamación y compresión del nervio mediano.
Lesiones en la muñeca: Lesiones previas en la muñeca, como fracturas, dislocaciones o esguinces, pueden causar inflamación y cambios estructurales en el túnel carpiano, lo que aumenta el riesgo de desarrollar síntomas de compresión del nervio mediano.
Antecedentes familiares: Existe una tendencia familiar en el síndrome del túnel carpiano, lo que sugiere una posible predisposición genética a desarrollar esta condición.

Manifestaciones clínicas

El síndrome del túnel carpiano es una afección que se manifiesta principalmente en la mano y la muñeca. Los síntomas pueden variar en intensidad y pueden comenzar gradualmente o aparecer repentinamente:

Dolor y malestar: El síntoma más común del síndrome del túnel carpiano es el dolor en la mano y la muñeca. El dolor puede ser agudo, punzante o como una sensación de quemazón. Por lo general, se siente en la palma de la mano y puede irradiarse hacia el antebrazo, el brazo e incluso el hombro. El dolor puede empeorar durante la noche y puede despertar a la persona afectada.
Hormigueo y entumecimiento: El hormigueo y el entumecimiento son síntomas característicos del síndrome del túnel carpiano. Generalmente, se sienten en los dedos pulgar, índice, medio y anular. El hormigueo puede describirse como una sensación de “alfileres y agujas” o como una pérdida de sensibilidad en los dedos afectados. Estos síntomas pueden interferir con la capacidad de agarrar objetos pequeños o realizar tareas finas con las manos.
Debilidad muscular: A medida que el síndrome del túnel carpiano progresa, puede haber debilidad muscular en la mano afectada. Esto puede dificultar el agarre y la realización de actividades que requieren fuerza, como abrir frascos o sostener objetos pesados. La debilidad puede ser más notable en los músculos de la base del pulgar.
Sensación de hinchazón: Algunas personas con síndrome del túnel carpiano pueden experimentar una sensación de hinchazón en la mano afectada, incluso si no hay hinchazón física visible. Esto puede estar relacionado con la inflamación y la presión ejercida sobre el nervio mediano dentro del túnel carpiano.
Sensibilidad al frío: En algunos casos, las personas con síndrome del túnel carpiano pueden tener una mayor sensibilidad al frío en la mano afectada. El contacto con temperaturas frías o incluso una ligera brisa fría puede desencadenar síntomas de dolor y hormigueo.

Es importante destacar que los síntomas del síndrome del túnel carpiano pueden empeorar durante actividades que implican flexión o extensión repetitiva de la muñeca, como escribir, teclear o sujetar herramientas. También pueden empeorar durante la noche debido a la postura de la muñeca durante el sueño.

Exámenes complementarios

El diagnóstico del síndrome del túnel carpiano generalmente se basa en la evaluación clínica de los síntomas y los hallazgos físicos. Sin embargo, en algunos casos, pueden ser necesarios exámenes de laboratorio o pruebas de gabinete para confirmar el diagnóstico y descartar otras condiciones.

Estudio de conducción nerviosa: Esta es la prueba más comúnmente utilizada para confirmar el diagnóstico de síndrome del túnel carpiano. Se realiza mediante un estudio de electrofisiología que evalúa la velocidad de conducción y la respuesta del nervio mediano a estímulos eléctricos. El estudio de conducción nerviosa puede revelar una disminución de la velocidad de conducción y una alteración en la forma de las ondas, lo cual indica una compresión del nervio mediano en el túnel carpiano.
Electromiografía (EMG): La electromiografía es una prueba que mide la actividad eléctrica de los músculos. Se utiliza en combinación con el estudio de conducción nerviosa para evaluar la función muscular y determinar si la compresión del nervio mediano ha provocado daño o debilidad en los músculos de la mano.
Radiografías: Las radiografías de la muñeca y la mano generalmente no se utilizan para diagnosticar el síndrome del túnel carpiano, ya que esta afección afecta principalmente los tejidos blandos. Sin embargo, las radiografías pueden ser útiles para descartar otras condiciones, como fracturas o cambios degenerativos en las articulaciones, que podrían causar síntomas similares.
Ecografía: La ecografía puede proporcionar imágenes en tiempo real de los tejidos blandos de la muñeca, lo que puede ayudar a evaluar la estructura y la posible presencia de inflamación en el túnel carpiano. Esta prueba puede ser útil en casos en los que el diagnóstico no es claro o cuando hay otras condiciones concurrentes que puedan afectar la muñeca.

