¿Cómo ayuda el ejercicio al aprendizaje?

por Homo medicus · 9 de marzo de 2024

El ejercicio es cualquier actividad física planificada y repetitiva que se realiza con el propósito de mejorar o mantener la salud física y mental. El ejercicio puede ser de diferentes tipos, como cardiovasculares, de resistencia, de flexibilidad o de equilibrio, y puede ser realizado de forma individual o en grupo.

El objetivo de hacer ejercicios es mejorar la salud física y mental a través de la actividad física, lo que puede incluir la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, la mejora de la fuerza y resistencia muscular, la pérdida de peso, el control del estrés y la ansiedad, y la mejora de la calidad del sueño.

Los ejercicios puede ser realizado en una variedad de lugares, como en un gimnasio, en casa o al aire libre. Puede ser realizado de forma intensa o moderada, dependiendo de la capacidad física y las metas personales de cada individuo.

¿Cómo ayuda el ejercicio al aprendizaje?

Hay una fuerte relación entre el actividad física y el aprendizaje. Varios estudios han demostrado que puede mejorar la función cerebral y la capacidad de aprendizaje. A continuación se presentan algunas de las formas en que se puede mejorar el aprendizaje con actividad física:

Aumento del flujo sanguíneo y oxígeno al cerebro: La actividad aumenta el flujo sanguíneo y la cantidad de oxígeno que llega al cerebro, lo que mejora la función cerebral y la capacidad de aprendizaje.
Mejora de la plasticidad neuronal: La actividad física puede mejorar la plasticidad neuronal, que es la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse en respuesta al aprendizaje y la experiencia.
Reducción del estrés y la ansiedad: La actividad física puede reducir el estrés y la ansiedad, lo que puede mejorar la capacidad de aprendizaje al reducir la distracción y mejorar la concentración.
Estimulación de la producción de neurotransmisores: La actividad física estimula la producción de neurotransmisores como la dopamina, la serotonina y la noradrenalina, que son importantes para la función cerebral y la capacidad de aprendizaje.
Mejora de la memoria: La actividad física puede mejorar la memoria a corto y largo plazo, lo que puede mejorar la capacidad de aprendizaje y retención de información.

Recomendaciones de ejercicio

Alternar el ejercicio físico con el estudio intensivo puede ser beneficioso para la salud física y mental, y puede mejorar la capacidad de aprendizaje y retención de información. A continuación se presentan algunas recomendaciones para alternar el ejercicio en periodos de estudio intensivo:

Establecer un horario: Es importante establecer un horario diario que incluya tiempo para la actividad física y el estudio. De esta manera, se puede planificar el tiempo de manera efectiva y evitar la procrastinación.
Variar el tipo de ejercicio: Es recomendable alternar diferentes tipos de actividades físicas para evitar la monotonía y mantener la motivación. Por ejemplo, se puede alternar el cardio con ejercicios de fuerza y flexibilidad.
Hacer pausas activas: Es recomendable hacer pausas activas durante el estudio para evitar la fatiga y mejorar la concentración. Las pausas activas pueden incluir caminar, estiramientos o ejercicios de respiración.
Adaptar el ejercicio al tiempo disponible: Es importante adaptar el ejercicio al tiempo disponible. Si se dispone de poco tiempo, se puede realizar un entrenamiento corto e intenso. Si se dispone de más tiempo, se puede realizar un entrenamiento más prolongado y moderado.
Mantener una buena hidratación y alimentación: Es importante mantener una buena hidratación y alimentación para asegurar que el cuerpo tenga suficiente energía para la actividad física y el estudio.
Descansar adecuadamente: Es importante descansar adecuadamente para permitir que el cuerpo se recupere y repare después de la actividad física y el estudio. El descanso adecuado incluye dormir suficientes horas, evitar el exceso de trabajo y permitirse tiempo para relajarse y disfrutar de actividades recreativas.