La nutrición de los lactantes, los niños y los adolescentes debe cumplir el objetivo de mantener el peso actual y sostener el crecimiento y el desarrollo normales. El crecimiento durante la lactancia es rápido y tiene los mayores requerimientos de energía y nutrientes con relación al tamaño corporal que cualquier otro periodo de crecimiento. El crecimiento de la infancia es cuando se produce el 60% del crecimiento total.
La nutrición y el crecimiento durante los 3 primeros años de vida predicen la estatura adulta y parcialmente el estado de salud. El principal periodo de riesgo de retraso del crecimiento es entre los 4 y los 24 meses de edad. Es fundamental entonces identificar los déficits nutricionales de forma precoz y tratarlos de forma intensiva en las primeras etapas de la vida.
La ingesta dietética debe proporcionar los requerimientos energéticos, así como los macronutrientes y micronutrientes esenciales necesarios para sostener la función de múltiples procesos vitales. Las deficiencias nutricionales pueden limitar el crecimiento, perjudicar el funcionamiento inmunitario, afectar al neurodesarrollo y aumentar la morbilidad y mortalidad.
Es importante dar la importancia necesaria a la nutrición sobre la salud desde diferentes perspectivas:
Evitar los déficits pero también promover la adecuación para evitar o reducir el riesgo de adquirir las enfermedades asociadas a la ingesta excesiva, como la obesidad y la diabetes.
Identificar y proporcionar una nutrición adecuada en la lactancia y la infancia es muy importante no solo para apoyar el crecimiento y el desarrollo normales, sino también para proporcionar los cimientos del bienestar y la salud a largo plazo de los individuos.