La cirugía tal y como la conocemos hoy en día ha recorrido un largo camino desde sus comienzos en la antigüedad, a continuación te presentamos algunos de los acontecimientos que dieron inicio a esta gran profesión.
La cirugía en la antigüedad
En Francia y en Irak se han encontrado esqueletos con amputaciones, una por arriba del codo y otra del antebrazo, con una antigüedad aproximada de 45.000 años. Estos son los primeros hallazgos a los que se les atribuye el inicio de la práctica quirúrgica.
Desde el año 2.000 a. C., en la antigua Mesopotamia, existe evidencia de la primera reglamentación para el ejercicio de la cirugía como profesión incluida en el Código de Hammurabi.
El nombre del primer cirujano mesopotámico conocido es Urlugaledinna, vivió en Lagash hacia el año 2100 a. C.; su sello personal muestra dos cuchillos rodeados de plantas medicinales.
En el Talmud hay evidencia de que se practicaban las circuncisiones y también menciona técnicas para manejo del ano imperforado.
El papiro de Edwin Smith, que data del año 1600 a. C., recopila conocimientos egipcios de cirugía, obstetricia, ginecología, inmovilización de fracturas y manejo de heridas traumáticas.
Imhotep (2650-2600 a. C.) fue considerado durante siglos por los egipcios como el dios de la medicina y la sabiduría.
La amputación de la nariz era el castigo oficial para el adulterio y algunas otras transgresiones por lo que los cirujanos en la India desarrollaron técnicas de cirugía reconstructiva para estos defectos a partir de colgajos frontales pediculados, así como la plastia de los pabellones auriculares desgarrados.
Entre el año 200 a. C. y el 200 d. C. en India fueron escritas las Leyes de Manú, en donde se establecía que los médicos podían ser castigados si realizaban un tratamiento incorrecto; asimismo, se indicaba la confiscación de los bienes del enfermo si una vez ya curado se negaba a cubrir los honorarios del médico.
En la cultura griega, los primeros indicios de práctica quirúrgica se conocen gracias a los hechos narrados en la Ilíada y la Odisea, recopilados por Homero a mediados del siglo IX a. C., en donde la práctica se limitaba a tratar lesiones externas y heridas, extrayendo las armas clavadas en el cuerpo de los combatientes, lavando las heridas para retirar la suciedad y controlando la hemorragia por medio de vendajes.
A Hipócrates de Cos (406 a 370 a.C.) se le reconoce como autor principal y recopilador del llamado Corpus Hippocraticum o Colección Hipocrática, que compila unos 72 libros y 59 tratados, en cuyo contenido se pueden encontrar temas como patología, fisiología, anatomía, terapéutica, diagnóstico, pronóstico, enfermedades mentales, ginecología y obstetricia, cirugía y ética, entre otros.
En el siglo I d. C.Aulo Cornelio Celso (25 a. C.- 50 d. C.), patricio romano, quien escribió en latín su obra De Medicina, en donde describe, entre otros conceptos, los cuatro signos fundamentales comunes al proceso inflamatorio (tumor, rubor, calor y dolor), técnicas detalladas de manejo de hernias, drenajes de abscesos, manipulación de heridas y amputaciones, doble ligadura de vasos sanguíneos y corte de los mismos.
Galeno de Pérgamo (130 – 200 d. C.), fue un griego que ejerció en el Imperio romano como médico de los gladiadores, que atendía las heridas traumáticas. Consideraba que todas las intervenciones quirúrgicas podían ser incluidas en dos grupos: separación y aproximación.
