Dilatadores arteriolares en el tratamiento de la hipertensión arterial
Los dilatadores arteriolares, como la hidralazina y el minoxidil, actúan sobre el músculo liso vascular mediante un mecanismo que induce la relajación de estas células, lo que resulta en una vasodilatación periférica. Esta acción se debe a la capacidad de estos fármacos para interferir en los procesos bioquímicos que regulan el tono vascular. En términos generales, la hidralazina y el minoxidil afectan las concentraciones de calcio en el músculo liso vascular, lo que facilita la relajación y la dilatación de las arteriolas, disminuyendo así la resistencia vascular periférica.
Cuando estos medicamentos se administran de forma aislada, uno de los efectos secundarios más prominentes es la taquicardia refleja. Este fenómeno se produce como respuesta compensatoria del organismo ante la disminución de la presión arterial. La vasodilatación genera una reducción en la resistencia vascular, lo que provoca que el cuerpo reaccione aumentando la frecuencia cardíaca para mantener un adecuado flujo sanguíneo a los órganos vitales. Además, estos agentes pueden incrementar la contractilidad miocárdica, lo que a su vez puede llevar a un aumento en la demanda de oxígeno por parte del corazón.
La administración de hidralazina y minoxidil también se asocia con varios efectos adversos. Entre estos se encuentran cefaleas, palpitaciones y retención de líquidos, todos ellos relacionados con el mecanismo de acción de estos fármacos y la respuesta del organismo a la vasodilatación. La retención de líquidos es particularmente problemática, ya que puede exacerbar la presión arterial en lugar de reducirla, contrarrestando así el objetivo terapéutico del tratamiento.
Para mitigar estos efectos adversos, es común que la hidralazina y el minoxidil se administren en combinación con diuréticos y beta-bloqueadores. Los diuréticos ayudan a reducir la retención de líquidos al promover la excreción de sodio y agua, mientras que los beta-bloqueadores pueden contrarrestar la taquicardia y la hiperactividad del sistema nervioso simpático que se desencadena por la vasodilatación.
Además, es importante mencionar que la hidralazina puede causar trastornos gastrointestinales frecuentes y, en algunos casos, inducir un síndrome similar al lupus eritematoso, una reacción autoinmunitaria que puede manifestarse con síntomas como artralgias, erupciones cutáneas y alteraciones hematológicas. Por su parte, el minoxidil, que es un agente muy potente, puede provocar hirsutismo, que es el crecimiento excesivo de vello corporal, así como una marcada retención de líquidos. Debido a su potente acción, el minoxidil se reserva generalmente para los casos más resistentes al tratamiento convencional.
Fuente y lecturas recomendadas:
- Goldman, L., & Schafer, A. I. (Eds.). (2020). Goldman-Cecil Medicine (26th ed.). Elsevier.
- Loscalzo, J., Fauci, A. S., Kasper, D. L., Hauser, S. L., Longo, D. L., & Jameson, J. L. (Eds.). (2022). Harrison. Principios de medicina interna (21.ª ed.). McGraw-Hill Education.
- Papadakis, M. A., McPhee, S. J., Rabow, M. W., & McQuaid, K. R. (Eds.). (2025). Diagnóstico clínico y tratamiento 2024. McGraw Hill.