Manejo paliativo de nauseas y vomito.

Manejo paliativo de nauseas y vomito.
Manejo paliativo de nauseas y vomito.

El manejo paliativo de las náuseas y vómitos es esencial en el cuidado de pacientes que enfrentan enfermedades avanzadas o terminales, donde el alivio de los síntomas se vuelve primordial para mejorar su calidad de vida. Es crucial comprender los diversos mecanismos subyacentes que pueden desencadenar náuseas y vómitos en estos pacientes, así como las opciones terapéuticas disponibles para abordarlos de manera efectiva.

Las náuseas y los vómitos pueden surgir como consecuencia de una variedad de factores, que incluyen la toxicidad de tratamientos como la quimioterapia o el uso de opioides para controlar el dolor, así como la afectación del sistema vestibular. Por lo tanto, el enfoque en el manejo paliativo debe ser integral y dirigido a abordar estas causas subyacentes.

En el caso de las náuseas causadas por toxinas, como la quimioterapia o los opioides, se pueden utilizar múltiples clases de medicamentos para proporcionar un alivio efectivo. Los antagonistas dopaminérgicos, como la proclorperazina, actúan bloqueando los receptores de dopamina en el sistema nervioso central, reduciendo así las señales que desencadenan las náuseas y los vómitos. Además, los antagonistas de 5-HT3, como el ondansetrón o el granisetron, pueden ser beneficiosos al bloquear los receptores de serotonina implicados en la génesis de estos síntomas. También se puede considerar el uso de antagonistas del receptor de neuroquinina-1, como el aprepitant, que actúan sobre el sistema nervioso central para modular la respuesta a las náuseas y los vómitos.

Por otro lado, cuando las náuseas y los vómitos se deben a alteraciones en el sistema vestibular, como en el mareo, el enfoque terapéutico puede incluir agentes anticolinérgicos y antihistamínicos. Estos medicamentos, como la difenhidramina o la escopolamina, ayudan a reducir la excitabilidad del sistema vestibular y disminuyen así la sensación de náuseas y vértigo.

Las náuseas asociadas con condiciones como la gastroparesia u obstrucción parcial del intestino presentan desafíos únicos en su manejo debido a la naturaleza específica de estas enfermedades y sus efectos en el sistema digestivo. Es fundamental comprender las diferencias en el enfoque terapéutico según la gravedad y la causa subyacente de las náuseas para proporcionar un tratamiento eficaz y mejorar la calidad de vida del paciente.

En el caso de náuseas asociadas con gastroparesia u obstrucción parcial del intestino, los agentes procinéticos, como la metoclopramida, son una opción terapéutica comúnmente utilizada. Estos agentes actúan aumentando la motilidad gastrointestinal y ayudando a vaciar el contenido del estómago, lo que puede aliviar las náuseas al reducir la distensión gástrica y mejorar el vaciamiento gástrico. La metoclopramida se administra típicamente en dosis de 5-10 mg por vía oral o intravenosa, cuatro veces al día, con el objetivo de promover la motilidad gastrointestinal y reducir los síntomas asociados.

Sin embargo, en casos de obstrucción intestinal más completa o refractaria, donde el reposo intestinal (NPO) puede ser necesario, se implementan diferentes estrategias terapéuticas. El reposo intestinal, combinado con medicamentos bloqueadores de H2, como la famotidina, para reducir las secreciones gástricas, y octreótido, para disminuir las secreciones y la actividad del intestino, puede ayudar a aliviar los síntomas y facilitar la resolución de la obstrucción. Además, los corticosteroides pueden ser necesarios para reducir la inflamación y aliviar la obstrucción, proporcionando así un enfoque multifacético para el manejo de estas condiciones.

Las náuseas anticipatorias, que pueden surgir como respuesta condicionada a tratamientos médicos anteriores, pueden abordarse con benzodiacepinas para reducir la ansiedad y mejorar la respuesta al tratamiento. Además, se pueden emplear técnicas de relajación, como la tranquilidad y la visualización guiada, para ayudar a mitigar los síntomas asociados.

En el caso de náuseas debidas a un aumento de la presión intracraneal, como en el contexto de tumores cerebrales, el tratamiento se enfoca en reducir la presión intracraneal mediante el uso de corticosteroides y otras medidas terapéuticas para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.

Además de estos enfoques convencionales, el uso de medicamentos como la mirtazapina y el cannabis medicinal, así como prácticas integradoras como la acupuntura y la hipnosis, pueden proporcionar opciones adicionales para el manejo de las náuseas, particularmente en casos refractarios o complejos donde otros tratamientos pueden ser insuficientes.

Es importante destacar que el manejo paliativo de las náuseas y los vómitos debe ser individualizado según las necesidades y la tolerancia de cada paciente. Además, el tratamiento debe ser continuamente evaluado y ajustado según la respuesta clínica y los efectos secundarios potenciales de los medicamentos. En última instancia, el objetivo principal es mejorar la comodidad y el bienestar del paciente, permitiéndoles enfrentar su enfermedad con la mayor calidad de vida posible.

 

Causa/Subtipo Medicamento Dosis Vía de Administración
Toxinas (quimioterapia, opioides) Proclorperazina 5-10 mg cada 4 veces al día o 25 mg cada 12 horas Oral, Intravenosa, Rectal
Ondansetrón 4-8 mg cada 4 veces al día Oral, Intravenosa
Granisetron (parche) 3.1 mg diariamente Tópica
Aprepitant Día 1: 125 mg, Días 2-3: 80 mg Oral
Alteración del sistema vestibular Difenidramina 12.5-25 mg cada 8 horas Oral, Intravenosa
Escopolamina (parche) 1.5 mg cada 3 días Tópica
Gastroparesia u obstrucción parcial del intestino Metoclopramida 5-10 mg cuatro veces al día Oral, Intravenosa
Famotidina 20-60 mg cada 6 horas Oral
Octreótido Dosis inicial: 50 mg dos a tres veces al día Subcutánea, Intravenosa
Corticosteroides Dosis según criterio médico para alivio de inflamación Oral, Intravenosa
Náuseas anticipatorias Benzodiacepinas (lorazepam) 0.5-1.0 mg cada 6-8 horas Oral
Técnicas de relajación Tranquilidad, visualización guiada, otras estrategias de relajación
Presión intracraneal aumentada Corticosteroides (dexametasona) 16-20 mg diariamente en dosis divididas Oral, Intravenosa
Mirtazapina 15-45 mg nocturna Oral
Cannabis medicinal / Dronabinol 2.5-20 mg cada 4-6 horas Oral
Prácticas integradoras Dosis según el tipo de práctica Varía

 

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