¿Qué es la desnutrición calórico-proteínica?
La desnutrición calórico-proteínica es el resultado de la deficiencia absoluta o relativa de aporte calórico y proteínas.
- La causa puede ser primaria, cuando existe un consumo insuficiente de alimentos.
- La causa se le llama secundaria cuando es el resultado de otra enfermedad.
En la mayor parte de los países en desarrollo, la desnutrición calórico-proteínica primaria se encuentra aún entre los principales problemas de salud.
La desnutrición calórica- proteínica se identifica en la forma de dos síndromes distintos.
- El kwashiorkor, causado por deficiencia de proteínas en presencia de aporte calórico adecuado.
- El marasmo se debe a deficiencia combinada de proteínas y calorías.
A diferencia de los países en desarrollo, en los países industrializados, la desnutrición calórico-proteínica suele ser secundaria, es decir, consecuencia de otras enfermedades.
La desnutrición calórico-proteínica secundaria similar a kwashiorkor ocurre sobre todo en relación con enfermedades hipermetabólicas agudas, como traumatismos, quemaduras y septicemia.
La desnutrición calórico-proteínica secundaria marasmática casi siempre es efecto de trastornos crónicos, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, insuficiencia cardiaca congestiva, cáncer o sida.
En estas situaciones, la desnutrición calórico-proteínica se debe a la disminución en el consumo de calorías y proteínas, el aumento de las pérdidas de nutrimentos o el incremento de las necesidades nutrimentales causados por la enfermedad subyacente.
La pérdida de nutrimentos se produce por ab- sorción deficiente y diarrea, así como por glucosuria.
En casos de fiebre, intervención quirúrgica, neoplasia y quemaduras se incrementan las necesidades nutrimentales.
Manifestaciones clínicas
Las manifestaciones clínicas de la desnutrición calórico-proteínica son variables, desde un pequeño retraso en el crecimiento y pérdida de peso hasta varios síndromes clínicos distintos.
En la desnutrición calórico-proteínica secundaria a marasmo, la mayoría de los pacientes presenta desgaste progresivo que inicia con pérdida de peso y continúa hasta caquexia más acentuada. En la forma más grave de este trastorno desaparece la mayor parte de las reservas corporales de grasa y la masa muscular disminuye, lo que resulta más notorio en los músculos interóseos y el temporal.
Puede haber edema postural, ascitis o anasarca.
Al igual que en la desnutrición calórico-proteínica primaria, en ocasiones aparecen combinaciones de síndromes similares a marasmo y a kwashiorkor al mismo tiempo, casi siempre en sujetos con una enfermedad crónica progresiva que padecen algún trastorno agudo agregado.
Exámenes complementarios
Es posible que la albúmina sérica sea normal o sólo un poco baja, pero rara vez disminuye a menos de 2.8 g/100 ml (<28 g/L).
Debido a la rapidez de su inicio, la desnutrición calórico-proteínica secundaria similar a kwashiorkor puede desarrollarse en individuos con grasa subcutánea y masa muscular normales o, si el paciente es obeso, en personas con exceso de grasa y músculo. En estos casos la concentración sérica de proteínas disminuye y la albúmina a menudo es menor de 2.8 g/100 ml (<28 g/L).
Tratamiento
El tratamiento de la desnutrición calórico-proteínica grave es un proceso lento.
Inicialmente se debe corregir las alteraciones de los líquidos y los electrólitos. Se debe atender las deficiencias de potasio, magnesio y calcio, y el desequilibrio acidobásico.
Deberán tratarse las infecciones agregadas.
La segunda fase del tratamiento consiste en la restitución de proteínas, calorías y micronutrimentos iniciando con cantidades de proteínas y calorías similares calculadas de acuerdo al peso actual del paciente.
Los adultos reciben 1 g/kg de proteínas y 30 kcal/kg de peso. Es obligatoria la administración concomitante de vitaminas y minerales.
Pueden utilizarse las vías entérica o parenteral, aunque es preferible la primera.
Al principio se evita la administración entérica de grasa y lactosa. Los individuos con desnutrición calórico-proteínica menos grave pueden recibir calorías y proteínas al mismo tiempo que se corrigen las alteraciones de líquidos y electrólitos.
En el tratamiento inicial se recomiendan cantidades similares de proteínas y calorías.
En los adultos, las calorías y proteínas se incrementan según se toleren, hasta 1.5 g/kg de proteínas y 40 kcal/kg al día.
Los pacientes que se realimentan demasiado rápido podrían desarrollar varias secuelas clínicas adversas.
- Durante la realimentación, el potasio, magnesio, fósforo y glucosa circulantes se desplazan al interior de las células y esto puede reducir las concentraciones séricas de los mismos.
- La realimentación con la administración de agua y sodio con carbohidratos puede causar insuficiencia cardiaca congestiva en personas con función cardiaca disminuida.
- La realimentación enteral puede causar malabsorción y diarrea por las alteraciones en el tubo digestivo.
- El edema por realimentación es un trastorno benigno. Las alteraciones en la reabsorción renal de sodio y la integridad deficiente de los vasos sanguíneos y de la piel permiten el desarrollo de edema postural.
- El tratamiento consiste en tranquilizar al paciente, elevar la región edematosa y restringir el sodio en forma moderada.
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