¿Qué son los fitoquímicos?

Las plantas, al estar enraizadas y no poder moverse para evitar el daño causado por herbívoros y otros animales, han desarrollado mecanismos de defensa para protegerse. Una de las estrategias más comunes es la producción de sustancias químicas, conocidas como fitoquímicos, que tienen propiedades tóxicas, amargas o repelentes para los animales.
Estos fitoquímicos cumplen diversas funciones en las plantas. Algunos actúan como pesticidas naturales, repeliendo o matando insectos y otros herbívoros que se alimentan de ellas. Otros fitoquímicos tienen propiedades antimicrobianas y protegen a las plantas contra infecciones por hongos y bacterias. Algunos incluso pueden funcionar como señales de advertencia para otros animales, indicando la presencia de peligro o daño.
Un fitoquímico es una sustancia química producida por las plantas. El término «fitoquímico» es una combinación de las palabras griegas «phyto», que significa planta, y «chemical», que significa químico. Estos compuestos químicos son sintetizados por las plantas como parte de su metabolismo secundario, es decir, no están directamente involucrados en los procesos metabólicos básicos de crecimiento y desarrollo de la planta, sino que cumplen otras funciones, como la defensa contra depredadores, la atracción de polinizadores o la adaptación a condiciones ambientales.
Los fitoquímicos son extremadamente diversos y se pueden encontrar en todas las partes de las plantas, como las raíces, tallos, hojas, flores, frutas y semillas. Cada planta puede producir una combinación única de fitoquímicos, y su presencia y concentración pueden variar según la especie, la etapa de desarrollo de la planta, las condiciones ambientales y otros factores.
Los fitoquímicos se clasifican en diferentes categorías según su estructura química y sus propiedades biológicas. Algunas de las categorías más comunes incluyen:
- Alcaloides: compuestos nitrogenados que a menudo tienen efectos farmacológicos, como la cafeína, la morfina y la nicotina.
- Fenoles: compuestos con propiedades antioxidantes, como el resveratrol encontrado en el vino tinto y las antocianinas presentes en frutas y verduras de colores intensos.
- Terpenoides: compuestos derivados del isopreno, que incluyen los aceites esenciales que proporcionan los aromas característicos de muchas plantas.
- Flavonoides: compuestos con actividad antioxidante y antiinflamatoria, que se encuentran en alimentos como las frutas, verduras, té y vino.
- Glucosinolatos: compuestos responsables del sabor picante de algunas plantas crucíferas, como el brócoli y la col rizada.
- Carotenoides: pigmentos que dan a las plantas colores amarillos, naranjas y rojos, como el licopeno en los tomates y el beta-caroteno en las zanahorias.
Estos son solo algunos ejemplos, y existen numerosos fitoquímicos adicionales con diversas estructuras y propiedades. Los fitoquímicos han sido objeto de intensa investigación científica debido a sus posibles beneficios para la salud humana, como propiedades antioxidantes, anticancerígenas, antiinflamatorias y neuroprotectoras.
Es importante tener en cuenta que los fitoquímicos no son nutrientes esenciales para los seres humanos, pero se ha demostrado que muchos de ellos tienen efectos positivos en la prevención y el tratamiento de enfermedades cuando se consumen en cantidades adecuadas como parte de una dieta equilibrada y variada.
Los animales herbívoros, a lo largo del tiempo evolutivo, han aprendido a reconocer y evitar las plantas que contienen altas concentraciones de fitoquímicos tóxicos. Estos animales han desarrollado sistemas sensoriales y mecanismos de aprendizaje que les permiten identificar las señales químicas de peligro y seleccionar las plantas que son más seguras para su consumo.
Sin embargo, los humanos, a diferencia de la mayoría de los animales, han aprendido a utilizar estas sustancias químicas de las plantas en su beneficio. A lo largo de la historia, las diferentes culturas han descubierto y experimentado con plantas que contienen compuestos químicos con propiedades medicinales, alucinógenas, estimulantes, analgésicas, entre otras.
El proceso de descubrimiento y experimentación con plantas ha sido tanto accidental como resultado de observaciones sistemáticas. Las culturas indígenas, por ejemplo, han acumulado un vasto conocimiento sobre las propiedades medicinales de las plantas a lo largo de generaciones de observación y experimentación empírica. Han descubierto qué plantas son útiles para tratar enfermedades, aliviar el dolor o alterar la conciencia.
Además, a medida que avanzaba el conocimiento científico, se pudo aislar y sintetizar los compuestos químicos de las plantas, lo que permitió un mayor estudio y comprensión de sus efectos biológicos. La extracción y purificación de los compuestos químicos de las plantas han llevado al desarrollo de medicamentos modernos, como la aspirina (derivada de la corteza del sauce) o la quinina (derivada de la corteza del árbol de la quina), que han tenido un impacto significativo en la medicina y la salud humana.
Síguenos en X: @el_homomedicus y @enarm_intensivo Síguenos en instagram: homomedicus y en Treads.net como: Homomedicus

Originally posted on 12 de mayo de 2023 @ 10:16 PM