Retinopatía en pacientes con VIH
La retinopatía asociada al VIH abarca varias manifestaciones que pueden afectar significativamente la salud ocular de los pacientes infectados. Entre estas, se incluyen la retinopatía por VIH y la retinitis por citomegalovirus (CMV), cada una con características distintivas y factores asociados.
La retinopatía por VIH se presenta con diversos hallazgos clínicos que incluyen manchas de algodón, hemorragias retinianas y microaneurismas. Estos cambios pueden provocar una reducción en la sensibilidad al contraste y afectar la capa de fibras nerviosas de la retina, contribuyendo al trastorno neurorretiniano del VIH. Este tipo de retinopatía puede manifestarse con daño externo de la retina, reflejando la complejidad y la severidad de la enfermedad en la región ocular.
Por otro lado, la retinitis por CMV ha disminuido en incidencia con la introducción de la terapia antirretroviral (TAR), pero sigue siendo relevante en áreas con recursos limitados, especialmente cuando los recuentos de CD4 son muy bajos (por debajo de 50/mcL). Esta condición se caracteriza por el desarrollo progresivo de parches de opacificación blanca o amarillenta en la retina, acompañados de hemorragias, típicamente localizados cerca de las arcadas vasculares principales de la retina. La afectación puede avanzar hasta comprometer la fóvea, el nervio óptico o incluso resultar en desprendimiento de la retina, llevando potencialmente a la pérdida visual significativa.
Es crucial destacar que muchos pacientes pueden ser asintomáticos hasta que la enfermedad ocular avanza lo suficiente como para afectar áreas críticas como la fóvea o el nervio óptico. Por lo tanto, el monitoreo regular y la detección temprana son fundamentales para prevenir complicaciones graves y manejar efectivamente estas condiciones oculares en pacientes con VIH.
La gestión de la retinitis por citomegalovirus (CMV) en pacientes con VIH implica considerar varias estrategias terapéuticas para lograr un control efectivo de la enfermedad ocular, minimizando al mismo tiempo los efectos adversos y las complicaciones intraoculares. La terapia de mantenimiento puede lograrse con dosis más bajas de terapia sistémica, lo cual ofrece una alternativa a la administración intravítrea que, aunque efectiva, conlleva un mayor riesgo de efectos adversos no oculares.
Es fundamental iniciar o ajustar la terapia antirretroviral (TAR) en todos los pacientes con retinitis por CMV, ya que esto no solo controla la replicación viral sistémica, sino que también puede reducir la incidencia de síndrome inflamatorio de reconstitución inmune (IRIS). El IRIS puede ser una complicación grave, especialmente cuando se manifiesta con edema macular cistoide, que puede llevar a una pérdida visual significativa debido a la inflamación ocular.
Para reducir la probabilidad de IRIS, se puede considerar el uso de terapia inmunomoduladora para controlar la respuesta inmune que desencadena la inflamación. Además, si el recuento de CD4 se mantiene estable por encima de 100/mcL, puede ser posible discontinuar la terapia de mantenimiento anti-CMV de manera segura.
Además de la retinitis por CMV, los pacientes con VIH son susceptibles a otras manifestaciones oftálmicas de infecciones oportunistas. Entre ellas se incluyen la retinitis por herpes simple, que típicamente se presenta como necrosis retiniana aguda; la corioretinitis toxoplásmica y candidiásica, que pueden progresar a endoftalmitis; herpes zóster oftálmico y retinitis por herpes zóster, que pueden manifestarse como necrosis retiniana aguda o necrosis retiniana externa progresiva. Otras entidades menos comunes incluyen manifestaciones debido a sífilis, tuberculosis o criptococosis.
Además de las infecciones, ciertos tumores como el sarcoma de Kaposi de la conjuntiva y el linfoma orbital pueden ser vistos en casos raros en pacientes con VIH, destacando la importancia de una evaluación oftalmológica integral y una gestión coordinada con el equipo de atención médica para optimizar los resultados visuales y generales en esta población vulnerable.
Anatomía del hígado
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