Insistir a los pacientes de los beneficios de la vacunación
La inmunización, o vacunación, continúa siendo el pilar fundamental en la prevención de numerosas enfermedades infecciosas por diversas razones de importancia científica y epidemiológica. Además de los estragos evidentes causados por la pandemia de COVID-19, es crucial reconocer que existen otras enfermedades prevenibles por vacunación que aún representan una carga significativa de morbilidad y mortalidad, tales como la hepatitis A, hepatitis B, gripe y las infecciones pneumocócicas. La alta incidencia y las tasas de mortalidad asociadas con estas enfermedades, especialmente en momentos de brotes como el de COVID-19, subrayan la urgencia de abordar las barreras que obstaculizan la vacunación, ya sea por vacilación o negativa a la misma.
El principio detrás de la inmunización radica en aprovechar la capacidad del sistema inmunológico para reconocer y combatir agentes patógenos invasores, como bacterias y virus, y luego desarrollar una memoria inmunológica que proteja al individuo contra futuras exposiciones. Este enfoque proactivo permite prevenir enfermedades antes de que ocurran, en contraposición a la intervención una vez que la enfermedad se ha desarrollado, como suele ser el caso con los tratamientos farmacológicos.
Entre las numerosas ventajas de la inmunización se encuentran:
- Prevención de enfermedades: Las vacunas son altamente efectivas para prevenir enfermedades infecciosas. Al exponer el sistema inmunológico a versiones debilitadas o fragmentos inactivados de los patógenos, las vacunas desencadenan una respuesta inmunitaria adaptativa que brinda protección contra las formas activas de la enfermedad.
- Reducción de la transmisión: Al prevenir la infección en individuos vacunados, se reduce la propagación de la enfermedad en la comunidad, lo que contribuye a la protección de aquellos que no pueden recibir vacunas, como los recién nacidos o personas con sistemas inmunológicos comprometidos.
- Eliminación y erradicación de enfermedades: La vacunación ha sido instrumental en la erradicación de enfermedades como la viruela y en la casi eliminación de otras, como la poliomielitis. Estos logros son testimonio del poder de las vacunas para controlar y eliminar enfermedades infecciosas.
- Seguridad y eficacia demostradas: Las vacunas pasan por rigurosos ensayos clínicos antes de ser aprobadas para su uso público, lo que garantiza su seguridad y eficacia. Además, los programas de vigilancia continúan monitoreando la seguridad de las vacunas una vez que se implementan en la población.
- Beneficios económicos y sociales: La prevención de enfermedades a través de la vacunación reduce la carga económica asociada con la atención médica y la pérdida de productividad laboral causada por la enfermedad. Además, protege la salud y el bienestar general de la población, promoviendo la estabilidad social y el desarrollo económico.
Sin embargo, a pesar de estos beneficios, persisten desafíos significativos en la promoción de la vacunación. La vacilación o la negativa a vacunarse pueden ser impulsadas por una variedad de factores, incluidas preocupaciones sobre la seguridad y efectividad de las vacunas, la difusión de información errónea y la falta de acceso a servicios de vacunación. Superar estos obstáculos requiere estrategias multifacéticas que aborden las preocupaciones individuales, fortalezcan la confianza en la ciencia y la medicina basada en evidencia, y mejoren el acceso equitativo a las vacunas.
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