¿Cuando se publicó la primera edición de Bases Farmacológicas de la Terapéutica de Goodman & Gilman?

La primera edición de Bases Farmacológicas de la Terapéutica de Goodman & Gilman, publicada en 1941, marcó un hito fundamental en el desarrollo y la estructuración del campo de la farmacología como disciplina científica consolidada, dándole validez intelectual y una identidad académica reconocible. El título original de la obra era The Pharmacological Basis of Therapeutics: A Textbook of Pharmacology, Toxicology, and Therapeutics for Physicians and Medical Students. Este texto, bajo la dirección de los farmacólogos Louis S. Goodman y Alfred Gilman, no solo cumplió la función de sintetizar el conocimiento existente sobre los fármacos en un único compendio, sino que también ayudó a organizar de manera coherente los vastos y, a menudo, dispersos conocimientos sobre los fármacos, sus propiedades y sus interacciones en el organismo humano. La importancia de esta obra radica en que, al integrar de forma sistemática los diversos aspectos de la farmacología, ofreció una base sólida para la investigación y la enseñanza, lo que permitió a la farmacología dejar de ser un campo periférico o fragmentado y consolidarse como una disciplina central dentro de las ciencias biomédicas.
El enunciado inicial de la obra, que abarca desde el origen de los fármacos hasta sus usos terapéuticos, ilustra claramente la amplitud de la farmacología como campo de estudio. A lo largo del texto, Goodman y Gilman estructuraron de manera organizada un conocimiento que abarcaba desde los principios fundamentales de la química y la biología relacionados con los fármacos, hasta las aplicaciones clínicas que estos pueden tener en la práctica médica. Esta organización permitía no solo una comprensión más clara de la ciencia farmacológica en su totalidad, sino también la posibilidad de profundizar en aspectos específicos, como la farmacocinética (estudio de la absorción, distribución, metabolismo y excreción de los fármacos), la farmacodinamia (estudio de los efectos bioquímicos y fisiológicos de los fármacos en el organismo) y la farmacología clínica (uso terapéutico de los medicamentos).
La edición de 1941 también destacó por su enfoque multidisciplinario, reconociendo la necesidad de integrar conocimientos provenientes de áreas tan diversas como la química orgánica, la biología celular, la fisiología, la bioquímica y la medicina clínica. Esta integración de disciplinas permitió a la farmacología adquirir un carácter más robusto y científico, alejándose de una visión meramente empírica y anecdótica de los medicamentos, que era predominante en épocas anteriores. Los avances en química orgánica, por ejemplo, proporcionaron herramientas para entender la estructura molecular de los fármacos y cómo estos interactúan a nivel celular y molecular, mientras que los desarrollos en fisiología y bioquímica permitieron interpretar los efectos fisiológicos y metabólicos de los fármacos de manera más precisa y fundamentada.
Además, la obra no solo ayudó a organizar el conocimiento existente, sino que también estimuló el progreso y la investigación en nuevas áreas. Al presentar de forma sistemática los mecanismos de acción y los efectos terapéuticos de los fármacos, Goodman & Gilman facilitó la identificación de vacíos en el conocimiento y sugirió posibles líneas de investigación futuras. Este enfoque no solo reflejaba el estado de la farmacología en ese momento, sino que también trazaba el camino para su expansión y profundización en las décadas siguientes.
Una característica distintiva de la primera edición fue la atención que se prestó a la clasificación de los fármacos y su aplicación en el tratamiento de enfermedades. La organización de los fármacos en grupos según su acción terapéutica permitió que los médicos y científicos pudieran abordar los medicamentos desde una perspectiva funcional, más allá de sus características químicas o su origen, lo cual fue un avance en la medicina clínica y la farmacoterapia. Este enfoque funcional también ayudó a establecer una relación más estrecha entre los avances farmacológicos y su aplicación en la práctica médica, lo que facilitó la enseñanza de la farmacología a los futuros profesionales de la salud y contribuyó al desarrollo de la medicina basada en la evidencia.
En términos de su impacto intelectual y académico, la publicación de Goodman & Gilman ayudó a posicionar la farmacología como una disciplina independiente dentro de las ciencias biomédicas. En la época anterior a la publicación de esta obra, el estudio de los fármacos estaba frecuentemente relegado a un enfoque secundario dentro de áreas como la química, la medicina o la biología. Al ofrecer un texto integral que cubría todos los aspectos del estudio de los fármacos, la obra contribuyó a que la farmacología fuera reconocida como un campo de estudio en sí mismo, con sus propios principios, metodología y corpus de conocimiento. Esta consolidación de la farmacología como una disciplina autónoma fue crucial para su desarrollo posterior, ya que proporcionó una base teórica y estructural que facilitó tanto la investigación académica como el avance de la medicina clínica.
Fuente y lecturas recomendadas:
- Brunton, L. L., Hilal-Dandan, R., & Knollmann, B. C. (Eds.). (2018). Goodman & Gilman’s: The pharmacological basis of therapeutics (13.ª ed.). McGraw-Hill Global Education Holdings, LLC.