Mastitis puerperal
Mastitis puerperal

Mastitis puerperal

La mastitis puerperal es una complicación que puede ocurrir esporádicamente en madres que están amamantando, y generalmente se presenta con la aparición de síntomas después del alta hospitalaria. La bacteria Staphylococcus aureus es la causa más común de esta afección. Las mujeres que amamantan por primera vez y aquellas que tienen dificultades para amamantar parecen estar en mayor riesgo de desarrollar mastitis. En raros casos, un carcinoma inflamatorio de la mama puede ser confundido con mastitis puerperal, lo que puede llevar a un diagnóstico erróneo y a una atención inadecuada. A pesar de los esfuerzos por implementar estrategias de prevención de mastitis en mujeres que amamantan, estas no han sido completamente exitosas, lo que resalta la dificultad de prevenir esta condición en muchas pacientes.

Manifestaciones clínicas

La mastitis puerperal suele presentarse dentro de los primeros tres meses después del parto y, a menudo, comienza con una mama congestionada y un pezón dolorido o fisurado. La causa de la inflamación generalmente es una infección bacteriana, y el proceso inflamatorio, que es característico de una celulitis, suele ser unilateral, es decir, afecta a una sola mama. La zona afectada de la mama se presenta roja, tierna y cálida al tacto. Los síntomas sistémicos, como fiebre y escalofríos, son comunes en estas mujeres, lo que indica que la infección ha alcanzado una magnitud significativa. La fiebre es una respuesta inflamatoria del cuerpo ante la presencia de la infección y puede asociarse con un malestar generalizado.

Tratamiento

El tratamiento de la mastitis puerperal se basa en el uso de antibióticos que sean efectivos contra las cepas de Staphylococcus aureus resistentes a la penicilina. Uno de los antibióticos recomendados es la dicloxacilina, administrada por vía oral a una dosis de 500 miligramos cada 6 horas, o una cefalosporina durante un período de 10 a 14 días. Además, es crucial vaciar regularmente la mama afectada, ya sea mediante la lactancia o el uso de un dispositivo de succión mecánica. La vacuidad del seno es esencial para ayudar a resolver la infección, ya que la retención de leche en la glándula mamaria puede fomentar el crecimiento bacteriano y empeorar la inflamación. A pesar de que amamantar desde la mama infectada es seguro para el infante, la inflamación local del pezón puede dificultar el proceso de succión y el agarre del bebé, lo que puede complicar la lactancia.

Si una madre no responde al tratamiento antibiótico habitual en un plazo de 48 horas, esto puede ser indicativo de la presencia de un absceso en la mama o de una infección causada por un organismo resistente a los antibióticos. En estos casos, el riesgo de formación de abscesos es mayor cuando el Staphylococcus aureus involucrado es resistente a la meticilina (conocido como Staphylococcus aureus resistente a meticilina o SARM), en comparación con las infecciones causadas por cepas de estafilococos no resistentes. Si se sospecha la presencia de un absceso, la ecografía mamaria puede ser útil para confirmar el diagnóstico, ya que este examen permite observar la presencia de colecciones de pus o áreas de acumulación de líquido en el seno. En estos casos, la aspiración o evacuación quirúrgica del absceso es generalmente necesaria para eliminar la infección y prevenir complicaciones adicionales.

El cambio de antibióticos en función de la sensibilidad del cultivo es crucial, especialmente si el curso clínico no está mejorando adecuadamente. Si la infección se debe a un organismo resistente, como el SARM, se debe considerar el uso de antibióticos alternativos como la vancomicina o el trimetoprim-sulfametoxazol. Estos antibióticos son eficaces contra cepas resistentes y pueden ser necesarios para tratar de manera efectiva la infección cuando los antibióticos comunes no funcionan.

 

 

 

Homo medicus

 


 

Guías de estudio. Homo medicus.
Guías de estudio. Homo medicus.

¡Gracias por visitarnos!

Fuente y lecturas recomendadas:
  1. Goldman, L., & Schafer, A. I. (Eds.). (2020). Goldman-Cecil Medicine (26th ed.). Elsevier.
  2. Loscalzo, J., Fauci, A. S., Kasper, D. L., Hauser, S. L., Longo, D. L., & Jameson, J. L. (Eds.). (2022). Harrison. Principios de medicina interna (21.ª ed.). McGraw-Hill Education.
  3. Papadakis, M. A., McPhee, S. J., Rabow, M. W., & McQuaid, K. R. (Eds.). (2024). Diagnóstico clínico y tratamiento 2025. McGraw Hill.
  4. Rozman, C., & Cardellach López, F. (Eds.). (2024). Medicina interna (20.ª ed.). Elsevier España.
Síguenos en X: @el_homomedicus  y @enarm_intensivo  Síguenos en instagram: homomedicus  y en Treads.net como: Homomedicus  

🟥     🟪     🟨     🟧     🟩     🟦

¿De cuánta utilidad te ha parecido este contenido?

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación 0 / 5. Recuento de votos: 0

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Ya que has encontrado útil este contenido...

¡Sígueme en los medios sociales!

Si te fue útil este resumen, compártelo por favor!