Tratamiento

El síndrome del túnel carpiano puede tratarse de diversas maneras, dependiendo de la gravedad de los síntomas y la respuesta individual del paciente. Las modalidades terapéuticas utilizadas en pacientes con síndrome del túnel carpiano incluyen:

Reposo y modificación de actividades: En casos leves, puede ser suficiente realizar modificaciones en las actividades diarias y tomar descansos regulares para permitir que la mano y la muñeca descansen. Evitar o limitar las actividades que agravan los síntomas, como movimientos repetitivos de flexión o extensión de la muñeca, puede ayudar a aliviar la presión sobre el nervio mediano.
Férulas de muñeca: Las férulas de muñeca se utilizan para inmovilizar la muñeca en una posición neutra y aliviar la presión sobre el nervio mediano. Se pueden usar tanto durante el día como durante la noche, dependiendo de la gravedad de los síntomas. Las férulas de muñeca pueden proporcionar alivio del dolor y ayudar a mejorar los síntomas del síndrome del túnel carpiano.
Medicamentos: En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación asociados con el síndrome del túnel carpiano. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), como el ibuprofeno, pueden ayudar a reducir la inflamación en el túnel carpiano y aliviar el dolor. En algunos casos, se pueden utilizar corticosteroides, que se pueden administrar por vía oral o mediante inyecciones locales para reducir la inflamación y aliviar los síntomas.
Terapia física: La terapia física puede desempeñar un papel importante en el tratamiento del síndrome del túnel carpiano. Los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento específicos para la mano y la muñeca pueden ayudar a mejorar la flexibilidad, reducir la inflamación y fortalecer los músculos circundantes. Los terapeutas físicos también pueden proporcionar técnicas de terapia manual, como masajes y movilización de tejidos blandos, para aliviar los síntomas y mejorar la función de la mano y la muñeca.
Terapia ocupacional: Los terapeutas ocupacionales pueden trabajar con los pacientes para identificar y modificar las actividades diarias que pueden estar contribuyendo a los síntomas del síndrome del túnel carpiano. También pueden enseñar técnicas de conservación de energía y ergonomía para reducir la tensión en la mano y la muñeca durante las actividades cotidianas. Además, pueden recomendar el uso de dispositivos de asistencia, como teclados ergonómicos o herramientas con empuñaduras más grandes, para facilitar el manejo y reducir la tensión en la muñeca.
Infiltraciones de corticosteroides: En algunos casos, se puede realizar una infiltración de corticosteroides en el túnel carpiano para reducir la inflamación y aliviar los síntomas. Este procedimiento generalmente se realiza bajo guía de imágenes, como ecografía, para garantizar una precisión adecuada en la administración del medicamento.
Cirugía: Si los síntomas del síndrome del túnel carpiano persisten y son graves, a pesar del tratamiento conservador, se puede considerar la opción de la cirugía. La liberación del túnel carpiano es un procedimiento quirúrgico comúnmente realizado, en el cual se corta el ligamento que forma el techo del túnel carpiano, aliviando así la presión sobre el nervio mediano. La cirugía puede realizarse de forma abierta o mediante técnicas mínimamente invasivas, como la cirugía endoscópica. El objetivo de la cirugía es aliviar los síntomas y mejorar la función de la mano y la muñeca.