¿Qué es la laringitis aguda?

La laringitis aguda, caracterizada por la inflamación de la laringe y la alteración de la voz, es una condición común que a menudo sigue a una infección de las vías respiratorias superiores, como un resfriado común o una gripe. Esta inflamación de la laringe puede causar ronquera y otros síntomas como dolor de garganta, tos seca y dificultad para tragar. La ronquera es uno de los síntomas más prominentes y puede persistir incluso después de que otros síntomas de la infección viral hayan remitido.

El cuidado de apoyo desempeña un papel fundamental en el manejo de la laringitis aguda. Esto incluye medidas como descansar la voz para permitir que las cuerdas vocales se recuperen, mantenerse bien hidratado bebiendo líquidos y respirar aire humedecido para aliviar la irritación en la garganta. Es esencial advertir al paciente sobre la importancia de evitar actividades que puedan ejercer una tensión adicional en las cuerdas vocales, como cantar o gritar, ya que esto podría prolongar el proceso de curación y aumentar el riesgo de complicaciones como hemorragias traumáticas de las cuerdas vocales, pólipos o quistes.

Aunque se cree que la laringitis aguda generalmente es de origen viral, se ha observado que ciertas bacterias, como Moraxella catarrhalis y Haemophilus influenzae, pueden aislarse de la nasofaringe en frecuencias más altas de lo esperado. Sin embargo, varios estudios han demostrado que el uso de antibióticos no proporciona beneficios significativos en el tratamiento de la laringitis aguda, ya que la mayoría de los casos son de origen viral y los antibióticos no son efectivos contra los virus. Un metaanálisis ha confirmado esta conclusión al no encontrar evidencia convincente de que los antibióticos alteren significativamente la resolución natural de la laringitis aguda.

La eritromicina, un antibiótico macrólido, ha demostrado tener efectos beneficiosos en el tratamiento de la ronquera cuando se mide subjetivamente. La ronquera suele estar asociada con infecciones respiratorias virales o bacterianas que pueden causar inflamación en las cuerdas vocales y la laringe. La eritromicina puede ayudar a acelerar la mejora de la ronquera al combatir la infección subyacente y reducir la inflamación en el área afectada. Al disminuir la carga bacteriana o viral y reducir la inflamación, la eritromicina puede acelerar el proceso de recuperación, resultando en una mejora en la ronquera en aproximadamente una semana y en la tos en alrededor de dos semanas.

En algunos casos, especialmente en vocalistas profesionales o personas que dependen de su voz para su trabajo, se pueden considerar los corticosteroides orales o intramusculares para acelerar la recuperación de la ronquera. Los corticosteroides tienen potentes propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a reducir la inflamación de las cuerdas vocales y la laringe de manera más rápida y efectiva que los antibióticos en ciertos casos. Sin embargo, su uso está reservado para casos altamente seleccionados debido a los posibles efectos secundarios y al riesgo de abuso.

Es importante destacar que antes de iniciar el tratamiento con corticosteroides, es fundamental realizar un examen exhaustivo de las cuerdas vocales y evaluar la técnica vocal del paciente. Las cuerdas vocales inflamadas tienen un mayor riesgo de hemorragia, y el uso inapropiado de corticosteroides podría aumentar este riesgo y llevar al desarrollo de patologías traumáticas de las cuerdas vocales. Por lo tanto, se requiere una evaluación cuidadosa para determinar si los corticosteroides son la opción de tratamiento adecuada en cada caso específico.

Homo medicus

Anatomía del hígado

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