Aunque la epidermis es un tejido no vascular, la piel posee una red vascular rica que supera en gran parte las necesidades metabólicas de la piel.
Esta red desempeña las siguientes funciones:
- termorregulación
- cicatrización de las heridas.
- reacciones inmunitarias.
- control de la presión arterial.
Los vasos cutáneos pertenecen al sistema arterial, venoso o linfático; se originan en arterias perforantes que nacen en los vasos subyacentes de los músculos y forman dos plexos horizontales distintos que se comunican por medio de vasos que atraviesan la dermis en sentido vertical.
El plexo profundo yace cercano a la unión dermohipodérmica y proporciona arterias nutricias a las glándulas sudoríparas y a los folículos pilosos.
El plexo superficial derivado de las arteriolas terminales yace en la interfaz entre la dermis papilar y reticular y proporciona un asa vascular a cada papila dérmica hacia la superficie con excepcion en el lecho ungueal.